Los gatos callejeros nos molestan, ¡vamos a matarlos a todos! Los gatos asilvestrados, ¡vamos a matarlos a todos! Las cabras asilvestradas ¡vamos a matarlas a todas!
¡Y ya puestos, vamos a cañonear a las pateras que vienen llenas de inmigrantes!¡Terrible! Cosa que molesta, ¡hay que exterminarlo!
El Gobierno y los Cabildos tienen la obligación, por ley, de ocuparse de los animales abandonados, entre ellos, gatos silvestres y cabras asilvestradas. ¿Y cuál es la fórmula que se les ha ocurrido? ¡Matarlos, exterminarlos! ¡Fácil y rápido! Como si fueran basura orgánica. Sin tener la más mínima consideración, sensibilidad y moral.
¿Hay métodos alternativos? ¡Claro que los hay! Para las cabras, los métodos tradicionales que utilizan los pastores desde la época prehispánica para recogerlas, las apañadas. Y siempre han sido efectivas. Y para los gatos los métodos que utilizan los refugios de animales.
Las redes sociales estallaron cuando el concejal Guillermo Díaz Guerra dijo que iba a exterminar a todos los gatos callejeros. La sociedad a nivel estatal y local leyó asombrada dicha ocurrencia. Tuvo don Guillermo la capacidad de rectificar y eso le honra. Todo hay que decirlo, lo bueno y lo malo.
Dieciséis grupos “ecologistas” apoyaron al cabildo y gobierno para utilizar el exterminio de cabras y gatos asilvestrados, contratando a pistoleros con rifles.
Quieren dejar Canarias como un jardín de plantas exclusivamente. La naturaleza ya está inventada, se compone de minerales, plantas, animales y humanos.
Y los desequilibrios, que los hay, hay que reconducirlos con métodos eficaces, humanos y civilizados, como las apañadas y los métodos incruentos. Y digo métodos humanos, en el sentido de no causar sufrimientos innecesarios.
Les fastidia mucho a los practicantes de la crueldad animal, que se actúe humanamente con los animales, es decir, teniendo compasión hacia ellos, en choque directo a su desprecio hacia la vida animal.
La definición de moral en la acción, es actuar de forma, que no nos perjudiquemos a nosotros mismos, a los demás, a los animales y al medio ambiente. Y sobre todo que no hagamos sufrir a ese conjunto. Todos somos interdependientes y estamos interrelacionados. La naturaleza es un Todo y cuando un elemento de ese Todo sufre, el resto también. La Naturaleza es una conciencia colectiva, de diferentes niveles y cada una de sus partes no se puede separar.
En consecuencia, que el Gobierno y los Cabildos den cauce a la conciencia generalizada de la sociedad, tratando con ética, moral y humanidad, eliminando de sus acciones, el exterminio y las matanzas de los animales que les molestan.