Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Rompiendo hielos
Recientemente un destacado dirigente de Podemos hablaba de que nuestra democracia se había convertido en una especie de equilibrios congelados. Si tomáramos como cierta esta original apreciación podríamos afirmar que el mensaje de la ciudadanía canaria en las últimas elecciones generales ha sido que es hora de ir rompiendo hielos. El espectacular crecimiento de Podemos, la quinta posición a la que queda relegada Coalición Canaria y el apoyo mayoritario de los electores a las opciones de izquierda pueden ser los datos más relevantes de los pasados comicios generales por donde se rompen las comisuras del gélido statu quo canario.
Podemos se convierte en segunda fuerza política en el archipiélago, sube nueve puntos porcentuales respecto al resultado obtenido en las pasadas elecciones autonómicas al incrementar su apoyo en cien mil votos más. Si ya en las elecciones de mayo de 2015 los resultados de Podemos habían sido calificados de extraordinarios, el logro ahora obtenido por esta nueva organización política, todavía en pleno proceso de creación, sin apenas estructura en Canarias y con los media en plena campaña de hostigamiento, no tiene parangón alguno en la historia democrática de Canarias. En Santa Cruz de Tenerife son particularmente esperanzadores los resultados obtenidos por Podemos si observamos el apoyo que ha recibido esta organización política en los barrios más populares de nuestra ciudad, muchos de los cuales la han erigido a primera fuerza política. Por primera vez se rompe el hielo de la denostada tendencia clientelar que siempre caracterizó a estas zonas urbanas en los procesos electorales y se logra un voto popular que apoye en conciencia y con inusitada fuerza opciones transformadoras.
Otra de las novedades que ha experimentado nuestro archipiélago es que desde el 20 de diciembre nos gobierna en Canarias un presidente que pertenece a un partido político que sólo cuenta con un 8,24% de apoyo ciudadano, que ha sido relegado a la quinta fuerza política, totalmente marginal en la provincia de Las Palmas, y que ha estado a punto de desaparecer del panorama estatal al obtener, por los pelos, un acta de diputada por la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Los partidos con representación en nuestro Parlamento pueden continuar manteniendo un presidente con el menor número de apoyos populares de todo el Estado, engrosando, de esta manera, el anecdotario de nuestro breviario parlamentario que, en ocasiones, nos sitúa, como reza el eslogan, como Tierra Única, pero sería oportuno recordarles a los actuales representantes progresistas del Parlamento canario que este momento puede ser una oportunidad para buscar nuevas mayorías con la legitimidad del cambio que se ha producido en nuestra sociedad, lo que permitirá obtener un Ejecutivo que cuente con mayor apoyo popular, en un momento especialmente importante para acometer reformas en profundidad. En este sentido, no debemos olvidar que las elecciones generales han convertido a la izquierda en fuerza mayoritaria en una Comunidad Autónoma donde las sumas, hasta la fecha, siempre se habían inclinado en favor de las opciones conservadoras.
Esa nueva realidad debe tener reflejo en el Parlamento, y es responsabilidad de los representantes de las opciones progresistas en el hemiciclo ir rompiendo las tendencias paralizantes que tanto daño han hecho a nuestro archipiélago.
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