Ha sido llegar Henry Sicilia a Asprocan, expresidente de Asaga Canarias y pretendiente en su día al cargo de consejero de Agricultura en el Gobierno de Canarias, y de inmediato lograr que los problemas internos en la organización que rige los destinos del plátano canario no cesen.
La conflictividad institucional, las duras críticas de los cosecheros a la gestión de Asprocan durante 2016 y los rechazos que suma Sicilia entre las voces más autorizadas de esta actividad agrícola en las islas, de manera especial por sus tics dictatoriales y su poca mano para crear consensos, van a convertir la reelección de Henry Sicilia en algo más complicado de lo que seguro se presumía.
Por si fuera poco, a todas esas trabas ahora se ha unido el rechazo a su gestión por un antiguo valedor: la organización de productores de plátanos (OPP) Llanos de Sardina, controlada por la familia Godoy en Gran Canaria. Hay que decir que, gracias a los votos ponderados según kilos comercializados por esa OPP, Sicilia contó con los apoyos suficientes para liderar Asprocan, por primera vez, desde abril del año pasado.
Pero ahora su reelección no está tan clara, pues, al respaldo que mantiene de Coplaca, OPP a la que pertenece Sicilia como productor de plátanos, y de Agriten (ambas tinerfeñas), parece que ya no unirá el de Llanos de Sardina, con lo que, de mantenerse la negativa de Europlátano, Cupalma y Plataneros de Canarias, no tendrá opciones de seguir en el cargo. Estos cálculos, teóricos, solo podrán modificarse a favor de Henry Sicilia si Cupalma, nacida en La Palma, se arrima al bando Coplaca-Agriten, una opción que fuentes vinculadas al sector no descartan y que, de producirse, permitiría que Sicilia salvara esta segunda bola de partido.
Pero por qué la OPP Llanos de Sardina ya no confía en Henry Sicilia, el mismo al que en su día dio el apoyo suficiente para que resultara elegido presidente por los pelos. El origen central de tal discrepancia está bien claro: el expediente abierto por Asprocan a esa OPP, con sanción propuesta de 200.000 euros, por vender en el exterior en vez de destruir los plátanos correspondientes cuando se impuso la pica o el ajuste de oferta a las seis OPP.
Pese a la orden de retirada de Asprocan, Llanos de Sardina siguió adelante y no cumplió el mandato de destrucción de fruta debido a que, según argumenta esta OPP grancanaria, hubo opciones de meter plátano en Portugal, lo que hizo y además con éxito, a decir de sus gestores.
Esa amenaza de castigo, acordada por la ejecutiva de Asprocan el 10 de febrero pasado, es la que dificulta la reelección de Henry Sicilia, que una vez más no las tiene todas consigo. Según ha trasladado la OPP Llanos de Sardina a la opinión pública en una nota, esta organización agrícola “no alcanza a comprender que se castigue un intento de comercializar plátanos a clientes que no son consumidores habituales de la fruta canaria [en referencia a la demanda lusa] y que se imponga la destrucción de esa oferta en lugar de hacer esfuerzos comunes para comercializar el producto”.
Los argumentos de la OPP 'castigada'
Llanos de Sardina además aclara que “nunca intentó obtener ventaja competitiva alguna respecto a otras OPP canarias, sino que puso a disposición de Asprocan toda la información comercial para que las otras cinco organizaciones se pudiesen beneficiar de esta misma acción, pues lo único que pretendía era abrir un camino para comercializar cientos de miles de kilogramos de plátanos que estaban siendo destruidos cada semana con el consiguiente perjuicio para todos los agricultores isleños”.
La misma OPP grancanaria advierte a Asprocan que “ya ha contratado un prestigioso bufete de abogados para defenderse contra esa injusticia, pues pretendemos llevar este asunto hasta las últimas consecuencias, sin descartar un largo procedimiento judicial, si fuese necesario”.
Llanos de Sardina ya ha informado y solicitado la intermediación de la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias para que Asprocan “dé marcha atrás de forma inminente y cese en su intento de sancionar a esta organización de productores, que seguirá trabajando incansablemente para comercializar un producto de la máxima calidad como es el plátano canario”.
Según señala la entidad productora, Asprocan debe “elaborar un plan estratégico comercial, dotado de recursos, para alcanzar una cuota de comercialización en el mercado portugués que estamos convencidos comportaría importantes beneficios para todos los agricultores plataneros. Incomprensiblemente, esto aún no ha sido posible y, en lugar de actuar en esa línea, Asprocan se dedica a sancionar y poner palos en las ruedas a iniciativas que pueden beneficiar a todos los plataneros”, lamenta la OPP Llanos de Sardina.