La noticia menos deseada por los cosecheros canarios de plátano se había hecho esperar unos meses respecto al año pasado, pero ya esta semana ha vuelto a tocar a la puerta de todos ellos.
En la semana 13 del calendario de 2017, Asprocan ha ordenado la primera pica del año, lo que implica que 1,2 millones de kilos de la fruta estrella en las islas no podrán acceder a los mercados interior ni exterior (de Península y muy poco en Portugal).
De esos 1,2 millones de kilos, está previsto que se destruya la mitad, el 50% (este porcentaje debe ir a complejos ambientales, a gestores autorizados o bien podrá ser empleado como alimento para el ganado local, si la gestión del residuo agrícola se hace de forma correcta). La otra parte, el 50% restante, se exportará a la Península, con todos los gastos financiados por el agricultor que asume la pica, para así colocar unos 600.000 kilos en el Banco de Alimentos.
En el año en curso, la primera pica llega casi dos meses después de la inicial correspondiente a 2016. El año pasado, la primera orden de retirada del mercado de plátano se produjo en la última semana de enero. Ahora, casi dos meses después de aquella fecha, toca hacer lo mismo, y lo que es peor, ya muchos agricultores piensan que igual toca encadenarla, como ocurriera el año pasado, cuando la retirada parcial de fruta arrancó en enero y duró hasta bien entrado el verano, hasta finales de agosto.
La primera pica de 2017, que corresponde a la semana en curso, la 13, se justifica, según fuentes conocedoras de este mercado agrícola, por la existencia de una marca de corte en esta semana (la fruta señalada para ir al empaquetado) muy elevada, por encima de los 10 millones de kilos en verde, lo que iba a significar, de no procederse a la rebaja forzada de esa oferta, la llegada a Península, a los establecimientos de maduración en destino, de un volumen que difícilmente podía ser asumido por la demanda habitual en Semana Santa, dos semanas después.
Tal y como señalaron fuentes agrícolas, la pica o retirada de fruta pedida por Asprocan (en la actualidad con presidente interino, Domingo Martín, tras el cese de Henry Sicilia) para aplicar en la semana 13 fue superior a la que finalmente autorizó la Viceconsejería del Sector Primario del Gobierno de Canarias, que la dejó en 1,2 millones de kilos, en vez de los dos millones que parece que inicialmente se solicitaron a ese departamento autonómico.
En el año 2016, la pica total estuvo por encima de los 15 millones de kilos, algo por debajo del 5% de la fruta comercializada el año anterior, en 2015. De esa cifra global, en torno a 12 millones se destruyeron, mientras que el resto tuvo como destino la beneficencia, en este caso a través de la recepción en Península por parte del Banco de Alimentos.
La destrucción de tanta fruta y la debilidad de los precios en destino ocasionaron cuantiosas pérdidas a los plataneros canarios en 2016, muchos de ellos incluso con escasas opciones de hacer de su actividad agrícola un negocio rentable sin tener que contar con las ayudas directas que paga por semestres la Unión Europea (UE), a través del programa Posei, con un total de 141 millones de euros por año para en torno a 8.000 perceptores en toda Canarias.