Canarias ha recibido de la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2018 (servida este martes por el INE), la que permite el balance enero-diciembre de ese ejercicio anual, varias noticias buenas y otras que siguen siendo malas para el archipiélago.
En el capítulo de las primeras, se halla la reducción del paro en 18.200 personas en todo el año (el total se queda en 228.200 desempleados, con 913.400 ocupados), con una caída del 7,4% respecto al cierre del año anterior, o sea, de 31 de diciembre de 2017 a la misma fecha del año pasado (subió el 2,7% en el cálculo trimestral, de julio-septiembre a octubre-diciembre). Además, la tasa de desempleo en las islas se ha aminorado algo más de dos puntos porcentuales en relación con la del año precedente, con el 19,99% actual (por debajo del 20%, por muy poquito) por el 22,04% de hace 12 meses.
A esos dos elementos claramente positivos, hay que unir otro muy relevante, pues es el que de verdad ha permitido que ahora haya menos paro (el desempleo también puede reducirse por la caída de los activos): la creación de 41.600 empleos netos el año pasado (+4,77% respecto a 2017 y la segunda comunidad autónoma con mayor alza, por detrás de Baleares), un dato que siendo bueno lo es menos que el de 2017, cuando la generación de nuevos puestos de trabajo alcanzó la cifra absoluta de 45.500.
Como se ve, y como además se ha ido percibiendo a lo largo de 2018, el ritmo de creación de empleo neto ha sufrido una desaceleración del 8,5% anual, lo que en parte se explica por la peor marcha del turismo en las islas en 2018.
En el otro lado del análisis, el negativo, hay que apuntar varios factores, entre ellos que Canarias, pese al descenso de su tasa de paro en 2018, sigue siendo la tercera comunidad autónoma con un valor relativo de desempleo más elevado en España, solo mejor que el de Andalucía (21,26%) y Extremadura (23,10%) y más de cinco puntos superior a la media nacional, esta en el 14,45%.
A ese hecho se debe añadir otro no menos llamativo, que el efecto bondadoso de la creación de empleo neto se ve castigado por el fuerte incremento en la lista de activos, con 23.300 demandantes de empleo más al cierre del año pasado (un alza del 2,1%, por solo el 0,5% a escala nacional). Esto quiere decir que, pese a que el número de ocupados (personas con trabajo) se elevó en 41.600 personas en 2018, ello solo influyó en la disminución del número de parados en la cifra de 18.200, la que resulta de restar a la mejora de los nuevo empleados (ocupados) el notable ascenso de los activos (41.600 - 23.300 = 18.200, la cifra anual de reducción del desempleo).
Además, Canarias presenta la tasa de paro masculino más alta de toda España y el registro integral de desempleo en términos relativos está a una distancia de más de diez puntos de la comunidad autónoma con menos paro porcentual: el País Vasco (9,58%).
Pese a que esa autonomía tiene una población similar a la del archipiélago y la población ocupada también es parecida (913.000 la canaria frente a 930.000 la vasca), el número de parados es mucho mayor en Canarias (228.000) respecto al País Vasco (98.000), lo que da lugar a pensar, entre otros condicionantes, que en las islas hay un grave problema de paro estructural que no se soluciona pese a la alta creación anual de empleo neto, por encima de los 41.000 nuevos puestos de trabajo por año (45.500 ocupados más en 2017 y 41.600 el año pasado).
Los otros registros que aporta la encuesta
Según los datos también incluidos en la EPA del último trimestre de 2018, la tasa de paro canaria es mayor en las mujeres, donde representa el 20,87%, que en el grupo de hombres, con el 19,22% (pero la más elevada en toda España).
La mejora del empleo en el último trimestre del año (en relación con el tercero de 2018) fue en Canarias del 0,45%, por encima de la media nacional, que se situó en el 0,19%. Por delante de las islas se colocaron País Vasco (0,99%), Madrid (1,47%), Castilla-La Mancha (1,52%), Murcia (1,59%), Andalucía (1,90%) y Ceuta (3,26%).
A escala nacional, el paro bajó en 462.400 personas en 2018, el 12,3% menos que en 2017, registrando su sexto descenso anual consecutivo. No obstante, ese retroceso es inferior a los experimentados en los cuatro años anteriores, aunque superior al de 2013, cuando el desempleo bajó en 85.400 personas.
La tasa de paro se situó al finalizar 2018 en el 14,45%, porcentaje 2,1 puntos inferior al de 2017 y su nivel más bajo en diez años. El empleo creció en 2018 en 566.200 personas, casi el 3% respecto a 2017, logrando su quinto aumento anual consecutivo y el mayor aumento desde 2006, cuando se generaron en España 686.200 puestos de trabajo.
De esta forma, 2018 concluyó con 19.564.600 ocupados y con 3.304.300 parados. En ambos casos, se vuelve a los niveles de paro y de ocupación que se lograron al finalizar el año 2008, previo al inicio de la crisis económica.