La formación política Sí Se Puede ha alertado este martes, a través de una nota, sobre las posibles consecuencias de la última gran decisión pública que afecta al campo de golf de Buenavista del Norte, que es de titularidad pública.
Según este partido, en la oposición en ese Ayuntamiento de la Isla Baja, el acuerdo de repartir los terrenos de Buenavista Golf entre las entidades públicas integrantes de la sociedad constituida para construir en su momento y gestionar después esa instalación deportiva (Cabildo de Tenerife, 55%; Gestur Tenerife, 43%, y Ayuntamiento, 2%) “abre la puerta a la especulación urbanística”. Así mismo lo subrayó el portavoz del grupo ecosocialista en la citada Corporación local y exalcalde de la misma localidad, Antonio González Fortes.
González Fortes insiste en que hay condiciones legales y técnicas para constituir una nueva sociedad en la que el Ayuntamiento y el Cabildo gestionen conjuntamente los terrenos del campo, y rechaza el argumento que en el pleno de julio pasado dio el grupo socialista, en el Gobierno municipal, para asegurar que esta medida era imposible.
El acuerdo de reparto entre los integrantes de la sociedad que gestiona Buenavista Golf -Cabildo de Tenerife, la empresa Gestur Tenerife y el Ayuntamiento de Buenavista-, aprobado en un pleno local del julio pasado, además de no hablar de constituir esa nueva sociedad entre las dos corporaciones, “entrega los mejores terrenos de Buenavista a Gestur, que en sus manos son carne de cañón para la especulación urbanística”, apunta el concejal.
Un acuerdo de disolución apoyado por el pleno local
La propuesta de Sí Se Puede en el pleno de julio consistió en que “el Ayuntamiento de Buenavista intentara buscar un pacto que no pasara simplemente por cobrar el dinero correspondiente a sus acciones, sino que buscara un acuerdo de futuro”. “A nuestro juicio -prosigue González Fortes-, lo más lógico hubiera sido entrar en el lote que le correspondió al Cabildo de Tenerife, el del campo de golf, y para eso hay que constituir una nueva sociedad entre ambas corporaciones, algo que es totalmente posible”, aseguró.
La organización ecosocialista considera que al pueblo de Buenavista le interesa constituir esa sociedad con el Cabildo para ser copropietarios del campo de golf, porque, “además de que se trata de una instalación deportiva que al parecer hasta ahora se autofinancia, ese campo de golf cuenta con una desaladora, lo que significa generación de agua, es decir, que es riqueza para el municipio, y además va a suministrar agua al pueblo, de forma que, si el Ayuntamiento es copropietario, podrá decidir sobre los precios”, explicó el concejal.
Sí se puede también considera que la decisión de “dividir los terrenos entre los tres socios es un acuerdo que traiciona el espíritu inicial de la creación del campo de golf, pues estos son los terrenos más importantes de Buenavista y la idea inicial fue siempre que esos terrenos no pasaran a manos privadas; por eso, en su momento se consideró esencial que la inversión del campo de golf fuera pública”, precisó González Fortes.
Cuando se decidió construir esa instalación deportiva, se añade en la nota, “las tres entidades formaron una firma para construir el campo de golf y comprar todos los solares aledaños. La intención inicial era revender o construir en esos terrenos, en una operación inmobiliaria que aprovecharía la revalorización de la zona y la explotación de la infraestructura deportiva”.
Pillados por la crisis del ladrillo
Tras la ejecución del proyecto, “los socios se encontraron en plena crisis inmobiliaria, por lo que los terrenos se han transformado en un lastre para la sociedad Buenavista Golf. La instalación deportiva en sí es rentable, pero las hipotecas de los terrenos se comen el beneficio. Ante esta situación, y con el mandato derivado de la ley de racionalización del gasto de las administraciones locales, el Cabildo se propuso liquidar la sociedad desde 2014 y, este año, la junta de accionistas aprobó una liquidación de la sociedad en la que al Ayuntamiento de Buenavista solo se le entrega el valor económico de sus acciones, mientras que el Cabildo se queda con el campo de golf y a Gestur le corresponden los terrenos anexos”.
Los términos del acuerdo de liquidación de la sociedad Buenavista Golf consisten en la recepción por parte del Ayuntamiento -poseedor del 2% de las acciones- de 225.178 euros. El Cabildo, accionista mayoritario, con el 55%, se queda con la propiedad del campo de golf, la finca de equipamiento, los préstamos y la tesorería, por un valor de más seis millones de euros, mientras que para Gestur Tenerife (participada por la Comunidad Autónoma de Canarias y el Cabildo de Tenerife, entre otros) serán las dos parcelas de uso hotelero, la finca de Las Breveritas y un terreno aledaño al hotel, con lo que suma cuatro millones de euros, los correspondientes al 43% del capital social.