El Ayuntamiento de La Orotava ha anunciado que reabre la playa del Bollullo, que fue cerrada el pasado mes de febrero para realizar unas obras de emergencia en la ladera tras producirse algunos desprendimientos.
La playa se abre para el verano ya que no surgieron incidencias durante los trabajos, “aunque es una zona complicada” porque la mayoría de las obras se hacen “en vertical”, explicó el alcalde, Francisco Linares.
Los trabajos de seguridad han tenido un coste de 186.000 euros, según ha indicado el Ayuntamiento.
Fue a mediados de enero cuando se firmó el decreto que aprobó la declaración de emergencia de la obra necesaria para evitar nuevos desprendimientos en el acantilado de la playa del Bollullo, en el paraje agrícola protegido de El Rincón. De acuerdo con los informes de la Oficina Técnica Municipal, el alcalde dio entonces luz verde al inicio del expediente de contratación de los trabajos de saneamiento y protección de una parte del acantilado, donde el 30 de diciembre de 2021 volvieron a caer rocas de gran tamaño sobre el sendero de acceso.
Esa declaración de emergencia permitía agilizar los plazos y “está plenamente justificado porque la playa permanece cerrada y se trata de unas actuaciones totalmente necesarias para garantizar la seguridad de las personas”.
En el pleno de enero se elevó la propuesta de contratación de la obra, que se ha adjudicado a la empresa Solutioma, especializada en este tipo de intervenciones, indica el Consistorio. Previamente al inicio de los trabajos fue necesario formalizar un contrato de arrendamiento de terrenos cercanos para hacer acopio de materiales y maquinaria.
“Con esta segunda intervención ya casi se logra sanear y proteger entre el 60 y el 80% del acantilado”, detalla.
El Ayuntamiento añade que para lograr una solución integral, es necesario que el Consorcio de El Rincón ejecute las expropiaciones necesarias para ejecutar un proyecto global que incluya todo el sendero desde la playa de Los Patos hasta el Bollullo.
Por último, el Ayuntamiento de La Orotava recuerda que se trata de un espacio acantilado, por lo que “nunca habrá garantías plenas de que no se producirán nuevos desprendimientos” aunque “se han realizado trabajos y colocado todos los elementos de protección y de seguridad necesarios para reducir al máximo ese peligro”.