La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha aprobado este lunes el contrato para la adquisición de las esculturas para el futuro Museo Rodin, así como de las anualidades que serán pagaderas a la entidad francesa, entre 2022 y 2026, por un importe que supera los 16 millones de euros. La aprobación llega poco después de que expertos del mundo de la cultura en las islas haya iniciado una campaña de recogida de firmas en contra de este proyecto, que califican de disparatado y sin sentido para un museo “de réplicas” de un artista francés sin vínculos con la isla y fallecido hace más de 100 años.
El concejal de Hacienda y Patrimonio, Juan José Martínez, destacó que se trata de “una cuantía tasada por los expertos de valoración de la Universidad de La Laguna y una excelente oportunidad para esta capital, ya que pondrá en valor el amor y la pasión de esta ciudad por la escultura como manifestación artística, reflejada en obras de nivel internacional en sus calles”.
El expediente, comentó Martínez, supone la adquisición por parte del Ayuntamiento de 68 obras originales y 15 réplicas del padre de la escultura moderna para dotar el Museo Rodin de Santa Cruz y el reajuste de anualidades, lo que representa la licitación de los 16.015.492,5 euros, IGIC incluido, para los ejercicios de 2022 a 2026, tras la negociación que mejora la planificación temporal de entrega de las obras, en el sentido de no superar los 3.000.000 euros, IGIC incluido, para 2023 y teniendo en cuenta la planificación de la ejecución de la obra de rehabilitación del Parque Cultural Viera y Clavijo.
Así, añadió el concejal, está previsto en el contrato que la totalidad de las obras estén entregadas a 31 de diciembre de 2025, término que ha sido aceptado por el licitador, por lo que se obtuvo una nueva planificación de entregas en los ejercicios de 2022 a 2025, y puso de relieve que se trata de una inversión, ya que esas obras de arte “no van a perder valor jamás y son propiedad municipal, lo que supone, además, que Santa Cruz se convierta en el segundo museo Rodin del mundo y que, según los cálculos más conservadores, genere un impacto económico de unos 56 millones de euros anuales”.
El Museo Rodin, argumentó Martínez, “nos convertirá, sin duda alguna, en la capital de la escultura de todo el Estado español y una de las más importantes del mundo, ya que combinaríamos disponer de esculturas en la calle y el museo del padre de la escultura moderna y de la obra de un artista que es icono de esta disciplina a nivel internacional y local” y puso de relieve que, además, “estará en un rehabilitado espacio, que es icono cultural de la ciudad, como el Parque Cultural Viera y Clavijo, cuya reforma se iniciará este próximo año”.
Aun así, apuntó Juan José Martínez, esta apuesta “es solo una pieza más de un gran proyecto de recuperación del patrimonio chicharrero, como es el caso del Viera y Clavijo, que será el BIC que destine el 50% de su espacio para albergarlo” y quiso recordar que esta iniciativa “se suma a las diversas actuaciones sobre el patrimonio histórico de esta capital con diferentes momentos en la ejecución de los trabajos proyectados como el Templo Masónico, el edificio de la antigua Escuela de Artes y Oficios de la plaza de Ireneo González, el edificio del Marqués de Villasegura, el Palacio de Carta, el castillo de San Andrés, etcétera”.
En el pasado mes de enero, cuando estuvo la directora del museo parisino, puso de relieve que visto el enclave previsto para el museo y la ciudad, “tiene toda la lógica del mundo que el Museo Rodin tenga su espacio aquí, porque encaja perfectamente con el espíritu del artista y encuentra en Santa Cruz el lugar idóneo para mantener la continuidad de este maravilloso proyecto”.
Asimismo, desveló que de hecho, en el de París, hay una capilla del siglo XIX, por lo que “nos parece magnífica la idea que tiene el director del proyecto de rehabilitación, Fernando Menis, de ubicar en ella parte del Museo Rodin de Santa Cruz”, apostilló.
Juan José Martínez insistió en que este espacio “continuará siendo de uso público y, además, la ubicación en él de este museo de carácter internacional permitirá atraer hacia nuestra ciudad a turistas procedentes de todos los lugares del mundo” y acabó poniendo en valor “lo que, sin duda, es una apuesta para generar economía y oportunidades del empleo, a la vez que recuperar un espacio para la ciudadanía de Santa Cruz de Tenerife, que será también la propietaria de las obras del genial artista francés”.
Rechazo a un proyecto “disparatado” e “inflado”
Según los promotores de la recogida de firmas contra el proyecto, esta operación “no esconde más que la compra de una serie de reproducciones del escultor francés autorizadas por el museo que lleva su nombre en París” y se ha justificado en base a un estudio económico “exento de rigor que ofrece unas estimaciones del retorno económico del museo tan exageradas que resultan fantasiosas”.
señalan que “una estimación más realista y atenta al sector tendrá que asumir que se tratará de una inversión a fondo perdido y que la institución resultante requerirá de repetidas inversiones para permanecer abierta”.
Además, prosiguen, “dado que no existe relación alguna entre Santa Cruz de Tenerife y la figura de Rodin, dicha inversión no contribuirá a la construcción de un reclamo turístico coherente, entendiendo así que no existen argumentos económicos que justifiquen esta operación”.
En el plano cultural apuntan que un museo requiere de un plan museístico “serio” que determine su función patrimonial, investigadora, educativa y sobre todo, su función social en relación al contexto en el que se inscribe.
“No sólo no ha habido ningún intento por parte del Ayuntamiento de elaborar un proyecto museístico en este caso, sino que ningún especialista justificaría la relevancia de este museo para la ciudad”, comentan.
En esa línea insisten en que el “elevadísimo” presupuesto que se pretende destinar a la compra de estas esculturas es “totalmente desproporcionado” en relación a los presupuestos anuales que el Ayuntamiento ha destinado a cultura históricamente.
Sin duda, detallan, “en un momento de crisis económica global este enorme gasto tendrá un efecto negativo sobre el tejido cultural de la ciudad, no sólo yendo en detrimento de instituciones culturales mucho más enraizadas en ésta, sino impidiendo también la aparición de nuevas iniciativas con más sentido y calado social”.
Apuntan también que el Museo Rodin de París ha declarado abiertamente su intención de superar la crisis económica causada por la covid aumentado el número de esculturas que pone a la venta y abriéndose a “mercados emergentes” de tal manera que “cuantas más reproducciones y más 'museos Rodin' circulen por el mundo, menor será el atractivo y valor de estos”.
De esta forma, entienden que Santa Cruz de Tenerife “merece algo más que el gesto provinciano e ignorante de intentar comprar su imagen cultural con una franquicia”, apuntando también que “el Ayuntamiento demuestra con este gesto su falta de respeto por la cultura local en particular y la producción artística contemporánea en general, denigrando la imagen de ambas” para proyectar a la capital “como una ciudad incapaz de producir una cultura propia”.
Asimismo señalan que el Museo Rodin de París está actualmente embarcado en un juicio que podría forzarle a devolver los escaneados 3-d de las esculturas que aloja en el dominio público, “es decir, es posible que, si pierde el juicio, unas esculturas por las que el Ayuntamiento de Santa Cruz pretende pagar 16 millones de euros puedan ser producidas por cualquiera sin necesidad de pagar una licencia”.
Con todo, indican que Santa Cruz de Tenerife merece mejores infraestructuras culturales “pero el supuesto museo Rodin no es tal cosa, sino un costosísimo capricho político que dañará irremediablemente tanto la capacidad de apoyar el tejido cultural de la ciudad como la imagen cultural de ésta en el exterior”.
“Creemos que una inversión así no puede imponerse por la voluntad única de un alcalde cuando la oposición pública es tan sonora y los argumentos a su favor tan endebles. Exigimos la paralización inmediata de este disparatado proyecto”, concluye la propuesta.