Hace apenas dos semanas un gran árbol situado en pleno centro de Santa Cruz de Tenerife se desplomó en mitad de la noche sobre la avenida Veinticindo de julio, obligando al corte temporal de la vía y a la revisión de la salud de los ejemplares cercanos. Se trata de árboles grandes, plantados hace décadas y cuyas copas dan sombra y refrescan esa zona noble de la capital tinerfeña.
Sin embargo, el cuidado de la salud del arbolado en Santa Cruz, tan emblemático de la ciudad, lleva tiempo siendo cuestionado, ya que se acumulan las talas y las caídas de ramas y ejemplares enteros.
Este jueves, tal y como ha informado la Policía Local, se ha desplomado otra gran rama durante la noche, sin provocar daños. Ha ocurrido en la calle José Fonspertius, en el barrio de La Salud, y fue necesario, una vez más, el cierre de la vía.
Tuvieron que intervenir, además de la Policía Local, Bomberos de Tenerife y personal de Parque y Jardines del Ayuntamiento.
A la espera de saber qué decisión tomará el concejal del área, Carlos Tarife, este incidente recuerda a la caída de una rama en el Parque García Sanabria, que provocó heridas a un turista. El desenlace de ese accidente conllevó la tala completa del árbol, un gran eucalipto situado junto al emblemático reloj de flores del parque. La muerte de este gran ejemplar provocó protestas vecinales, con incluso una vigilia por el árbol, ya que aseguraban que los informes técnicos recomentaban una poda, no una tala completa.
En agosto también se desplomó, de nuevo de noche, otro gran árbol en plena rambla en el centro de la ciudad. Lo hizo sobre la carretera y no provocó heridos, aunque sí daños en el muro exterior de la sede de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Asociaciones como Los Árboles Hablan llevan años denunciando, con creciente intensidad y últimamente con verdadero pavor y profundo enojo, lo que consideran una “guerra” contra los árboles por parte del consistorio.
Carmen de la Rosa, una de las integrantes más activas de Los Árboles Hablan, aseguró en junio, cuando se taló el eucalipto, que “no es verdad que se haga un buen mantenimiento” de los árboles en la ciudad, como defiende el Ayuntamiento. “Muchos árboles, como palmeras y otros, no se riegan, se dejan secar, como está pasando con ejemplares tras las vallas por las obras en el edificio Viera y Clavijo, otros se les dejan las raíces por fuera y algunos han caído completamente de raíz… El problema es que están cambiando ejemplares de 30, 40 o 50 años por otros nuevos, sobre todo flamboyanes, pese a tener gran porte, dar sombra y acoger nidos. Es intolerable”.