Veinte personas viven en la actualidad en el ruinoso Teatro Pérez Minik, en pleno corazón de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. El teatro se encuentra dentro del Parque Viera y Clavijo, en lo que su día fue el salón de actos del colegio de las Asuncionistas, construido como un anexo al colegio y a la iglesia que forman el conjunto neogótico declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). A pesar de su valor patrimonial este edificio está hoy en día abandonado.
El Teatro Pérez Minik tenía un aforo para medio millar de personas y en él se celebraron conferencias, exposiciones, cursos y obras teatrales, entre otros actos. El paso del tiempo y el abandono lo han convertido en un inmueble en ruinas, ya no tiene ni techo, en el que empezaron a vivir personas sin hogar hace aproximadamente cuatro años.
Sus actuales moradores mantienen bien limpio este espacio, al que solo se puede acceder a través de una puerta que permanece día y noche con candado. En su interior hay algunas chabolas situadas justo encima de lo que en su día fue el escenario del Teatro Pérez Minik.
Podría parecer una corrala, las casas a los lados, desde las que asoma ropa tendida, y un gran patio interior en el que hay algunas sillas y una mesa para pasar las horas de la tarde, señala Ana Mendoza, presidenta de la Asociación en Defensa del Parque Viera y Clavijo.
Mendoza, gran defensora de la recuperación del patrimonio histórico de la ciudad, conoce bien a los moradores del Teatro Pérez Minik a los que la asociación asesora en el trámite de papeleo y ayuda con la entrega de alimentos, al igual que hacen algunas ONG como Sonrisas Canarias, señala.
“Eramos una asociación cultural pero nos hemos visto con un problema social del que nos hemos hecho cargo”, dice Mendoza de esta organización que ha sacado a dos personas que vivían en barrancos de Santa Cruz y que ahora se encuentran en lo que en su día fue el Teatro Pérez Minik.
“El parque estuvo abandonado mucho tiempo, entraba gente de noche, hacían botellón..” “Ahora las personas que viven aquí -relata mientras muestra el lugar- cuidan del sitio y se esmeran porque esté en las mejores condiciones”. Mendoza sueña porque todos ellos, los hay carpinteros, soldadores y fontaneros, “puedan participar como peones algún día en la rehabilitación del teatro”.
Las 20 personas que viven en este lugar, en su mayoría cubanos pero también hay españoles, argentinos y un africano, comen cada día en un comedor social aunque también cocinan en las improvisadas casas. El Ayuntamiento ha ofrecido una alternativa a su situación actual, por ejemplo, mediante una ayuda al alquiler, pero lo cierto es que ellos continúan alli tras varios años, y además se niegan ir al albergue municipal.
El Teatro Pérez Minik y todo el Parque Viera y Clavijo, que linda con el Hotel Escuela y se encuentra cerca de un gran parque de la ciudad, el de La Granja, es propiedad del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que lo cedió al Gobierno de Canarias para su rehabilitación y su posterior puesta en uso.
En el año 2008 la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda inició la ejecución del proyecto de reforma y ampliación del Parque Viera y Clavijo, pero la obra se paralizó al siguiente año debido a la detección de importantes y graves problemas de estructura del edificio, según la Consejería, que hicieron necesario la realización de un nuevo proyecto arquitectónico que suponía una significativa ampliación del presupuesto.
El argumento de este departamento del Gobierno ha sido que estas obras no se han podido retomarse desde entonces por falta de presupuesto ante la llegada de la crisis económica de 2008.
“Esperemos que el Ayuntamiento lo recupere y proceda a rehabilitarlo, porque no se puede tener un edificio y unos terrenos, casi 33.000 metros cuadrados, inutilizados”, subraya la presidenta de la asociación.