El escenario que albergará los concursos y galas del Carnaval 2025 en el Recinto Ferial de Tenerife, a partir del próximo 6 de febrero de 2025, será “vanguardista y conceptual” y pretenderá homenajear la cultura y esencia del continente africano.
Así lo ha expresado este viernes el autor de la propuesta escénica para 2025, Nareme Melián, que con su diseño busca recuperar las escenografías más artesanales y cargadas de detalle con los que contaba el carnaval años atrás, indica el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en nota de prensa.
Con el decorado elegido el diseñador buscará representar “de forma onírica” lo que para él simboliza el continente africano, y entre toda la composición ha destacado la presencia de dos grandes árboles que reflejarán la alfarería y la conexión de los africanos con la tierra.
También contará con cascadas laterales como símbolo de la importancia del agua en su cultura, las casas cueva -que comparte Canarias con África-, y como “gran elemento central”, la puerta de un poblado que simboliza una casa del árbol.
El concejal de Fiestas, Javier Caraballero, ha dicho que en 2025 se cumplirá con el compromiso adquirido con grupos y aficionados de ampliar en 1.000 plazas el aforo para las galas y concursos, y que se incorporará una novedad en el montaje del escenario: dejará de ser alargado y pasará a tener forma de diamante.
Este cambio, ha señalado, hará que las gradas puedan formar un anfiteatro y que la sensación de cercanía del público sea mayor.
El espacio tendrá una superficie escénica de 1.689 metros cuadrados, 400 metros más grande que en la anterior edición, y el soporte del mismo ocupará 3.149 metros cuadrados, con un frente total de 120 metros, una altura de 13,5 metros y dos rampas laterales que facilitarán la entrada y salida de grupos y artistas.
Las pantallas ocuparán un espacio total de 140 metros cuadrados y estarán repartidas entre el sol central que se aprecia en el boceto y los laterales, que servirán como pantallas de realización.
De esta forma, con 260 metros cuadrados menos que en el montaje de la pasada edición, se recupera la escenografía más artesanal y teatral que durante tantos años ha caracterizado a la fiesta, huyendo de ser tan tecnológico como en las últimas ediciones, según indica el consistorio.