El Hierro perdió el 40% de su parte emergida por el colapso de El Golfo

Europa Press

Las Palmas de Gran Canaria —

La isla de El Hierro perdió el 40% de su volumen emergido durante un megadeslizamiento que tuvo lugar hace unos 80.000 años, en lo que hoy se denomina el valle de El Golfo. Fue el evento geológico de ese tipo más reciente de los 20 ocurridos a lo largo del tiempo en el archipiélago canario.

Así se desprende del estudio sobre el inmenso colapso que dio lugar al valle y sus ciclópeos muros de piedra de 1.000 metros de altura realizado por investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), con la colaboración de los del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), publicado en la revista Marine Geology.

Los megadeslizamientos en las islas volcánicas -como las canarias- son probablemente los fenómenos más espectaculares de la naturaleza, dadas las enormes cicatrices que han dejado en las laderas de las principales islas volcánicas del planeta, según explicó el IGME en un comunicado.

Así, ese tipo de derrumbamientos del terreno son el resultado del rápido crecimiento en la vertical de las islas volcánicas -la altura total del Teide, por ejemplo, supera los 7.500 metros desde el lecho marino-, que a veces pueden desestabilizarse por causa de otros fenómenos naturales como terremotos o erupciones propios del fenómeno volcánico.

Los autores del estudio han utilizado los datos sísmicos proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional (IGM) y las batimetrías y ecosondas realizadas frente a su costa por el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM).

También han realizado un detallado estudio sobre la geología de las paredes de El Golfo que forman un anfiteatro de 15 kilómetros de amplitud, a partir de la descripción geológica de todos los pozos y galerías de agua almacenada en la base de datos de puntos de agua de Canarias del IGME.

Los anteriores estudios sobre el deslizamiento de El Golfo, publicados en 2011, lo databan en algún periodo comprendido hace entre 39.000 y 87.000 años, y calculaban que había provocado una avalancha de 150 a 180 kilómetros cúbicos de terreno.

Ahora, se han conseguido nuevos datos que aportan nuevas contribuciones. Por un lado, documentan la presencia de niveles de playa fósiles (todavía sin datar) y plataformas de abrasión marinas sobre la superficie de rotura del deslizamiento, que podrían colocar la edad del deslizamiento en aproximadamente unos 80.000 años, cuando los primeros Homo sapiens empezaban a abandonar África.

Por otro, los científicos han averiguado que el volumen de rocas derrumbadas fue el doble de lo que se estimaba hasta ahora: unos 318 km cúbicos; una cifra que, según la reconstrucción paleo-geográfica que se ha realizado, significa que ese megadeslizamiento hizo desaparecer bajo las aguas el 40% del volumen emergido de El Hierro.

El deslizamiento ocurrió tras colapsar la ladera norte del volcán de El Golfo, que había crecido durante 400.000 años -entre 550.000 y 158.000- sobre la planicie dejada por otro de hace 600.000 años, el volcán Tiñor.

Asimismo, el megadeslizamiento de El Golfo se produjo como una sucesión de dos colapsos separados solo por un tiempo todavía por determinar, entre prácticamente coetáneos y unos pocos miles de años y dejaron como huella en el norte de la isla dos anfiteatros naturales superpuestos: el primero arrojó sobre el Atlántico unos 243 km cúbicos de rocas y el segundo, unos 84 km cúbicos.

Solo el más pequeño de esos colapsos movió repentinamente tanto volumen de material como el que se estima que, en el peor de los casos, expulsó el Vesubio, en la erupción que sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el siglo I (de 10 a 100 km cúbicos), o lo que es lo mismo, 55 veces la capacidad máxima del pantano de Mequinenza, el mayor embalse del valle del Ebro (1,53 km cúbicos).

Con todo, los restos submarinos del deslizamiento indican que el volcán de El Golfo generó una avalancha de bloques de roca de hasta 1,5 kilómetros de longitud y 300 metros de altura. En esta zona sumergida de la isla de El Hierro se han detectado posibles restos de deslizamientos más recientes no documentados, con lo que sería posible que el de El Golfo no haya sido el último.

Para los científicos, esto explicaría las dataciones ofrecidas por el registro de depósitos submarinos provocados por antiguos tsunamis que se han localizado en los fondos marinos de la isla de Madeira, situada al norte del archipiélago español y que sugieren la posibilidad de otro megadeslizamiento en Canarias hace unos 17.000 años.

Finalmente, los nuevos resultados de estas investigaciones arrojan nueva luz al estudio de los riesgos de tsunami asociados a esos megadeslizamientos. El volumen de rocas involucrado en un deslizamiento es una de las variables para calcular la altura de la ola de un tsunami. En este sentido, los tsunamis derivados de esos megadeslizamientos deberían ser menos catastróficos de lo que se creía en un principio, ya que se producen en múltiples eventos -de menor volumen- diferidos en el tiempo.