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Javier Sevillano (bombero): “Ha habido situaciones negligentes en la protección de Tenerife”

La confirmación de que 1,2 millones de euros incluidos en el presupuesto del Cabildo de Tenerife para 2017 irán destinados a la construcción de un parque de bomberos en La Laguna y que ese parque además será utilizado por personas que no son profesionales del sector, sino voluntarios, ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los trabajadores del Consorcio de Bomberos de Tenerife, quienes esta misma semana convocaban una asamblea para decidir qué medidas tomarían en contra de lo que consideran “una mala gestión del presupuesto público”. En qué situación se encuentran estos profesionales, cuáles son sus reivindicaciones, cuál es el nivel de seguridad de la isla o cómo es la relación de este cuerpo profesional con el cuerpo de voluntarios son algunas de las cuestiones que se tratan en esta entrevista con los portavoces de la Junta de Personal de Consorcio de Bomberos, Javier Sevillano, Ángel David de Francisco y Federico Angulo.

Han decidido ir a la huelga, pero sus reivindicaciones ya estaban sobre la mesa, en este caso del Cabildo. ¿Qué respuesta han obtenido hasta ahora?

Javier Sevillano: Tenemos una serie de denuncias en Inspección de Trabajo. Este organismo hace una serie de requerimientos al Consorcio de Bomberos sobre qué tiene que hacer para cumplir con la normativa. Pero el Consorcio siempre argumenta que no tiene dinero para cumplirla. Es decir, tiene que cumplir una normativa obligatoriamente, pero, como dice que no tiene dinero, no la cumple. Por eso, esta inversión de un millón de euros nos sorprende, porque si el argumento siempre es que no hay dinero y de pronto aparece una cantidad y esta se destina a una infraestructura innecesaria... Además, para tomar esta decisión no se han tenido en cuenta criterios técnicos, los que se establecen en los planes directores para prever una distribución de edificios óptima. Se ha tomado una decisión irresponsable que supondrá un elevado coste, inadecuada y que discrimina al resto de la isla. Entendemos que no es una gestión aceptable del presupuesto. Esto afecta a nuestra seguridad, porque no se nos está dotando de las infraestructuras necesarias para trabajar en condiciones adecuadas; no se nos dota del personal necesario ni de equipos. Al Consorcio de Bomberos de Tenerife le faltan muchos bomberos para tener un servicio de calidad.

Federico Angulo: En toda la isla de Tenerife hay 44 bomberos de guardia al día, para toda la isla. Sin embargo, en Gran Canaria, solo en la ciudad de Las Palmas, hay 38. En total, en toda la isla, son el doble de efectivos que en Tenerife. Aquí solo hay cinco parques para toda la isla, mientras que en Las Palmas hay tres solo dentro de la ciudad.

Recientemente, José Antonio Valbuena, el consejero de Seguridad del Cabildo de Tenerife, ha declarado que los efectivos son “los mínimos necesarios” para trabajar. ¿Están de acuerdo? ¿Se puede trabajar bien con 44 bomberos profesionales para todo Tenerife?

Sevillano: Nada de acuerdo. Valbuena ha anunciado la construcción de varios parques, y antes que él otros hicieron lo mismo. Son parques que nunca se han hecho, aunque han salido mucho en prensa. La media nacional en España está en un bombero por cada 2.000 habitantes. Aquí en Tenerife hay un bombero por cada 5.000 habitantes. En Gran Canaria son casi cien de guardia cada día.

Cuesta pensar que haya 44 bomberos para toda la isla... Si hubiera que atender una emergencia en el sur de Tenerife, ¿qué bomberos acudirían?

Sevillano: En una primera intervención acudirían los diez que están de guardia en el sur, en el parque de San Miguel, a no ser que estuvieran en otro servicio. Si hiciera falta, ya nos activarían aquí, en Santa Cruz, que yendo en camión ya sabemos todos lo que podríamos tardar en llegar. Ahí se ve la precariedad con la que trabajamos. Eso afecta a nuestra seguridad y a la de los ciudadanos. Hay que tener en cuenta que el sur es el motor económico de la isla; las grandes empresas hoteleras están ahí. Y no se corresponde la cantidad de ciudadanos que hay, más los turistas, más la cantidad de gente de otros municipios que va allí diariamente a trabajar, con la inversión en seguridad que existe, con un único parque de bomberos para toda la zona sur, que estamos hablando de un territorio abrupto. En definitiva, estamos hablando de una mala distribución de recursos, de escasa dotación, problemas de seguridad para bomberos y ciudadanos... Hay una precariedad manifiesta.

¿Dirían entonces que la isla, o partes de ella, está desprotegida?

Ángel David de Francisco: Sí. Hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. El que vive en Santa Cruz o La Laguna tiene un servicio inmediato. Si tiene un accidente de tráfico tiene muchas posibilidades de que se le atienda muy rápido. Pero un ciudadano de Santiago del Teide que tenga el mismo problema, los bomberos tardarían en llegar desde el parque de San Miguel unos 40 minutos.

En este sentido, ¿dirían que se han llegado a dar situaciones negligentes, es decir, se han dejado desatendidas necesidades básicas de los bomberos?

Angulo: Continuamente.

¿Y quién es el o los responsables de que esto ocurra?

Sevillano: Entendemos que los responsables tienen jerarquías, así que hay desde los que dirigen el Consorcio hasta los insulares (el Cabildo) y el propio Gobierno de Canarias, que saben que en Tenerife no se están cubriendo las necesidades en seguridad.

¿Podría poner algún ejemplo de situaciones críticas o comprometidas por la falta de medios, personal, lejanía...?

Sevillano: Cuando colapsó el edificio en Los Cristianos, o incendios en naves industriales, ahí nos hemos visto apurados. Como no hay personal suficiente nos saturan de horas extras y, si es en un periodo de vacaciones o que hay bajas, los pocos que están tienen que cubrir todos los servicios, y falta personal.

¿Se cubren las bajas y vacaciones?

Sevillano: Se cubren con horas extras de los demás, que doblan turno.

Y los periodos de descanso, ¿se respetan?

Angulo: No se respetan.

¿Eso cómo les afecta?

Sevillano: En el incidente de Los Cristianos, el derrumbe, atendieron en primer lugar los que estaban de guardia. Fueron todos allí. Si entonces hubiera habido un accidente de tráfico o un fuego no habría habido efectivos para atender lo otro, con lo que se comprometió la seguridad de los ciudadanos. Más tarde llegaron más dotaciones de Santa Cruz y La Laguna para reforzar. Luego llegó el personal que estaba libre de servicio, para reforzar los parques que habían mandado bomberos y hacer relevos. Estuvimos dos o tres días doblando servicio y la situación llegó al límite, porque todo el personal estaba metido en un mismo servicio, haciendo sus propios turnos y doblando. Llegamos a estar extenuados. Si llega a durar uno o dos días más, no sé qué habría pasado. Estábamos mermados.

Cuando llega el verano, ¿cómo hacen los turnos?

Sevillano: Un tercio de la plantilla se va de vacaciones. Cuando estamos todos, la dotación ya es escasa, porque no cubre las necesidades que debería, así que cuando se juntan vacaciones y alguna baja es aún peor. A veces ni siquiera se cubren las 44 plazas diarias que normalmente tenemos.

En cuanto a la edad de la plantilla, ¿cuál es la media?

Sevillano: Está entre 45 y 50 años, y el más joven ya tiene más de 30. Se dan situaciones a veces en las que tenemos que hacer un rescate, por ejemplo, en el Teide, en las que algunos miembros de la dotación ya tienen más de 50 años, que no son las mejores condiciones para realizar determinados servicios. Pero somos los que estamos, así que incluso ha subido gente que estaba a punto de jubilarse a rescates.

De Francisco: La administración ha dejado perder plazas, porque no han publicado anualmente la oferta de empleo público cuando tocaba. Si somos 44 bomberos diarios, por cinco turnos, deberíamos ser 220 trabajadores. Pero no llegamos a 190, con lo que hay un déficit de 30 bomberos en la plantilla. Si miramos a Gran Canaria, allí hay el doble que aquí. Además, desde 2009 no entra personal en Tenerife y la plantilla se ha envejecido.

Angulo: Hay una oposición en camino, pero los que entren no van a cubrir ni siquiera las plazas de los que se han jubilado hasta ahora. O sea, las cinco plazas nuevas que se convocarán ya no llegan para cubrir los puestos que se han quedado vacíos, con lo que estamos siempre decreciendo, en negativo.

¿Consideran que se ha intentado suplir esas carencias de personal con los voluntarios?

Sevillano: Sí, claramente. A nosotros nos apoyan en servicios cuatro asociaciones de voluntarios, y lo que se intenta es que bomberos voluntarios, mejor dicho, voluntarios que hacen de bomberos, estén distribuidos por algunos municipios, de manera que, como están ellos, no cuentan con los bomberos profesionales. Pero el servicio no es el mismo, la disponibilidad tampoco y la atención es precaria. A veces, incluso estando más lejos, hemos llegado antes que ellos. Se está intentado cubrir un servicio con gente que de forma altruista intenta hacer esa labor, pero que no está dando un servicio eficaz ni efectivo, ni de calidad. Creemos que así se discrimina también a los ciudadanos que no tienen cerca un parque de bomberos profesional, que sí recibirán un servicio de calidad.

¿Los requisitos para ser voluntario son los mismos que para ser profesional?

Angulo: Se desconoce. Tienen que cumplir unas condiciones, que nosotros hemos solicitado que nos digan cuáles son, pero no nos las facilitan. Esos datos deberían ser públicos, por ley, pero lo cierto es que no es así. Tampoco tienen responsabilidad civil a la hora de actuar, y nosotros sí.

Entonces, en el caso de una intervención en un servicio, ¿podría ocurrir que quienes realicen el rescate sean voluntarios, sin estar al mando de un profesional?

Sevillano: Sí. Por ejemplo en Masca, siempre que hay un incidente van solo los voluntarios, con lo que no sabemos en qué condiciones se realizan el rescate, el traslado y la atención. En teoría, el modelo del Consorcio, en sus protocolos de actuación, recoge que acuden los profesionales y, si hace falta más personal, se llamaría a los voluntarios, pero siempre con los bomberos profesionales al frente. Pero en realidad no ocurre así, y esto no debería estar pasando. Llevamos años denunciándolo en la Inspección de Trabajo. Si bien en teoría todo está de nuestra parte, lo que ocurre en realidad es que si hay un accidente en una zona lejana a un parque de bomberos, como puede ser Fasnia o Güímar, llegarán primero (o deberían, por cercanía) los voluntarios. El primero que llega es el primero que actúa, y muchas veces no tienen los conocimientos adecuados para proceder correctamente, por ejemplo, para sacar a una persona del interior de un coche siniestrado sin provocarle más daños.

De Francisco: Hay, además, una cuestión que creo que es malintencionada por parte de los políticos, que es equiparnos a todos de una manera muy similar, de forma que es muy difícil distinguir a un bombero profesional de una persona voluntaria. Los camiones y los uniformes son prácticamente iguales, solo un bombero los distinguiría. A veces, hasta la policía y la Guardia Civil nos confunden, con lo que los ciudadanos también, que piensan que han sido atendidos por un profesional y no es así. En el camión puede poner, por ejemplo, “Bomberos de Güímar”, y muy pequeñito, debajo, “Asociación de voluntarios”. A veces lo de “voluntarios” lo pone en el uniforme, pero casi no se ve, o llevan una uve (V) en el casco. Nosotros llevamos una be (B). Creemos que se trata intencionadamente de confundir a los ciudadanos porque lo que ve la opinión pública es que hay muchos bomberos, una masa, y queda muy bien para un político hacerse la foto con diez personas de uniforme, cuando solo cuatro de ellos son profesionales. Pero nosotros no estamos buscando un enfrentamiento con los voluntarios, ni queremos atacarlos, solo poner en el escaparate público lo que está pasando: que se está invirtiendo en el cuerpo de voluntarios mientras se deja morir el cuerpo profesional. Incluso algún político se ha atrevido a reconocernos que esto es una privatización encubierta.

Tradicionalmente, los bomberos son una institución que cuenta con el cariño de la sociedad. ¿Cómo consideran que están siendo tratados desde las administraciones?

Sevillano: Mal, porque somos un servicio que cuesta dinero mantener. Si lo ves como un gasto, somos costosos, pero si lo ves como una labor de prevención, como una inversión en seguridad, sale rentable, porque el trabajo que desempeñamos es salvar vidas humanas. Invertir en los bomberos es invertir en seguridad. Pero al político que prefiere invertir la mitad y hacerlo en los cuerpos voluntarios le da igual y además le sale más barato, porque al hacerse la foto lo que se ve es eso, que hay doce bomberos, cuando solo cuatro son profesionales y ofrecen un servicio de calidad. Después de muchos años pidiendo mejoras e inversión, que no llegaban por la crisis (en teoría), cuando se produce una inversión, al fin, se destina a construir un parque que ni siquiera está previsto en los planes de crecimiento del Consorcio y además es para los no profesionales en una zona que ya está cubierta por los profesionales. Esto, como poco, nos parece que no tiene sentido y es irresponsable.

La prioridad, se había dicho hasta ahora, era construir el parque en el sur de la isla. ¿Eso sí estaba en los planes del Consorcio?

Sevillano: En 2006 se hizo un plan director en el que se decía que era necesario construir un parque en el sur y que debía estar operativo en 2007. Eso es antes de la crisis, pero no se hizo nunca aunque se vendió en los medios de comunicación como que era inminente. En 2015 se ha actualizado el plan director y, atendiendo a las necesidades, se previó un parque en la zona de Candelaria y otro en Adeje, pero tampoco se han hecho. También se dijo de poner una dotación en el Parque Nacional del Teide, donde hay bastantes servicios, y tampoco se ha hecho.

Respecto a la huelga para protestar por la construcción del parque para voluntarios en La Laguna, ¿hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿Qué esperan que hagan las administraciones?

Sevillano: Pues tal vez un cambio en la gestión de los fondos públicos. Entendemos que las carencias son muy importantes y que los pocos fondos públicos que hay se deben destinar a paliar esas carencias y no a cubrir compromisos políticos del alcalde de turno con determinadas personas.

¿Esas carencias han sido debidamente comunicadas a los responsables?

Sevillano: Repetidamente, tanto a los responsables del Consorcio como a los responsables en el Cabildo, a Valbuena, y se ha dicho también en plenos del Consorcio al que han asistido, entre otros, el director insular de Movilidad del Cabildo, Manuel Ortega. Con el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, hemos intentado contactar, pero aún estamos esperando.

Si van a la huelga y no pasa nada, no consiguen nada, ¿qué harán?

Sevillano: Siempre se ha vendido que todo es maravilloso, que el Consorcio funciona bien y que da un servicio óptimo y de calidad. Además, en prensa siempre se ha ensalzado la figura del voluntario, pero todo esto es más propaganda que otra cosa. No somos cuerpos enemigos, sino que simplemente hay que distinguir entre el que es profesional y el que no, y que debe haber una jerarquía, que los voluntarios son un complemento, solo para servicios que se salen de lo normal y cuando hace falta un apoyo, pero nunca como sustitutivos, que es lo que está ocurriendo muchas veces. Y si coincidimos en un servicio, nosotros tenemos que supervisar lo que ellos hacen, pero a veces entorpecen nuestro trabajo, sobre todo en situaciones de mucho estrés o tensión, en las que ha pasado algo grave. Hay que mirar que se actúa correctamente y ha ocurrido (no siempre, pero ha ocurrido) que se ha puesto en riesgo la seguridad de los propios voluntarios y de los profesionales por acciones que, por desconocimiento, ellos han llevado a cabo. La situación, en esos casos, se complica aún más. Esto es aparte, que la huelga es por la mala gestión de los fondos.

¿Si el parque fuera también para los voluntarios, pero se construyera en otra parte de la isla donde fuera necesario, también irían a la huelga?

Sevillano: Lo que hacen falta son tres parques profesionales: uno en Arona-Adeje, otro en Candelaria-Güímar y otro en Santiago del Teide. Si lo construyeran para los voluntarios en alguna de esas zonas nos chocaría menos, pero aún así no nos gustaría esa situación.

¿Les han dado alguna explicación de por qué se construye en una zona donde ya hay otros dos parques de bomberos?

Sevillano: Nos lo han dicho clarito aquí en sede plenaria del Consorcio: es un compromiso con determinadas personas del que fuera alcalde de La Laguna y hoy es presidente del Gobierno de Canarias. Cargos del Cabildo que vinieron al pleno del Consorcio nos dijeron que ellos no podían hacer nada, porque era un compromiso. La gente no sabe la realidad. Como no necesitarán a los bomberos más que una vez o dos en sus vidas (o ninguna), no son conscientes de lo que está pasando y de cómo les podría afectar si tienen, por ejemplo, un accidente de tráfico en una zona no cubierta, como puede ser el Teide. En 2006 firmamos un acuerdo de finalización de huelga que decía que íbamos a ser 52 bomberos diarios. Pero luego vino lo crisis y no se cumplió, algo que era de obligado cumplimiento. No somos expertos en comunicación. Esto nos cuesta, y por eso tal vez hemos hecho poco ruido en la sociedad con nuestros problemas. No nos queda otra que ir a la huelga.