El Cabildo de Tenerife junto con los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste, ha presentado ante la Unesco la candidatura del Macizo de Anaga como Reserva de Biosfera.
La decisión se conocerá el próximo martes, día 9 de junio, en la reunión del Consejo de Coordinación Internacional del Programa MaB de la Unesco que tendrá lugar en París.
La candidatura del Macizo de Anaga ha contado con la ayuda y defensa de la catedrática de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna y presidenta del Consejo Científico del Programa MaB, Marisa Tejedor.
El presidente en funciones del Cabildo, Carlos Alonso, y los alcaldes en funciones de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste, José Manuel Bermúdez, Fernando Clavijo y José Manuel Molina, respectivamente, han presentado la candidatura junto a Tejedor.
Carlos Alonso destacó el trabajo realizado por todas las personas –consejeros, concejales y técnicos- de las administraciones “para conseguir esta declaración, que tenemos que asumir como el principio de una nueva etapa para Anaga. Hay que incidir en tres aspectos fundamentales, como es la incorporación de un sistema de gestión de la reserva marina, que forma parte de la reserva de la biosfera, y que todavía no ha sido declarada por el Estado. Tenemos que tener sistemas de seguimiento, control y protección de ese ámbito y vamos a necesitar la aportación de recursos y medios”.
“Otro aspecto fundamental es la ampliación de los procesos de participación que ya están establecidos en el Plan Rector, pero que la declaración también exige de forma clara, de tal forma que los pobladores de Anaga vean esto como un proyecto suyo, que les dará calidad de vida y un futuro basado en la diferenciación, por la riqueza que posee la zona, ante un mundo globalizado”, asegura Alonso.
El mandatario insular también aboga por el esfuerzo conjunto desde el punto de vista de la inversión “desde el Cabildo, los tres ayuntamientos y espero que también desde el Gobierno de Canarias, para invertir las partidas adecuadas para potenciar Anaga”.
Por su parte, José Manuel Bermúdez asegura que es “un alcalde feliz” y dijo que “era importante que los vecinos vieran como suyo esto objetivo, por lo que tuvimos numerosas reuniones, para explicarles que esto es una gran oportunidad para mejorar desde el punto de vista medioambiental, de calidad de vida y de atracción de visitantes. La reserva de la biosfera es una marca reconocida en todo el planeta y los turistas sabrán que merece la pena visitarla”.
Fernando Clavijo explicó que “una de las preocupaciones era saber si se podía mantener y compatibilizar la actividad tradicional que realizan los habitantes de Anaga con la declaración como reserva de la bioesfera y ésta no solo la contempla sino que la potencia, con lo que estamos muy satisfechos”. Por su parte, José Manuel Molina también mostró su alegría “porque Tegueste se verá beneficiada con esta declaración por la dinamización económica que conlleva y en la que se aúna la conservación, la investigación y la sostenibilidad y, sobre todo, la participación ciudadana en la gestión y conservación del territorio. También es fundamental la divulgación y el conocimiento de los valores de Anaga”.
La presidenta del Consejo Científico del Programa MaB, Marisa Tejedor fue optimista a la hora de valorar las posibilidades de que la Unesco declare el Macizo de Anaga como reserva de la biosfera “porque viene avalado por el trabajo de muchas personas, técnicos con grandes conocimientos sobre la zona en las diferentes aspectos que aborda. Se ha realizado una gran labor y esperamos concretarla en París para empezar una nueva etapa, ya como reserva de la biosfera”.
Tejedor explicó que se ha recorrido un largo camino y que Anaga “siempre ha contado con los elementos necesarios para ser reserva de la biosfera desde el punto de vista de la conservación, desarrollo sostenible y logística. El elemento fundamental es el humano, con un patrimonio cultural muy rico, y con una perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza”.
La catedrática de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna también destacó los valores naturales de Anaga “que es el territorio con el mayor número de endemismos por kilómetro cuadrado de toda Europa. Hay más de 1.900 invertebrados, 15 hábitats comunitarios y una diversidad genética espectacular: es una isla dentro de una isla”, asegura Marisa Tejedor.
La declaración de Reserva de la Biosfera aboga, entre otras cosas, por el desarrollo de las actividades humanas tradicionales en un contexto de equilibrio medioambiental, donde se debe procurar mantener cultivos con variedades locales, así como el fomento de razas autóctonas y sus manejos de acuerdo a prácticas culturales propias, al igual que actividades industriales respetuosas con el entorno. Por ello se entiende que esta figura es una marca de calidad que puede ayudar al desarrollo de este territorio.
El título de Reserva de la Biosfera es propuesto por los diferentes estados miembros y reconocido a nivel internacional dentro del marco del programa Hombre y Biosfera (MAB) de la Unesco. Se trata de áreas que pertenecen a ecosistemas representativos terrestres, costeros o marinos, o una combinación de ellos, cuya importancia para el suministro de conocimientos prácticos y científicos y de valores humanos puedan contribuir al desarrollo sostenible. En la actualidad, existen 631 Reservas de Biosfera distribuidas a lo largo de 119 países, 45 de las cuales se encuentran en España, incluidas las seis que se sitúan en Canarias.
La Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga tiene una superficie total de 48.727,6 ha, de las cuales 15.489 corresponden al medio terrestre y 33.238 ha al medio marino. El territorio de la Reserva de la Biosfera se localiza en el extremo nororiental de Tenerife, ubicado dentro de los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste, además de la franja marina hasta los 1.000 metros de profundidad que les rodea.
La propuesta de Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga comprende una parte terrestre que abarca toda la península de Anaga, además de parte del núcleo urbano de Tegueste, así como los enclaves de Bajamar y Punta del Hidalgo y una parte marina que va desde la desembocadura del Barranco Agua de Dios en Tejina, hasta la desembocadura del Barranco de Tahodio en Santa Cruz y en línea recta hasta la cota batimétrica de los 1.000 metros que circunda esta costa. Dicha parte marina coincide con lo recogido en el documento de creación de la futura Reserva Marina de Anaga, elaborada por el Cabildo y consensuada con las cofradías de pescadores de esta zona, que se encuentra pendiente de aprobación por el Gobierno Central.
El documento de declaración de la Reserva de la Biosfera del Macizo de Anaga ha sido discutido y consensuado con los distintos colectivos de esta zona, en especial a través del Plan de Acción donde se recogen las propuestas de desarrollo. Además, existe el compromiso de desarrollar un trabajo conjunto con amplia participación ciudadana, que se vería intensificado una vez otorgado este título por parte de la Unesco.
Una vez que la Unesco declara una Reserva de Biosfera, ésta queda sometida a la jurisdicción soberana del Estado en que está situada y adoptará las medidas que considere necesaria para su protección y mantenimiento, conforme a su legislación nacional. También son de aplicación las Estrategias y Planes de Acción del Programa MaB. En el caso de Anaga, todas las actuaciones que se pretendan realizar estarán reguladas por el vigente Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Rural y por lo estipulado en los respectivos Planes Generales Municipales de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Tegueste, para aquellos territorios que queden fuera del Parque Rural.