El hombre de nacionalidad alemana detenido como supuesto autor de la muerte de su mujer y de su hijo en Adeje (Tenerife) lleva cuatro horas declarando ante la juez titular de Violencia Machista de Arona, a cuya presencia ha sido trasladado este viernes por la Guardia Civil.
Fuentes de la investigación han informado de que agentes de la Guardia Civil tienen previsto trasladarse de nuevo al domicilio del detenido, que fue registrado ayer, en busca de una medicación que utilizaba por si fuera relevante para el caso.
El hombre, de 43 años, fue detenido a raíz de que su otro hijo, de seis años, fuera encontrado deambulando en el área de la cueva donde posteriormente aparecieron los cadáveres de su esposa e hijo de diez años, con señales de estos haber muerto violentamente.
Durante los interrogatorios con la Guardia Civil, ante de su comparecencia judicial, el detenido ha mantenido su versión de que dejó a su familia con vida en la zona a la que habían ido de excursión.
El hombre, de nacionalidad alemana, igual que el resto de la familia, vive en Adeje, aunque no está empadronado en el municipio y al parecer su mujer, de la que estaba en trámite de separación, estaba de visita en la isla con sus dos hijos.
Además del detenido, parece que estaban citados en el juzgado tres testigos.
Los datos confirmados por el delegado del Gobierno
También este viernes, el delegado del Gobierno en Canarias, Juan Salvador León, dijo que la mujer alemana y su hijo mayor que fueron asesinados presuntamente por su marido y padre del niño y murieron por un “ataque con piedras” dentro de la cueva donde fueron localizados los cadáveres, en la zona de alta del municipio de Adeje, cerca de La Quinta.
Así lo ha avanzado a los periodistas el delegado, que tras el minuto de silencio de repulsa convocado en Las Palmas de Gran Canaria, se ha preguntado “cómo una mente puede calcular” una “terrible atrocidad”. “Escapó de la muerte pero sufrirá las consecuencias toda su vida”, ha agregado.
Según ha contado a varios medios de comunicación el delegado, la vecina holandesa que acogió al niño en su casa en la noche del martes e hizo de traductora ante la Guardia Civil indicó que los niños y la mujer fueron engañados por su padre para acudir a la cueva en busca de huevos de pascua durante una excursión, una tradición muy extendida en Alemania por estas fechas.