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Vuelve la luz a Ten-Bel, el decadente paraíso turístico de Tenerife al que le cortaron el suministro por impagos

Canarias Ahora

11 de febrero de 2022 21:06 h

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Los vecinos y vecinas de Ten-Bel, que llevaban sin luz desde el pasado 29 de diciembre, recuperaron en la tarde de este jueves el suministro eléctrico. Así lo confirma a Canarias Ahora Luca Mastrantonio, actual presidente de una de las urbanizaciones del decadente paraíso turístico del sur de Tenerife. Cabe recordar que el corte afectaba a unas 1.500 viviendas y que se derivó de una deuda que Ten-Bel Turismo, S.L., la empresa propietaria de este conjunto de urbanizaciones, mantenía con Endesa. El problema es que todas las urbanizaciones tienen unificado el contrato eléctrico, es decir, no los tienen individualizados ni por viviendas ni por urbanizaciones. Y a pesar de que los vecinos han abonado el importe de sus facturas a la empresa, que es la titular del contrato, esta no ha hecho lo propio.

Explica Mastrantonio, que desconoce el acuerdo al que se llegó para reponer el suministro, que ya se ha convocado a una reunión la próxima semana para conocer cómo será la forma de pago. Añade que se intentará poner de acuerdo al Ayuntamiento y a los propietarios para poner contadores individuales y que cada una pueda elegir la empresa que quiere que suministre su electricidad. “Seguimos dependiendo de una empresa privada y es gravísimo que sigamos así”, completa.

El paraíso turístico que se quedó sin luz

A tan solo dos días de fin de año, con sus facturas correctamente pagadas y sin recibir ningún tipo de aviso, los vecinos de la Ten-Bel dejaron de tener luz en casa. Al día siguiente se organizaron y, con la colaboración del Ayuntamiento, la Policía Local y Protección Civil, instalaron grupos electrógenos que desde el día 30 de diciembre proporcionan corriente eléctrica a las diferentes urbanizaciones del lugar. Y hasta este jueves, seguían rellenando con gasolina estos costosos aparatos para poder tener luz en sus casas. 

Un conflicto privado

Mastrantonio considera “inaceptable” que la corporación local de Arona no medie para solucionar el problema: “Nos hemos puesto en contacto con el Ayuntamiento en varias ocasiones y dicen que no pueden hacer nada”, afirmó para Canarias Ahora hace ya algunas semanas. Una opinión que mantiene hoy.

Fuentes municipales reconocieron en aquel momento que, efectivamente, al tratarse de una deuda privada entre Ten-Bel Turismo, S.L. y Endesa, el Ayuntamiento no podía inmiscuirse. El consistorio asegura haber hecho lo que estaba en su mano al ayudar a instalar esos grupos electrógenos que, sin embargo, tienen que costear las comunidades de vecinos. “Dicen que es un asunto entre la empresa y la compañía eléctrica, pero no deja de afectarnos a nosotros, los vecinos de su municipio, que pagamos nuestros impuestos, nuestras facturas y no tenemos culpa de esto”, afirmó indignado Mastrantonio.

Su comunidad, Apartamentos Eureka, está compuesta por unas 162 viviendas que en este tiempo mantuvieron apagadas sus iluminaciones en jardines y zonas comunes, “pero aún así, entre el alquiler de los generadores y la gasolina estamos gastando unos 4.000 euros semanales”, sentenció.

Empresa arruinada, ciudad en ruinas

Este desagradable episodio no es el primero que Ten-Bel Turismo, S.L. (el nombre proviene de la unión de las palabras Tenerife y Bélgica, que era el turismo que visitaba la zona en los años 60, cuando se inauguró, aunque su apogeo llegó en los 80, cuando contaba con todo tipo de instalaciones de ocio y deportes y más de 5.000 camas turísticas) causa al vecindario. La empresa que construyó lo que un día fue una de las primeras ciudades de vacaciones de España no solo tiene una deuda con la compañía eléctrica Endesa, sino que tiene también asuntos pendientes con Hacienda. Actualmente, aúna entre sus socios a diversos inversores y aparece en la última lista de deudores que ha hecho pública el pasado mes de diciembre la Agencia Tributaria, a quien debe más de 650.000 euros.

En abril del pasado año, la compañía volvió a ser noticia cuando los trabajadores del hotel Alborada Ocean Club, también propiedad de Ten-Bel, convocaron una huelga tras pasar tres meses consecutivos sin cobrar su sueldo. Esto, sumado a los otros tres salarios que ya se les debía de la gestión anterior –cuando el nombre del hotel era Annapurna– hacía un total de seis nóminas a deber por aquel entonces.

Además, esta zona residencial se encuentra en un pésimo estado de conservación: edificios vandalizados, paseos derruidos, jardines invadidos por las malas hierbas, calles sin iluminación, carreteras plagadas de baches, zonas comunes completamente destrozadas… Tampoco ante esta situación puede hacer nada el Ayuntamiento de Arona, que observa impasible cómo lo que un día fue una de las zonas más lujosas y turísticas del sur de Tenerife está hoy sumida en el más profundo abandono.

En 2013, y ante la imposibilidad de hacer frente a la totalidad de los pagos que adeudaba, Ten-Bel Turismo, S.L. presentó, de forma voluntaria, la solicitud de concurso de acreedores, procedimiento en el que sigue inmersa a día de hoy después de que no fuese admitida la propuesta de convenio presentada por la empresa.