Sergio D. G., acusado del asesinato del abuelo de su exnovia en Icod de los Vinos (Tenerife), estaba enganchado a un juego online de rol y violento, según cree uno de los testigos que declaró este miércoles en el juicio con jurado que se sigue contra aquél en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
El abogado de la defensa, Ángel Ausin, sostiene que el acusado no disocia la realidad de los juegos online y se basa en su supuesta enajenación mental derivada de la adicción a esa práctica para pedir la absolución de Sergio D. G. y su internamiento en un establecimiento psiquiátrico hasta su curación, si ocurre.
Sin embargo, la fiscal Isabel Gurriarán y el abogado de la acusación particular en nombre de la familia, Juan López Monetor, sostienen que el acusado está sano mentalmente y piden la prisión permanente revisable, o alternativamente 25 años de prisión, por un asesinato planeado minuciosamente y que cometió con ensañamiento innecesario en venganza contra su novia por romper la relación.
Los hechos ocurrieron el 14 de enero de 2016 en el domicilio la víctima, de 67 años, aquejado de discapacidad motora y de habla por haber sufrido un ictus, quien recibió 37 puñaladas y cortes realizados con tres cuchillos diferentes y fracturas en los huesos de la cabeza y la cara a causa de los fuertes golpes producidos con un trofeo, un palo y una estatuilla.
La defensa no pone en duda la autoría de los hechos, pero defiende la enajenación mental del acusado derivada de su adicción a los juegos online violentos, cuestión que deberá decidir el jurado con su veredicto.
En la sesión compareció como testigo de la acusación un amigo común del acusado y de su exnovia, quien había salido con ella previamente y conoció a ambos y los presentó a través de la red social Tuenti.
Este testigo, residente en Icod de los Vinos como la joven, explicó que su relación con Sergio D. G, quien vivía en Santander, se basaba fundamentalmente en su afición común a un juego online, War of Warcraft.
Definió ese juego como violento, el “típico juego de fantasía medieval” en el que la misión es casi siempre matar a otros personajes con armas blancas, como hachas y espadas.
Durante más de un año, compartieron el juego, al que el testigo dedicaba “demasiado” tiempo, unas seis horas diarias, y cree que Sergio, quien era un jugador, estaba “enganchado”, igual que él.
El testigo explicó que dejó de jugar a War of Warcraft porque le afectaba demasiado a sus estudios y desde entonces perdió la relación con Sergio, al que nunca notó “nada raro”.
Manifestó que no sabía que había iniciado una relación con la nieta de la víctima, aunque, según puso de relieve el abogado de la acusación particular, durante la fase sumarial había declarado que sí sabía que eran novios.
En la sesión de este miércoles del juicio comparecieron además distintos peritos de criminología que explicaron sus análisis de los objetos con los que se produjo el crimen, entre ellos dos cuchillos con la hoja rota y uno más con la hoja doblada.
Los peritos expertos en toxicología confirmaron que en el análisis de orina realizado al presunto autor del crimen no había rastro de alcohol, drogas o medicamentos.
En la sesión del juicio prevista para este jueves están citados, entre otros, los peritos psiquiatras y psicólogos, tanto los forenses como los que aporta la defensa, para determinar el estado mental del acusado.