Cuatro o cinco años más. Ese es el más que probable plazo hasta que se celebre la vista oral, por el procedimiento de Jurado, en la que se juzgue el soborno del empresario y abogado Luis Lleó al ex consejero de política territorial Carlos Espino. El intento de soborno, a través de Fernando Becerra, para retirar un pleito y desbloquear la situación urbanística de una parcela con un proyecto de mil viviendas en Playa Blanca, se produjo en el año 2008. Espino denuncia ante la UCO de la Guardia Civil y comienza un año de grabaciones hasta que en mayo de 2009 se producen las primeras detenciones del caso Unión.
La Fiscalía hizo la calificación de este caso en mayo de 2013. Pide seis años de prisión por cohecho para Lleó y un año y medio para Becerra, que admitió los hechos. Desde entonces se ha avanzado poco. El próximo 16 de diciembre está fijada la vista para las cuestiones previas. Lleó ha presentado un escrito de 550 folios que incluye 120 peticiones de nulidad. Impugna hasta el escudo de los folios en que se imprimieron algunos autos, y no es una exageración; y acompaña su petición de otros 560 documentos e informes periciales.
La vista estará presidida por el más tristemente célebre de los magistrados canarios: Salvador Alba. El mismo magistrado que en una grabación realizada por él mismo a sus compañeros de sección, en la que uno de ellos le dice que el “problema” de Lleó es que al ser un Jurado le van a condenar seguro, contesta: “Espérate, hay cuestiones previas ahí, cuidado” y añade que “esas cuestiones previas van a durar”.
Alba podría ser apartado de esa causa (y de todas) antes de resolver esas cuestiones previas, bien porque progrese la querella contra él por fabricar una declaración con el empresario Miguel Ángel Ramírez o bien porque lo sancione el Poder Judicial por lo mismo. En ese caso, se tendría que nombrar un nuevo presidente del Jurado y empezar de cero con las cuestiones previas.
Pero, si no acaba apartado y no anula nada, la demora también va a existir. Con esa cantidad de peticiones es muy probable que la vista no se resuelva antes de dos años. Las cuestiones previas del caso Eolo, cuya vista fue en agosto de 2013, se resolvieron en el plazo de un año, pero tres años y medio después, el juicio sigue sin fecha.
Después de que resuelvan las cuestiones previas, sea cual sea el resultado, habrá recurso de apelación, el siguiente paso será redactar un auto con los hechos susceptibles de ser juzgados, que también se puede recurrir, y después habrá que conformar el Jurado, a cuyos miembros se puede recusar. Viendo la trayectoria de Lleó, seguro que encuentra motivos para recusar a alguno de ellos, tal y como hizo antes recusando al magistrado José Luis Goizueta y tal y como hará, probablemente, en caso de que sea apartado Alba, a quien no ha recusado, con el magistrado que se nombre.
La recusación de Lleó a Goizueta hizo efecto porque había resuelto previamente alguna cuestión sobre su caso y se considera que está contaminado, pero será difícil encontrar a algún otro juez en la Audiencia que no haya resuelto ninguno de los 65 recursos que ha puesto Lleó en los últimos siete años.
Por otra parte, Alba también será el ponente de la pieza de las comisiones ilegales del PIL en Arrecife. La Fiscalía se quejó hace dos meses de que hace ocho que se puede fijar la fecha del juicio y no se ha hecho. Como muy pronto se celebraría en 2018 porque el año que viene la sección sexta tiene previsto celebrar el caso Faycán.