El Grupo Santana Cazorla salta por los aires después de años de enfrentamiento judicial entre los hermanos

Canarias Ahora

5 de enero de 2022 20:09 h

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El grupo Santana Cazorla ha comenzado su proceso de desintegración. El enfrentamiento cada vez más enconado entre los dos hermanos que lo lideraban, Manuel y Santiago Santana Cazorla, ha conducido al primero a vender los derechos de liquidación de su 50% en la compañía, algunas de cuyas empresas se encuentran en concurso de acreedores, y dejar a Santiago solo frente un proceso que se antoja complicado dada la situación precaria del conglomerado, propietario, entre otras mercantiles, del grupo Anfi del Mar, el segundo operador mundial de multipropiedad después de Disney.

Manuel y Santiago Santana Cazorla llevan años de litigio en los tribunales de justicia, incluida la jurisdicción penal, especialmente por procedimientos promovidos por el primero al descubrir una presunta descapitalización del grupo a través de sociedades interpuestas en Suiza y en Canarias. Hace años que Santiago Santana Cazorla tiene su domicilio fiscal en Marruecos en un intento que fuentes empresariales del grupo asocian directamente a las querellas de su hermano.

En estas circunstancias y con la situación de las sociedades agravándose por momentos entre concursos de acreedores por millonarias deudas, Manuel Santana Cazorla ha decidido abandonar el grupo empresarial familiar y vender sus derechos en la compañía a IFA, empresa de origen alemán actualmente controlada por otra de las grandes compañías turísticas canarias, Lopesan, que a partir de estos momentos refuerza su posición en el mercado. IFA, que ya poseía el 50% de Anfi del Mar, pasa a controlar no esa compañía, gracias a tomar ahora las plazas de consejeros en el grupo que tenía Manuel Santana Cazorla, sino también otras como Mar Abierto, propietaria de hoteles de la cadena Paradise, mayoritariamente ubicados en la playa de Taurito, en el municipio grancanario de Mogán.

Solo Anfi tiene una plantilla de 600 personas, cuyo futuro estaba hasta ahora en el aire por la inestabilidad generada dentro de la propiedad. Dos de sus filiales, Anfi Sales y Anfi Resort, se encuentran en concurso necesario de acreedores decretado por Mercantil 1 de Las Palmas de Gran Canaria por una deuda de 30 millones de euros adquirida por el otro socio del grupo fundado en 1988 por el noruego Björn Lyng, ya fallecido. 

Las fuentes empresariales consultadas por este periódico no han facilitado información sobre el importe de la operación, que se cerró formalmente el pasado 22 de diciembre. Sí han concretado que en el paquete, además del Grupo Santana Cazorla, se incluyó la constructora Petrecan, que ha atravesado los últimos años graves dificultades que le han llevado incluso a tener que renunciar a adjudicaciones de obra pública. La última, el ensanche de una carretera en Melenara, en la ciudad grancanaria de Telde, el pasado julio.