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La Guardia Civil ratifica que la grabación al juez Alba es auténtica mientras la defensa se enroca en la manipulación

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El debate sobre la autenticidad o la originalidad del archivo encontrado por la Guardia Civil en la papelera del dispositivo de grabación utilizado por el empresario Miguel Ángel Ramírez para registrar la conversación que mantuvo con Salvador Alba en la reunión clandestina celebrada entre ambos el 16 de marzo de 2016 ha centrado la cuarta sesión del juicio contra el magistrado, protagonizada por los testimonios de los peritos. Los dos agentes del departamento de Criminalística del cuerpo armado que elaboraron los informes sobre esos audios ratificaron ante el tribunal que ese archivo, el denominado REC004, es auténtico, no contiene cortes, inserciones ni cualquier otro suceso “carente de lógica”. El perito de parte propuesto por la defensa, Jonathan Hellín, se ha enrocado, en cambio, en la tesis de la manipulación de esa grabación, según la cual esa prueba de cargo contra el juez es producto de un ejercicio de copia y pega de distintos fragmentos de conversaciones y de frases que no se atribuye su cliente. 

En una intensa jornada vespertina, de más de tres horas de duración, precedida por la reproducción íntegra de ese archivo de 77 minutos, los peritos han confrontado sus informes en una comparecencia conjunta. Después de que la declaración de su testigo estrella de última hora, Héctor de Armas, propietario de Seguridad Integral Canaria, diluyera el efecto sorpresa anunciado en la sesión inicial sobre la teoría de la conspiración contra Alba, la defensa ha confiado sus opciones en esta vista a la pericial practicada esta tarde, una prueba para la que ha recurrido a Jonathan Hellín, un perito forense vinculado a la ultraderecha y seguidor de Vox sobre el que la acusación ha cuestionado su formación, al no haber hallado en internet referencia alguna a los nombres de institutos americanos que figuran en su currículo.

La defensa de Alba se ha intentado agarrar a unas manifestaciones realizadas por los peritos de la Guardia Civil durante la fase de instrucción para tratar de corroborar su tesis de la manipulación de los audios, su principal baza para tratar de anular el procedimiento con el objetivo de que el magistrado salga indemne de las acusaciones de cinco delitos por las que se piden para él hasta trece años y medio de cárcel y 42 de inhabilitación. 

En concreto, el letrado Pedro Ayala se refirió a las declaraciones efectuadas por los agentes de Criminalística con motivo de la ratificación de su primer informe, el que tenía por objeto confirmar la autenticidad de los archivos REC 001 y REC002, los entregados por Ramírez en el Juzgado de Instrucción 8 de la capital grancanaria. Los peritos señalaron entonces que no era posible saber si el archivo encontrado en la papelera del dispositivo, el REC004, era el original, puesto que podía formar parte de otro aún mayor. 

A pesar de los reiterados intentos del letrado de Alba por trasladar la idea de que esas manifestaciones eran, de por sí, un indicio claro de que la grabación había sido alterada, los profesionales de la Guardia Civil desmontaron esta versión al explicar que un archivo puede ser auténtico, es decir, veraz y válido, pero no original, o lo que es lo mismo, la primera copia. “Una copia judicial es auténtica, no original”, han insistido los peritos, que en varios tramos de su comparecencia han desacreditado el informe de parte elaborado por Hellín, al que han acusado incluso en ocasiones de falta de rigor en las apreciaciones incluidas en sus escritos. 

La Guardia Civil firmó dos informes periciales a lo largo de la instrucción. El primero, que versaba sobre los audios REC001 y REC002, concluyó que, en efecto, los archivos habían sido manipulados, puesto que, en su parte final, incluían “dos transitorios” que simulaban el apagado de la grabadora. El hecho de que fueran “exactamente iguales” hizo sospechar a los agentes. El propio Ramírez ha reconocido que la grabación entregada en los juzgados había sido editada para excluir las partes de las conversaciones que aludían a terceras personas a las que quería proteger. Lo hizo, precisamente, a raíz de ese primer informe que halló de forma casual, en la papelera del dispositivo, el REC004, el archivo sobre el que se asienta la causa contra Alba. 

Los peritos de Criminalística explicaron que, después de limpiar ese archivo para borrar, en la medida de lo posible, el ruido de la grabación, elaboraron un segundo informe que ratificaba la hipótesis de que era auténtica, que REC001 y REC002 estaban incluidos en REC004, que no se apreciaba ningún corte ni manipulación y que todos los hechos manifestados por el empresario (el lugar en el que escondió el dispositivo, la sucesión de los acontecimientos…) eran compatibles con las características propias del audio. Según relataron, su trabajo no solo se basó en la “escucha activa”, sino también en el análisis de las frecuencias y las formas de ondas. 

Al ser cuestionados por el perito de la defensa sobre su forma de expresarse en las conclusiones de sus informes (más propia del “cálculo estadístico”, dijo), los especialistas de la Guardia Civil remarcaron que se basan en la vertiente más avanzada del campo de la Criminalística, según la cual la misión del perito no es enjuiciadora, sino colaboradora con los tribunales, de manera que se abandona la línea tradicional de “las certezas absolutas y las máximas categóricas”, porque “siempre puede haber algún error”, para apoyar una hipótesis sobre la autenticidad o no autenticidad de un archivo, en este caso de una grabación de audio. 

El seseo y el “plín”

Por su parte, el perito de parte, el “experto en Acústica” Jonathan Hellín, que ante las dificultades para entender a uno de los abogados de la acusación reconoció escuchar “muy bajito” por el oído derecho, introdujo una serie de elementos que, para el letrado de Alba, constituyen claros indicios de “manipulación de la grabación”. Aparte del ya mencionado sobre su originalidad, Hellín cuestionó la validez del REC004 recurriendo a los metadatos del archivo, a las fechas de creación y modificación de carpetas o a la discordancia temporal que, a su juicio, existe entre la duración de la grabación y el tiempo que permaneció Ramírez en dependencias judiciales aquel 16 de marzo de 2016, cuestiones todas ellas que fueron rebatidas por los especialistas de la Guardia Civil a preguntas del abogado del procesado o, en una segunda ronda de cuestiones, del representante de la Fiscalía, Vicente Garrido. 

La defensa también ha sostenido que algunas de las frases que se escuchan en la grabación y que la transcripción atribuye a Alba no fueron pronunciadas por su representado. Entre ellas, algunas de las sentencias que le incriminan con mayor claridad, como aquella en la que dice “me lo cargo”, en referencia al procedimiento por fraude fiscal contra Miguel Ángel Ramírez, o la referencia a los “indicios de nulidad” que atisbaba en la actuación de su predecesora en el Juzgado de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria, Victoria Rosell. El perito dijo que había llegado a esa conclusión tras someter a Alba a un “cotejo de voz” ante notario que demostraría que esas expresiones no pudieron ser proferidas por el juez, natural de Córdoba, porque su pronunciación no es la propia de un hablante de Canarias, “porque no sesea”. 

El perito de parte mantiene en su informe que en esa grabación existen 161 momentos de ruidos que son “susceptibles de enmascarar cortes”. Entre ellos, ha aludido a un tramo como ejemplo de la supuesta edición denunciada. En este fragmento se escucha una “señal acústica de 500 hercios (Hz)”, una interjección (“plín”), que, según Hellín, es incompatible con el resto de la grabación por resultar exageradamente elevada y porque, a su juicio, el contenido de las manifestaciones inmediatamente anteriores y posteriores no guardan relación entre sí. La tesis de la defensa es que ese sonido fue introducido para ocultar uno de los cortes. Este es el tramo al que hace referencia: 

Miguel Ángel Ramírez (M.A.R.): Vale, otra cosa: he cerrado la inspección 2009 antes de final de mes, pero no me valoran las horas, no me van a entrar en lo de las horas. Sabes que he removido Roma con Santiago para escapar de todo esto. Me falta que tú le des ahí la última puntilla. 

Salvador Alba Mesa (S.A.M): Plin. 

M.A.R.: Y  salimos, y te lo digo de cariño, por eso que... 

S.A.M.: Pues nos falta esto nada más. 

M.A.R.: Y, entonces, yo declarando el viernes, el lunes te presento los papeles. ¿Tú el lunes estás de vacaciones ya? 

S.A.M.: Estoy aquí, estoy aquí.