El hallazgo de una libreta en la casa de Juana Ramos, la mujer desaparecida en 2016 en Gran Canaria, puede dar pistas de cómo la pudo hacer desaparecer su exnovio, el principal sospechoso del caso, por lo que la jueza que lo instruye ha ordenado este viernes que se le haga una prueba caligráfica.
En un auto hecho público este viernes por la tarde, la magistrada del Juzgado de Violencia de Género número 2 de Las Palmas de Gran Canaria señala que, tras interrogar al acusado, la nueva prueba hace pensar que el investigado ha hecho desaparecer el cuerpo de su expareja de la misma manera que hizo con la alianza de su primer matrimonio, que metió en una cueva bajo el mar.
El sospechoso, Miguel Ángel R.Q., sí declaró ante la magistrada, María Auxiliadora Díaz, aunque sus acusadores particulares habían dicho que no contestó a las preguntas que se le formularon a causa de la libreta hallada y no de una carta, como en un principio se dijo, según señalaron fuentes de la investigación.
La magistrada señala en el auto que no se puede “dar ninguna verosimilitud” a lo declarado por el investigado, ya que desde un primer momento ha faltado a la verdad en innumerables ocasiones, desde la geolocalización de los teléfonos el día de la desaparición de Juana Ramos.
Miguel Ángel R.Q. protagonizó un altercado con los periodistas para tratar de eludir su presencia tanto a la entrada como a la salida de la Ciudad de la Justicia de la capital isleña, adonde acudió acompañado de una hija suya menor que también fue citada a declarar, aunque se acogió a su derecho para no hacerlo al tratarse de su padre.
En la libreta cuenta, supuestamente el sospechoso, lo que hizo con la alianza de casado cuando vio que “aquello no funcionó”.
El auto reproduce una parte de lo escrito en la libreta en la que cuenta que amarró la alianza de su esposa a un plomo grande, se fue de pesca submarina y metió el anillo en una cueva bajo el mar que solo él solo sabe dónde está y que “ahí se hundió su matrimonio”.
Según la magistrada, es “importante” efectuar la pericial caligráfica para que “no quede la más mínima duda” de que su contenido ha sido realizado por el sospechoso y así avanzar en la investigación.
La resolución adoptada por la magistrada puede ser objeto de recurso ante la Audiencia de Las Palmas en un plazo de cinco días.