“Si me das 50 euros, me olvido de esto”. Un tribunal de jurado juzgará la próxima semana a un agente de movilidad de Las Palmas de Gran Canaria para quien la Fiscalía pide dos años, tres meses y un día de prisión por un delito continuado de cohecho. El ahora acusado pedía 50 euros a conductores y conductoras que habían cometido alguna infracción de tráfico a cambio de no tramitar el correspondiente boletín de denuncia. El agente se valía así de la autoridad que le otorgaba su empleo público para tratar de obtener “un beneficio patrimonial ilícito”.
El Ministerio Público también solicita para el agente una multa de 1.620 euros y la inhabilitación para ejercer en la Policía Local durante cinco años. En su escrito de calificación y a la hora de ponderar las penas, el fiscal le aplica las circunstancias atenuantes de toxicomanía, ya que el procesado consumía cocaína en el momento de producirse los hechos, y de reparación del daño causado, puesto que ya ha consignado en los juzgados los 100 euros que le pagaron dos conductores.
Los hechos ocurrieron entre el 20 y el 23 de febrero de 2017, apenas cinco meses después de su ingreso en el cuerpo auxiliar de la Policía Local como funcionario interino.
Según el relato de los hechos contenido en el escrito de la Fiscalía, fueron al menos seis los conductores a los que pidió esa cantidad de dinero para no presentar denuncia. Los dos primeros casos se produjeron el día 20 de febrero en la zona del Puerto de la capital, en las calles Alfredo L. Jones y Albareda. El primero había estacionado en un área no permitida. La segunda había hecho uso del teléfono móvil mientras conducía. En ambos, el patrón de actuación es el mismo. Tras percatarse del hecho sancionable, el agente se dirigía a los infractores para informarles del importe de la multa y, posteriormente, reclamarles la dádiva para hacer la vista gorda. “Esto son tres puntos de carné y 200 euros de multa (…) Se me está ocurriendo una forma de arreglar esto y es pagándome 50 euros”, habría dicho el acusado a la conductora que estaba usando su móvil mientras circulaba, que decidió acceder a esa pretensión y pagarle esa cantidad, “no sin el lógico estupor”.
El escrito también expone que el primero de ellos, el que estacionó mal su vehículo, se dirigió horas después a la comisaría para poner en conocimiento de la Policía Nacional lo sucedido.
Este modo de operar se habría repetido el día 22 con otros tres conductores en el intervalo que transcurrió entre las 16.30 y las 18.00 horas en la misma zona, entre el Parque de Santa Catalina y la playa de Las Canteras. “Me voy a fijar en tu cara y en tu coche”, le habría espetado a uno de ellos después de que este le dijera que no era posible pagarle los 50 euros, ya que solo disponía de 10. “¿Crees entonces que debo continuar con la denuncia?”, preguntó a otra que el día 23 de febrero, en la calle Juan Rejón, se negó a satisfacer sus pretensiones y que finalmente recibió la denuncia del agente.
Para el Ministerio Público, el trastorno de carácter leve-moderado que presentaba el acusado como consecuencia del consumo de cocaína no anulaba o alteraba sus facultades, aunque sí las disminuía levemente, por lo que entiende que concurre el atenuante analógico de toxicomanía.
La vista oral está señalada para el lunes 20 y el martes 21 de enero en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas.