El Jurado de la Audiencia de Las Palmas ha considerado este jueves culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento al acusado de quemar vivo al abogado Juan Betancor en su finca de Santa Brígida, en Gran Canaria, el 29 de mayo de 2022, en la que vivía y trabajaba el procesado desde hacía 16 años.
Según el veredicto, del que se ha dado lectura a última hora de la tarde de este jueves, el acusado Antonio P.G., de 74 años también amenazó de muerte con un cuchillo a su mujer para quitarle su teléfono móvil y la dejó encerrada en la casa del matrimonio para evitar que pidiera ayuda, si bien logró saltar por una ventana y salir por una pendiente de la finca hasta llegar a casa de una vecina.
Tras el pronunciamiento del Jurado, la fiscal Cristina Coterón y la acusación ejercida por el letrado Juan Jacob Betancor, hijo del fallecido, han reclamado la condena que inicialmente solicitaban de 30 años y medio, en el caso del Ministerio Fiscal, y en el de la familia, la máxima que se pueda imponer por estos hechos, 33 años de prisión, por los delitos de asesinato, amenazas y detención ilegal.
Además, reclaman el pago de una indemnización de 100.000 euros a su viuda.
Ambas acusaciones han pedido que no se tenga en cuenta el hecho probado de confesión como atenuante, al entender que el procesado no facilitó la investigación, sino que reconoció parcialmente lo que hizo en su interés para beneficiarse en el juicio, ha remarcado Juan Jacob Betancor.
El abogado de la defensa, Emilio Collazos, ante el veredicto dictado ha manifestado que su cliente “estaba condenado antes de entrar” en la sala.
El acusado, en su derecho a la última palabra, ha reconocido que le echó gasolina a su jefe pero que no lo quemó con un mechero, pese a que ha sido considerado probado por el Jurado.
Y también ha vuelto a negar que amenazara con un cuchillo a la mujer de Juan Betancor.
Según ha estimado el tribuna popular, Antonio P.G., movido por odio y resentimiento acumulado desde años atrás, acabó con la vida de Juan Betancor de forma “cruel”, tal y como lo había planeado, la mañana del domingo 29 de mayo de 2022.
Conforme al veredicto dictado, el acusado cuando observó que su jefe salía de su vivienda, lo esperó en un pasillo estrecho con un cubo que había llenado de gasolina y gasoil, se lo arrojó por todo el cuerpo, desde la cabeza a los pies, y le prendió fuego con un mechero, por lo que quedó envuelto de forma inmediata en llamas y lanzó gritos dolor y pidió auxilio a su mujer.
Además, cuando la víctima se metió en un aljibe para apagar las llamas con el agua, el acusado cerró la tapa y la cubrió con un horno viejo y la puerta de un coche para evitar que pudiera salir, con el fin de asegurar su muerte y causarle más sufrimiento y agonía, según el Jurado.
En su veredicto ha negado la suspensión de la pena de prisión y que Antonio P.G. pueda solicitar ser indultado.