Un delito de falsificación y otro contra los derechos de los emigrantes. Bajo esos cargos fue detenido el pasado miércoles quien fuera líder promotor del nacionalismo canario, ideólogo de Coalición Canaria, diputado nacional y consejero de Hacienda del Gobierno regional, entre otros muchos cargos, José Carlos Mauricio. Fue una detención fugaz: la Policía lo citó, le leyó sus derechos, le formuló algunas preguntas y lo puso a continuación en libertad con una citación para el próximo día 17 en el Juzgado de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria.
Será allí donde tenga la ocasión de explicarse José Carlos Mauricio dado que en su comparecencia ante la Brigada de Extranjería, en la Jefatura Superior de Policía de Las Palmas de Gran Canaria, el ya retirado líder comunista se negó a declarar acogiéndose a ese derecho.
Los hechos por los que se le han abierto estas diligencias se vienen investigando desde hace meses al descubrir la Brigada de Extranjería en una operación rutinaria la contratación de una ciudadana cubana por parte de una fundación de la que es titular José Carlos Mauricio.
Las primeras informaciones apuntan a que el veterano político contrató a esa mujer en connivencia con el decano de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Juan Manuel Benítez del Rosario. Se trataba, según las pesquisas policiales, de una contratación ficticia ya que de las primeras investigaciones se dedujo que la trabajadora apenas pasaba por la sede de la fundación contratante, sita en la plaza de Santa Ana, y viajaba por largos periodos de tiempo a Cuba, donde reside su familia, particularmente su hija. En la fundación, en realidad, sólo trabaja una de las hijas de Mauricio.
Por estos hechos, tanto la ciudadana cubana como su amigo, el decano de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, también se encuentran encartados por los presuntos delitos de falsificación y contra los derechos de los inmigrantes al tratarse de una acción supuestamente encaminada a la obtención de un permiso de residencia mediante documentos falsos.
José Carlos Mauricio, de 74 años, lleva retirado de la política activa desde 2007, tras ser derrotado en las urnas cuando encabezaba la candidatura de Coalición Canaria al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Su trayectoria política fue muy extensa. Empezó en el Partido Comunista de España en la clandestinidad y llegó a formar parte de su dirección nacional. Luego fundó Iniciativa Canaria (Ican), partido con el que abrazó el nacionalismo hasta convertirse en 1993 en el aglutinador de otras diez fuerzas insularistas y localistas que confluyeron en Coalición Canaria. Desde entonces, ese partido no ha abandonado el poder en la Comunidad Autónoma.
Como diputado en las Cortes Generales (1996-2003) se convirtió en uno de los habituales de José María Aznar en La Moncloa, una influencia que le valió el título de “conseguidor” para los intereses de las islas. La prensa parlamentaria le concedió en varias ocasiones el premio Cánovas del Castillo por su capacidad oratoria.
Durante su jubilación se ha dedicado al asesoramiento empresarial en diversas materias, fundamentalmente la turística, junto a la también periodista Marta Cantero.
Este encontronazo con la justicia, el más grave que sufre desde la transición política, se suma a la condena que sufrió al ser sorprendido por la Guardia Civil conduciendo su automóvil sin carné de conducir. Lo hizo durante décadas y lo terminó obteniendo tras una fuerte multa.