Al juez Salvador Alba no le ha hecho ninguna gracia la exclusión de su colega Rafael Lis del tribunal que lo tendrá que juzgar próximamente por los cinco delitos que se le atribuyeron tras descubrírsele maniobrando en contra de la magistrada Victoria Rossell. Su abogado interpuso un recurso al día siguiente de que la letrada de la Administración de Justicia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) emitiera una providencia detallando la composición del tribunal, fijada “por orden cronológico de entrada en esta Sala de los nombramientos de los magistrados reseñados”.
Así, el tribunal quedó compuesto por José Félix Mota, como presidente y ponente de la sentencia, y por Secundino Alemán y Julio Wood. Tal resolución dejaba fuera a Rafael Lis, que había sido recusado tanto por la acusación particular (Victoria Rosell), como por las acusaciones populares (Podemos y el periodista Carlos Sosa). Todas las partes alegaron la estrecha amistad entre Salvador Alba y el polémico Rafael Lis, actualmente al frente de Instrucción 3 de Arrecife, juzgado al que acaba de incorporarse tras cumplir una sanción disciplinaria de seis meses de empleo y sueldo por no apartarse de una causa en la que su esposa era abogada de una de la partes.
Lis, además, habrá de jubilarse el 26 de mayo indefectiblemente, al cumplir 72 años.
La recusación fue rechazada por el TJSC, que mantuvo al juez como ponente de la sentencia. Sin embargo, la letrada de la Administración de Justicia, al apreciar que había sido alterado el orden cronológico de entrada de los nombramientos de magistrados, corrigió el error y dejó fuera a Rafael Lis, sustituyéndolo por quien entró antes que él, Secundino Alemán.
La reacción de la defensa jurídica de Alba no se hizo esperar y, de inmediato, interpuso recurso contra tal resolución alegando infracción de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de un acuerdo del Consejo General del Poder Judicial y del derecho de su defendido al juez natural predeterminado por la ley. Todo ello por entender que Secundino Alemán fue nombrado por el presidente del TSJC, Antonio Doreste, para resolver la recusación que Alba había formulado contra Julio Wood, y que al quedar resuelta esta, el siguiente de la lista debía sustituirle, es decir, Lis.
Además, Alba ha presentado un escrito reclamando que se agilicen los trámites para celebrar juicio oral, cuya apertura fue decretada en mayo de 2018 por la magistrada instructora, Margarita Varona. Durante este periodo de casi un año, Alba ha recurrido prácticamente todas las resoluciones y se ha opuesto a media docena de nombres de magistrados y magistradas con opción a formar parte del tribunal.
Salvador Alba Mesa está acusado de los delitos de prevaricación judicial, cohecho, falsificación de documentos judiciales, revelación de secretos y negociaciones prohibidas a funcionario público. La Fiscalía pide para él una condena a 10 años de prisión y 29 de inhabilitación. Las acusaciones elevan las penas hasta 14 años de cárcel.