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Victoria Rosell: “Soria no ha explicado aún cómo accedió a los informes del juez Alba para querellarse contra mí”

Alexis González

Las Palmas de Gran Canaria —

Hace cuatro años la magistrada Victoria Rosell decidió dar el salto a la política, y encabezó como independiente la lista de Podemos al Congreso por Las Palmas. En octubre de 2015 dejó su plaza en el Juzgado de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria para concurrir a la cita electoral de aquel 20 de diciembre. Como principal y casi único contrincante, con un PSOE en horas mustias, solo tenía en esta circunscripción al que fuera presidente del PP de Canarias y todopoderoso ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.

Aquella campaña electoral en la que Podemos acabó como segunda fuerza en las tres islas orientales por detrás del PP, a solo 9.000 votos del incontestable líder de la derecha española en Canarias, estuvo marcada desde el minuto uno por lo que ahora una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias deja claro en sus hechos probados: fue una conspiración que intentó acabar con su carrera.

En esta entrevista al asalto entre una comisión mixta Congreso-Senado y su actividad parlamentaria como diputada, Rosell da unas primeras impresiones tras una primera lectura de la sentencia, y sin todavía asimilar estos últimos cuatro años en lo personal y lo profesional.

Han condenado a un juez por corrupción contra usted [el juez Alba ha sido condenado a seis años y medio de cárcel y 18 de inhabilitación], otra jueza, y además dedicada a la actividad política. ¿Actuó solo el condenado o en compañía de otros?el juez Alba ha sido condenado a seis años y medio de cárcel y 18 de inhabilitación

Está condenado por cohecho. Había un cohecho de mayor altura, y uno de menor: el mayor era que el premio, la recompensa a ese juez que pedía a ese investigado información fuera de la causa que investigaba, era un cargo judicial mayor dependiente, muy lamentablemente, de la influencia del PP de José Manuel Soria, el exministro que entonces era omnipotente. Al menos lo demostraba todos los días en Canarias.

¿Y por qué no ha declarado José Manuel Soria como testigo, al menos, en una sentencia en la que se le nombra más de diez veces?sentencia en la que se le nombra más de diez veces

Las acusaciones pidieron el testimonio de Soria. El cohecho es fundamental y por eso ha sido condenado también ese señor [el juez Alba, la magistrada Rosell no puede casi ni mentar su nombre]. El cohecho era difícil de acreditar, sin un testigo que nos denegaron. Pero a ese testigo [otro relacionado con el juez Alba] le pidió un plan de comunicación para presentar su candidatura como vocal al Consejo General del Poder Judicial, y le manifestó el apoyo que tenía de José Manuel Soria.

Habla de otro testigo denegado, ¿pero qué pasó con José Manuel Soria? ¿Era el principal beneficiado de que usted quedara fuera de juego en política?

Soria no ha explicado aún cómo accedió a los informes [del juez Alba al Tribunal Supremo, falseados según la sentencia] y que además copió y pegó en su querella contra mí. Sus abogados han dicho que son cosas publicadas, pero es mentira. Eso sí que es fácil de demostrar, salvo que no se hubiera publicado, como es el caso. Es que directamente “fusiló” en su querella pasajes de esos informes falsos de Alba.

Y más allá de lo que recoge la sentencia condenatoria contra Alba, y conspirar contra usted en ese momento político, ¿qué más buscaban?

Es que todo era muy difícil de probar, pero no imposible. En cualquier caso es digno de reflexión porque por parte de la Judicatura canaria sí se admite que no era solo perjudicarme a mí y ayudar a Soria con su querella [contra Rosell que al final acabó renunciando a su concurrir a las elecciones de 2016], sino que iban un paso más allá, y eso era que el ministro estuviera en deuda con él. Alba presumía de esa buena relación como un mérito importante para su futuro.

Las acusaciones, como la suya, han intentado acreditar ese cohecho más directo…

En la sentencia se estima probado un cohecho de nivel inferior que es exigir a un imputado [el empresario investigado Miguel Ángel Ramírez, al final denunciante y clave del caso por las grabaciones que aportó contra el juez] para obtener documentación aunque sea ajena a la investigación, por interés espurio, a cambio de anularle y archivarle la causa. La recompensa en este caso es mi cabeza, mi carrera judicial y política. Ambas detestables en un magistrado.

¿Pero hubo una trama orquestada o cree usted que todo quedó en un asunto entre el juez Alba y el ministro Soria para ver cómo le salpicaba a su carrera?

A ver, las fechas son muy elocuentes: Soria copiaba los informes y aún así la Fiscalía de la Sala del Tribunal Supremo inadmitió dos veces a trámite su querella. La última vez fue el 15 de marzo. Y todo le estaba fallando a Soria en su estrategia contra mí: el 7 de marzo el TSJC anuló por sentencia el expediente de Fiscalía en campaña electoral por vulnerar mis derechos fundamentales. El 16 de marzo se produjo esa reunión clandestina entre el juez Alba y Miguel Ángel Ramírez. El 18 de marzo Alba citó a declarar a Ramírez. El 23 de marzo, en miércoles santo, Miguel Ángel Ramírez declaró lo que habían pactado con Alba. Y el 25 de marzo, en viernes santo, no por nada pero por entender las fechas de festivos y vacaciones, la declaración de Miguel Ángel Ramírez la publica El Mundo. Al siguiente día hábil, que fue lunes 28 de marzo, José Manuel Soria amplió su querella contra mí.

Insisto, ¿no había nadie más compinchado en la alta judicatura contra usted? Porque es obvio que en partidos políticos rivales, cualquiera…

Eso no lo puedo decir yo. No lo sé. Solo me remito a los hechos que hemos podido probar. Fue José Manuel Soria el más interesado de todos en acabar con mi carrera política y profesional. Soria amplió por tercera vez su querella contra mí, que primero fue por injurias y calumnias, y después ya añadió los presuntos que el propio Alba informaba al Consejo General del Poder Judicial o al Tribunal Supremo. Y una de esas ampliaciones la hizo Soria con un informe copia y pega del propio Alba, tan literal que cometieron errores de bulto.

¿Se queda satisfecha con la sentencia? Condenan a seis años y medio de cárcel a ese juez…está recibiendo una avalancha de solidaridad…

En esa sentencia se declara probado, resumidamente, que Salvador Alba mintió de manera deliberada al Tribunal Supremo. Y que mediante providencia del juez Marchena, este pidió ese informe [ahora declarado falso por el TSJC] a Alba. Fue el juez Alba quien remitió ese informe a Marchena [presidente de la Sala Penal del TS] quien lo remitió el 20 de abril [de 2016] y ocasiona la admisión a trámite de la querella de José Manuel Soria contra mí. Y mi dimisión.