Excursiones desde Las Vegas: consejos para aprovechar tu viaje a la ciudad del pecado
Las Vegas es un destino que igual que atrae la atención de millones de viajeros repele a otros tantos. La ciudad de los casinos no tiene mucho que ver, la verdad, más allá de esos templos artificiosos y desmesurados al dinero. Las Vegas, guste o no, deslumbra de noche y decepciona de día. Pero es un lugar curioso para ver aprovechando que uno está por esas latitudes para ver otras cosas (un ejemplo claro es hacer escala cuando se hace la mítica Ruta 66 que pasa a escasas 100 millas al sur de la ciudad -160 kilómetros-). Y ahí es cuando la ciudad se convierte en una buena idea: primero porque un sitio como éste, aunque sea para poder criticarlo con cierto conocimiento de causa, hay que conocerlo si está cerca y segundo porque desde acá se puede acceder a algunos de los espacios naturales más importantes icónicos del Oeste norteamericano. El más famoso es el Gran cañón del Río Colorado, que se encuentra a poco más de 200 kilómetros; pero hay muchísimo más. En esta parte del país se apelotonan los parques nacionales y lugares históricos.
VALLE DE FUEGO.- Este pequeño parque estatal se encuentra a escasos 78 kilómetros de la ciudad (Ruta interestatal 15 y Walley of Fire Higway) es el más cercano de los parques naturales y el ideal para una escapada de un par de horas. En este lugar, el agua y el viento crearon una verdadera maravilla de formas y colores que dan como resultado un paisaje surrealista que no parece de este mundo y que ha sido escenario de multitud de películas y series de televisión.
EL GRAN CAÑÓN.- Es la excursión clásica entre las clásicas. Desde Las Vegas hay varios puntos desde los que uno se puede acercar a esta obra maestra de la naturaleza, pero el punto clásico para visitar el Cañón es el Grand Canyon Village (450 kilómetros por la Ruta 93; la Interestatal 40 –que sigue el trazado de la Hitórica Ruta 66) y la Ruta 64 –unas cuatro horas y media de camino-). Aquí se encuentran los miradores más famosos del parque (Mather Point,Yavapai, Hopi, Pipe Creeck), el centro de visitantes y el camino de descenso más célebre hasta la orilla del río. Hay mucha gente que llega aquí desde Las Vegas en excursiones de un día y vuelven. No es mal plan si no tienes tiempo (porque este lugar es de esos que hay que ver al menos una vez en la vida) pero si puedes pasa una noche (o más) para poder hacer al menos una parte del, el mítico Bright Angel Trail (más de 1.300 metros de desnivel), el sendero de poco más de 11 kilómetros que llega hasta el fondo del cañón –pese a todo lo que te digan, se puede hacer todo en unas siete horas-, merodear de mirador en mirador, perder todo el tiempo del mundo y ver como las diferentes luces del día cambian el paisaje. Otra opción para llegar es tomar el tren del Cañón que comunica la ciudad de Williams (en plena Ruta 66) con Grand Canyon Village atravesando el imponente Bosque de Kaibab.
PARQUE NACIONAL ZION.- A este impresionante cañón cubierto de vegetación se llega en apenas dos horas y media desde el centro de Las Vegas. Está muy bien comunicado y más del 90% del camino se hace a través de la Interestatal 15 (Great Basin Highway) lo que permite volar en la mayor parte de los 260 kilómetros del recorrido. El corazón de este parque nacional es el imponente cañón de paredes rojas excavado por el Río Virgen. El agua, aquí, ha creado verdaderas maravillas: lagos, pasos subterráneos, pasadizos y pozas de aguas transparentes enclaustradas entre paredes de cientos de metros de altura. Este parque cuenta con una completísima red de senderos que comunican todos los rincones del valle y sus ‘jardines colgantes’ (andenes repletos de vegetación), pero también permite recorrer lo más importante a través de su servicio de autobuses y la fácil caminata del Riverside, que culmina en los espectaculares Narrows, estrechamiento de las paredes del cañón repletos de pozas y saltos de agua (se puede ver el lugar muy bien en apenas seis u siete horas).
EL VALLE DE LA MUERTE.- Es otro de los viajes cortos clásicos desde Las Vegas y escala obligatoria si viajas hacia California (con muy buena comunicación con Sequoia National Park y el más lejano Yosemite –ya en territorio californiano-). El camino suma 210 kilómetros (unas tres horas) por la Ruta 160, Bellavista Road –que se convierte en State Line al atravesar la frontera con California- y la Ruta 190. Este lugar tiene la particularidad de ser uno de los lugares más bajos del planeta a cielo abierto (esto es, sin agua encima). Death Valley es una poza de tierras salobres que se encuentra casi 100 metros por debajo del nivel del mar y es uno de los lugares más áridos y calurosos del mundo.
UNA RUTA HASTA MONUMENT VALLEY PASANDO POR ANTELOPE CANYON.- Los que se atreven a hacer la Ruta 66 (desde Chicago hasta Los Ángeles) tiene la oportunidad de hacer un desvío desde Gallup para incluir a estos dos lugares únicos en su camino hacia Las Vegas. Desde la ciudad de los casinos, el camino supone todo un viaje de 634 kilómetros que requiere, al menos, de dos días de camino por paisajes áridos de gran belleza. La primera parada es Antelope Canyon, una pequeña grieta (Cañón de ranura) excavado por el agua en la piedra arenisca que alcanza hasta 40 metros de altura y una anchura media que apenas supera los dos metros. Es uno de los paisajes más fantásticos del mundo con vueltas y contravueltas de formas fantásticas. El fin de trayecto de esta excursión de largo rango es Monument Valley, uno de los paisajes más brutales y evocadores del Salvaje Oeste (escenario habitual en miles de películas) que demanda, al menos, pasar una noche. Una buena opción es hacer una parada en Antelope Canyon durante el viaje y llegar a Monument Valley por la tarde (las puestas de sol son espectaculares) para dedicar el día siguiente a explorar los rincones de este imponente espacio natural corazón de la orgullosa Nación Navajo.
PARQUE NACIONAL DE CAÑÓN BRYCE.- Es otro de los grandes parques naturales que se suelen visitar desde y camino a Las Vegas aunque éste está bastante al norte dentro del territorio del Estado de Utah. El camino comparte casi todo el trazado hasta el Parque nacional Zion por la Interestatal 15 pero va mucho más allá y acumula una distancia de 414 kilómetros (desde la Interestatal hay que tomar las rutas 20, 89, 12 y 63. El Bryce ofrece uno de los paisajes más intensos y bonitos de esta parte del país. Los hoodoos son el elemento principal del cañón; chimeneas de hadas esculpidas por la erosión y que se amontonan en grupos de cientos o miles creando un conjunto único que se acentúa por el color rojizo de la caliza. Este parque es relativamente pequeño y pude verse en un par de horas (lo más interesante son sus miradores y hacer alguna de sus rutas –las circulares más largas apenas llegan a los 15 kilómetros-). Un buen plan es incluir en la ruta al Parque nacional Zion en un viaje de dos o tres días.
Fotos bajo Licencia CC: Bernard Spragg. NZ ; Grand Canyon National Park; Sandrine Néel ; Christian Keller ; Maureen
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