Guía de Senderos de Gran Canaria: Circular del Roque Nublo

Viajar Ahora

9 de octubre de 2022 10:21 h

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El Roque Nublo es el símbolo geográfico de Gran Canaria por antonomasia. Este enorme monolito se sitúa justo en el centro del mapa insular es el protagonista de un paisaje atormentado dominado por el abismo y la verticalidad. Llegar hasta aquí es fácil y cada día hay cientos de personas que cuben la escasa distancia que hay desde el aparcamiento de la Degollada de La Goleta (GC-600) –menos de dos kilómetros por tramo-. Pero son muy pocos los que toman el desvío que va hasta La Culata y rodean este imponente monolito. El camino es sencillo y apenas añade una hora a la excursión. Pero merece mucho la pena. El principal atractivo del paseo es poder disfrutar del Roque Nublo en una vista a 360 grados que ofrece perspectivas únicas. Es una pasada ir viendo como la mole de piedra va cambiando de forma según avanzas o retrocedes.

También es un sendero de gran interés natural: esta zona de la Caldera de Tejeda se ha ido poblando de pinar de manera natural gracias a la maduración del bosque en la zona de Los Llanos de la Pez. Los pájaros se han encargado de sembrar este pinar joven que poco a poco va ganando en densidad y porte. Por aquí viene poca gente y es posible ver numerosas especies de ave incluyendo al esquivo Pinzón Azul de Gran Canaria, uno de las joyas ornitológicas de la isla. Pero también puedes ver águilas ratoneras, pico picapinos –pájaros carpinteros-, cernícalos, perdices y los cuervos que poco a poco van ganando terreno tras años de declive. Este paseo merece la pena y lo mejor es que te adentra en un paisaje muy poco alterado con un esfuerzo relativamente escaso.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Km.0 Degollada de La Goleta.- La ruta se inicia junto al aparcamiento instalado en la GC-600. En este cruce de caminos se juntan las rutas que suben desde la zona de La Culata, en Tejeda, con las que van hacia el Pico de Las Nieves, Artenara y San Bartolomé de Tirajana por el mítico Paso de la Plata. Nosotros ascendemos suavemente hacia el Roque Nublo por la vertiente sur de una cresta cubierta por un pinar abierto que, poco a poco va ganando en densidad. En este tramo de la ruta puedes ver un panel que explica los valores ecológicos del lugar y un curioso reloj de sol. Seguimos subiendo y tras un tramo de fuerte ascenso en zigzag el bosque se hace cada vez más denso hasta llegar al cruce de caminos. Si sigues por la izquierda subirá rápidamente hacia la base del Nublo nosotros tomaremos el desvío de la derecha.

Km. 0.8 Ladera norte del Roque Nublo.- El camino desciende rápidamente para ir buscando el extremo norte del enorme complejo de piedra que soporta al propio Nublo. Este trozo de camino es realmente mágico. El pinar se ha ido adueñando de un paisaje en el que se pueden ver enormes bloques de piedra que han ido cayendo de las paredes que conforman El Tablón, la enorme mesa en la que se encuentra el monolito. Aquí puedes ver como el bosque va recuperando el terreno que antes fue suyo. Hasta la década de los 60 del pasado siglo, toda esta parte de la isla estaba totalmente deforestada. Las repoblaciones se hicieron en la zona de Los Llanos de la Pez y El Garañón, pero los pájaros han ido diseminando los piñones por todos lados y los pinos han vuelto a tapizar las laderas en un avance imparable. Esta zona de la isla es divina; pero nuestros nietos disfrutarán de un verdadero paraíso si la recuperación forestal sigue su curso. En este tramo podrás ver como la silueta imponente del Nublo emerge entre los pinos regalando auténticos fotones.

Km. 1,6 Acceso al Risco de Cuevas Caídas.- Aquí nos desviamos un poco de la ruta para buscar el Risco de Cuevas Caídas. Esto va a suponer un pequeño camino de ida y vuelta de 1,2 kilómetros, pero merece mucho la pena. Primero porque las vistas sobre el Roque Nublo son brutales y segundo porque llegar hasta el risco nos va a dejar en uno de los balcones naturales más imponentes de toda la Caldera de Tejeda. Desde aquí puedes hacer una panorámica de 360 grados que abarca toda la cumbre de Gran Canaria. Si miras hacia el este verás el Nublo y las laderas boscosas que culminan en el Pico de Las Nieves; hacia el norte tienes toda la crestería de la caldera con hitos como la Degollada de Las Palomas, la zona de La Culata, la Cruz de Tejeda, los Riscos del Chapiz y el propio pueblo; hacia el sur tienes un lienzo de montañas que empieza en los riscos de Ayacata y culminan con mitos como la Montaña de Tauro, Inagua y el Morro de Pajonales y si mitas hacia el oeste te encuentras con el Bentaiga, la Mesa de Acusa, Tamadaba y, en los días despejados, el Teide. Si el día está muy bueno puedes ver, incluso, las cimas de La Gomera.

Km 2,8 Volvemos al camino.- El sendero pasa de la vertiente norte a sur del Nublo junto a un campo de grandes derrubios y pinar disperso. Pronto nos encontraremos con el cruce que va hasta El Aserrador. Si tienes tiempo puedes tomar este desvío e ir hasta la Presa de Roque Elba, un pequeño embalse situado muy cerca del borde de los famosos riscos de Ayacata. Diías después de las lluvias, este lugar se convierte en una piscina espectacular con una de las mejores vistas de la isla. En esta ocasión nosotros seguimos hacia la La Goleta internándonos otra vez en el bosque. Esta es la mejor zona del camino para ver aves. Y si miras hacia arriba puedes volver a ver el Nublo pero, esta vez, desde una perspectiva diferente y acompañado de La Rana. Es impresionante. Las últimas rampas de este tramo son duras. Conviene tomárselas con paciencia.

Km. 4,4 El acceso a El Tablón.- Después de una fuerte subida de unos ciento cincuenta metros en la que subimos casi 50 nos encontramos con el camino principal de acceso al monolito. A partir de aquí hay que hacer un pequeño esfuerzo para subir los dos escalones que conducen hasta El Tablón, la llanura de piedra que, en su extremo oeste, alberga el monolito y a su inseparable Rana. Es un lugar surrealista. La verdad es que cuesta creer que esta planicie rocosa sea obra de la naturaleza y no el resultado de un ejército de cinceladores. El premio final es llegar a los pies del Nublo y caminar por sus pies hasta dónde se puede (darle la vuelta entera es muy peligroso ya que hay un paso en el que hay que dar un salto bastante arriesgado –te lo decimos por experiencia-) pero aquí hay muchos pequeños rincones que ver. Sentarse aquí arriba a última hora de la tarde es brutal: desde la cara norte podrás ver como la sombra va a avanzando por La Culata para empezar a trepar los riscos; y desde la cara sur la puesta de son va difuminando las montañas en una sucesión de negros degradados que es mágica.

Km 4,8 Vuelta a La Goleta.- Desandamos nuestros pasos por El Tablón. Tras descender el último de los escalones nos volvemos a encontrar con el cruce por el que hemos llegado. Esta vez tomamos el otro camino y descendemos rápidamente adentrándonos en el pinar. A un lado queda una enorme masa de piedra en la que se encuentra la Cueva Nubla, una pequeña hoquedad a la que se puede acceder con facilidad, y un poco más abajo pasaremos a los pies del Fraile, otra de las formaciones rocosas que conforman este conjunto escultórico natural. En el km. 5,5 volvemos a toparnos con el primero de los cruces y, desde ahí, sólo hay que desandar lo andado para terminar.

Km 6,4 La Goleta.- Fin de ruta. Si quieres caminar un poco más sigue la GC-600 hacia el norte hasta el Mirador de la Presa de Hornos. La vista es bonita.

FICHA TÉCNICA

Denominación: S 70 Circular del Roque Nublo -Varios senderos-; Tipo de sendero: Circular; Distancia: 6,4 kilómetros; Altitud de Salida: 1.599 metros; Altitud máxima: 1.772 metros; Grado de dificultad: fácil; Tiempo estimado: Dos horas sin paradas.