Tradicionalmente, el llamado Camino Real de Chasna era una de las cañadas ganaderas más importantes de Tenerife. Este camino, que subía desde el Valle de La Orotava para atravesar el actual Parque Nacional del Teide, comunicaba la banda del norte con la del sur para culminar en el pueblo de Granadilla. Este sendero ascendía hasta el Portillo, se internaba por Las cumbres volcánicas y buscaba la salida natural del entorno del Teide por lo que hoy se conoce como Siete Cañadas, uno de los tramos de sendero más espectaculares e intensos de todo el Archipiélago canario. Seguir fielmente el trazado en vehículo es imposible: pero la TF-21 sigue más o menos el antiguo camino y nos permite cruzar la isla de norte a sur comprobando las notables diferencias de ambientes y paisajes de una ‘banda’ a otra. Esta es una de las rutas en coche que hay que hacer sí o sí en un viaje a Tenerife. Quizás es la más paradigmática, ya que permite, en menos de 100 kilómetros, conectar varios de los mayores puntos de interés de la isla.
La ruta propuesta se inicia en Puerto de la Cruz y culmina en la playa de El Médano tras recorrer 95 kilómetros y salvar un desnivel, de costa a costa, de más de 2.300 metros (los 2.356 metros de altitud máxima que se alcanza en la estación inferior del Teleférico del Teide). También sirve para ir descubriendo los diferentes pisos de vegetación y los diferentes ambientes marcados por la altitud y la orientación Norte-Sur que son característicos de las Islas Canarias y que en esta ruta tinerfeña quedan más que patentes. Para poder explorar ciudades históricas y de porte monumental como Puerto de la Cruz o La Orotava y, también, acercarse a pequeñas localidades pintorescas como Vilaflor o Granadilla. Y, por último, es la gran ruta de aproximación al Teide. Si vas a estar más de una semana en la isla te recomendamos añadir, también, la vía dorsal desde La Laguna (por la carretera de La Esperanza) y bajar por Chío (uno de los lugares más bonitos de la isla). Pero si sólo puedes subir una vez hasta El Teide, esta es la ruta que debes hacer.
Kilómetro 0: Puerto de la Cruz (Correspondencia con Ruta Norte La Laguna-Teno). La ciudad turística del norte de Tenerife también cuenta con un pequeño casco histórico muy interesante y uno de los paseos marítimos más bonitos de toda la isla. Los puntos más interesantes que ver en un paseo rápido son el entorno de la Plaza del Charco y el eje que marca el paseo marítimo entre el viejo Muelle y la Playa de Martianez (Muelle, Casa de la Aduana; Plaza de Europa; Plaza de la Iglesia; Ermita de San Telmo y Avenida Paseo de Colón (dónde están los famosos Lagos de Martianez). Para una visita más detenida también puedes añadir dos auténticas joyas como los Jardines de Parque Taoro y el Jardín Botánico y el entorno del Castillo de San Felipe (incluyendo la Playa Jardín, Playa María Jiménez y el curioso barrio marinero de Punta Brava, de los más auténticos y mejor conservados de Tenerife).
Kilómetro 8: La Orotava (Correspondencia con Ruta Norte La Laguna-Teno). Uno de los lugares más bonitos e impresionantes de toda la isla. Villa histórica de esta parte de la isla y asiento de muchas de las grandes familias de Tenerife desde la conquista. Y eso se deja sentir en un callejero rebosante de auténticos palacios, iglesias fastuosas y jardines que no tienen nada que envidiar a los grandes parques nobiliarios de las grandes casas inglesas. Aquí hay mucho y muy bueno que ver ya que estamos ante uno de los puntos culminantes de cualquier visita a Tenerife. Una visita rápida a La Orotava es harto difícil, porque hay muchísimo que ver. Según nuestra opinión, lo mínimo que hay que ver es el entorno de la Plaza del Ayuntamiento; los palacetes y molinos de agua del eje que forman las calles Colegios y San Francisco (Casa Lercaro –Colegio, 5-; Casa de los Balcones –San Francisco, 3- y la zona de Los Lavaderos –San Francisco y Salazar-) y los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja (San Agustín, 8). En un paseo más tranquilo hay otros hitos interesantes como la Iglesia de la Concepción y la zona burguesa (Calle Tomás Zerolo y adyacentes) donde puedes ver casonas de arquitectura tradicional y algunas joyas del modernismo.
Kilómetro 37,6: Centro de Visitantes de El Portillo. Ascendemos hasta las puertas del Parque Nacional de El Teide subiendo en un zigzag cansino en el que iremos ganando altura hasta los 2.045 metros sobre el nivel del mar. Pero por el camino te recomendamos hacer, al menos tres paradas. El primero es el conjunto de ‘pajeros’ o ‘pajares’ de Aguamansa (km. 17,4), un conjunto de construcciones tradicionales elaboradas con muros de piedra seca y techos de paja. Estos antiguos almacenes son de los pocos con techumbre vegetal que quedan en pie en Tenerife y son una pequeña joya antropológica. El lugar también merece la pena por su valor paisajístico que se confirma según vamos ascendiendo por la TF-21 con puntos culminantes en el Mirador de Mataznos (km. 23) y en la conocida como Rosa del Teide (km. 26,8), una curiosa formación geológica (una disyunción columnar) que creó una verdadera flor de piedra que nos adelanta que estamos a punto de alcanzar uno de los parajes geológicos más singulares y espectaculares del mundo. La ascensión por el Valle de La Orotava culmina en el Portillo. Aquí se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Nacional del Teide (TF-21) y hacer la parada es más que recomendable: primero porque el propio centro está muy bien diseñado y da mucha información sobre el parque y segundo por hacer el pequeño sendero del Jardín Botánico (vas a flipar con las vistas sobre El Teide y con los lagartos).
VISITAR EL PARQUE NACIONAL DE EL TEIDE (km 37,6 -58,4).- El Teide es, literalmente, otro mundo. Las alturas de Tenerife son una especie de escultura surrealista en la que manda el Teide pero donde hay parajes increíbles en los que las corrientes de lava y las rocas crearon verdaderas obras de arte. La mejor manera de conocer el parque es alternar el coche con algunas incursiones a pie. Pero desde el vehículo también se puede acceder a puntos importantes. Para nosotros las paradas imprescindibles son las Minas de San José (km 43,8); un imponente campo de piedra pómez desde dónde pueden verse varias coladas de lava, el Mirador del Tabonal Negro (km. 46,7), desde donde puedes ver una amplia panorámica del inmenso cráter de Las Cañadas; el entorno de los Roques de García (Km 51,9), un pequeño conjunto de pitones que crea uno de los paisajes más paradigmáticos del parque y los Llanos de Ucanca (km. 53,8), quizás el sitio en el que se puede admirar de mejor manera el tamaño del inmenso volcán que sirve de tope de las alturas españolas.
¿Subir al Teide? Si tienes la oportunidad no la dejes pasar. Para poder subir hasta la cima hay que sacar un permiso especial válido entre las 9.00 y las 17.00 horas. Pero usar el teleférico es ya toda una experiencia y el breve sendero que une los miradores de La Fortaleza y Pico Viejo es una pasada. No sólo vas a poder ver el parque nacional desde las alturas: también, si el tiempo lo permite, vas a poder ver hasta cuatro de las seis islas restantes. ¿Senderos breves para estirar las piernas? Te recomendamos dos. El pequeño camino circular que hay en el Centro de Visitantes de El Portillo y acercarse hasta las inmediaciones de Guajara por el sendero de las Siete Cañadas desde el Parador Nacional de Turismo.
VER GUÍA DEL PARQUE NACIONAL DE EL TEIDE
VER GUÍA DE ASCENSIÓN A PIE DEL TEIDE
Kilómetro 58,4: Boca Tauce. Abandonamos el Parque Nacional por Boca Tauce, uno de los puertos naturales de acceso al Circo de Las Cañadas y punto importante del antiguo Camino Real de Chasna. Aquí podemos visitar una pequeña curiosidad: el Museo Etnográfico Juan Évora (TF-21). En este pequeño museo se rinde homenaje al último pastor de Las Cañadas y se hace un repaso a la historia de esta actividad económica en el lugar a lo largo de los sitios. Es un museo bonito de ver. Pocos metros después de dejar atrás Boca Tauce iniciamos el descenso hacia la costa. Haz una parada en el Mirador de El Retamar (km 61,8) para que puedas ver las diferencias notables entre esta banda del sur y la banda del norte que dejaste atrás en El Portillo. Aquí los aportes de humedad son mucho menores que en el norte y eso se deja ver en un pinar disperso que nos acompañará durante buena parte del camino hasta Vilaflor.
Kilómetro 73,7: Vilaflor. Pueblo de altura rodeado de impresionantes pinares y con unos paisajes de terrazas de cultivo que merece la pena ver. Este pueblo es famoso n Tenerife por ser el punto de origen del Hermano Pedro, un religioso que fundó varios hospitales y escuelas populares en la América española del siglo XVII (es considerado un santo por los católicos). La localidad es una pequeña joya de la arquitectura tradicional canaria con algunos edificios notables como la Parroquia San Pedro Apóstol (Francisco Ortuño, 6), la Hacienda de la familia Soler (Los Molinos, 2) y el Molino de Agua y las infraestructuras hidráulicas del Barranco del Bucio (acceso por Calle Cubo). El casco urbano de Vilaflor es muy bonito de ver al igual que los alrededores de la Iglesia de San Antonio de Padua en Granadilla (km. 87,5) –Correspondencia con Ruta Sur-.
Kilómetro 98, 5: El Médano. Fin de ruta. Conexión con Autopista TF-1. 61,6 kilómetros a Santa Cruz de Tenerife; 22,1 kilómetros a Los Cristianos-Playa de Las Américas; 89,2 kilómetros a Puerto de la Cruz. Aquí se concentran varias de las mejores playas de Tenerife (El Médano y La Tejita). Y también un lugar para acercarse a la simplicidad de los ecosistemas costeros de la isla en la Reserva Natural Especial de Montaña Roja.
Fotos bajo Licencia CC: Peter Allan