La portada de mañana
Acceder
Aldama zarandea al PSOE a las puertas de su congreso más descafeinado
Corazonadas en la consulta: “Ves entrar a un paciente y sabes si está bien o mal”
OPINIÓN | Días de ruido y furia, por Enric González

RECETAS DEL MUNDO: Salmorejo cordobés

Menos conocido que el gazpacho, el Salmorejo es una ‘sopa fría’ con base de tomate y aceite de oliva que forma parte del riquísimo patrimonio gastronómico cordobés. Ideal como entrante o como base para tapas con pan tostado, el Salmorejo es fácil de hacer, rápido y muy barato. Optamos por la receta tradicional, esto es, sin vinagre que es como lo hacen los cordobeses. El secreto para que salga espectacular es cuidar la calidad de las materias primas. Los tomates deben estar maduros pero no para el punto de salsa y el pan debe ser de trigo y con abundante miga. El aceite, siempre de oliva y virgen extra. Ya verás que el resultado es espectacular.

Ingredientes:

1 kilo de tomates maduros

150 ml de aceite de oliva virgen extra

250 gramos de pan de dos días

1 diente de ajo

1 huevo duro

100 gr de jamón crudo o en crujiente (al gusto)

Sal y pimienta al gusto 

 Preparación:

Lo primero que debemos hacer es pelar los tomates. Para retirar la cáscara lo más fácil es hacer un leve corte en cruz en la parte inferior de cada tomate y sumergirlos durante 30 segundos en agua hirviendo. Seguidamente meter los tomates en un cuenco de agua con abundante hielo. Te sorprenderá ver con qué facilidad se saca la piel sin desperdiciar un solo gramo de tomate. Una vez pelados, cortamos los tomates en tozos pequeños y pasamos por la batidora. Seguidamente cortamos el pan en trozos pequeños y los añadimos a la pasta de tomate. Esperamos unos diez minutos para que el pan se ablande.

Mientras tanto cortamos el diente de ajo por la mitad y quitamos el corazón para suavizar el sabor. Metemos el ajo, el aceite de oliva, salamos ligeramente y volvemos a batir hasta lograr una crema homogénea. Probamos para rectificar de sal y, si queremos darle un poco de potencia, añadimos un poquito de pimienta negra molida. Volvemos a probar y, si está bueno, llevamos a la nevera. A la hora de servir, ponemos el salmorejo en platos hondos y decoramos con el huevo duro picado bien finito y el jamón en el centro. Podemos añadir  un chorrito de aceite de oliva para decorar.