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Con el agua hemos topado: la excavación del Proyecto Pereda en Santander se retrasa sin cambiar el plan de obra

Las obras de adaptación de la que fuera sede 'noble' del Banco Santander, en la capital de Cantabria, como futuro Proyecto Pereda, se han encontrado con imprevistos en la excavación que han conllevado un retraso en los trabajos, que en todo caso no afectará ni a la planificación del proyecto ni a los plazos.

Aunque el retraso no se ha cuantificado, se considera que el planning de obra contempla horquillas temporales suficientes como para enjugar el desfase y posiblitar que se cumpla la fecha de apertura. La previsión en 2020 era que las exposiciones pudieran darse ya en el tercer trimestre de 2023.

La Fundación Banco Santander se ha pronunciado en estos términos al serle preguntada por el desarrollo de unos trabajos que llevan meses centrados en la exvacación del subsuelo del edficio, del que actualmente solo se conservan las cuatro fachadas, debidamente apuntaladas.

La Fundación Banco Santander es poseedora de una de las colecciones pictóricas más importantes del país, que a partir de 2023 tendrá en Santander su sede, un nuevo museo que expondrá al público estos fondos y desarrollará proyectos que aúnen obra plástica y tecnología.

El Proyecto Pereda, pues es así como se ha denominado, lleva la firma del arquitecto David Chipperfield. Abrirá sus puertas a escasos metros del Centro Botín, que acaba de cumplir cinco años de vida en los muelles santanderinos. A estos proyectos se unirá más adelante el Centro Asociado Museo Nacional Reina Sofía-Archivo Lafuente, que se ubicará en la antigua sede del Banco de España en la Plaza de Farolas. De este modo, en 2023, los Jardines de Pereda-Plaza de Alfonso XVII tendrán a un lado el Banco Santander, enfrente al Centro Botín y en un tercer lado la sede del Reina Sofía.

Pese a los estudios geotécnicos previos, toda obra implica un grado de incertidumbre a la hora de excavar, sin que se sepa muy bien lo que se va a encontrar. En el caso de la oba del Proyecto Pereda, la excavación, que desarrolla la empresa Ferrovial, se ha encontrado con agua y también con un estado de los muros peor de lo esperado.

Los terrenos sobre los que se levanta el ensanche santanderino, en el que se encuentra la antigua sede del banco, fueron ganados al mar hace siglos, cuando la ciudad desarrolló sus muelles mediante rellenos para dar salida al nuevo tráfico comercial por mar, sobre todo con América, así como el crecimiento paulatino de la urbe en sentido hacia el este.

La ciudad ha sido construida sobre elevaciones del terreno y promontorios como el de Somorrostro. En las inmediaciones del ensanche han desaguado históricamente arroyos y escorrentías de lluvia que como consecuencia de los rellenos han generado problemas constructivos. De hecho, el antiguo Banco Santander se encuentra en la línea de desagüe del Río de la Pila, una calle cuyo nombre lo dice todo, aunque ahora no contenga ningún río en superficie.

Igual que está pasando con el Proyecto Pereda, las obras de rehabilitación que se acometen en el Museo de Bellas Artes y la nueva Biblioteca Municipal han tenido que ser micropilotadas por los arroyos que hay que en las inmediaciones de las calles Rubio y Gravina, y que siguen teniendo recorrido en el subsuelo. Este es uno de los elementos que se está demandando para la rehabilitación de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, colindante con los anteriores, y que no prevé micropilotaje. La obra está parada por su inadecuación del fin que se persigue: la conservación del fondo documental legado a la ciudad por el polígrafo. No se descarta, sin embargo, que en un futuro se intervenga en el subsuelo, sobre todo si ha de albergar algúna cámara acorazada para custodiar el valioso legado.

El nuevo museo del Banco Santander costará 85 millones de euros, según los cálculos iniciales. Una razón del alto coste es que conlleva el vaciado y reconstrucción interior no de uno, sino de dos edificios, ya que la actividad financiera de la sede del Paseo de Pereda se trasladará a la antigua sede del Banesto en Hernán Cortés.

El museo contará con tres pisos dedicados a exposiciones de arte, donde se incluye una zona multimedia que “va a sorprender” y que servirá para presentar programas que van “mucho más allá del arte”, según expuso la presidenta del banco durante la presentación del proyecto en 2020-; un auditorio multiuso abierto a la ciudadanía; y mil metros cuadrados de terraza con “las mejores vistas a la bahía de Santander”, también de espacio público.

El proyecto de Chipperfield tuvo un conato de contestación social por el diseño del nuevo arco de unión entre los dos volúmenes de la sede. La manera que pudiera afectar al paso de vehículos, la luz y las vistas a la bahía generó un cuestionamiento del proyecto que obligó a técnicos del estudio del arquitecto a ofrecer en Santander detalladas justiticaciones a los representantes municipales, los cuales quedaron satisfechos con la explicación.

El centro albergará la colección de arte del Banco Santander, de las más importantes de España y probablemente de Europa, que recoge las adquisiciones de la entidad desde hace más de cien años y que incluyen obras de Rubens, Miró o Picasso, así como “la mejor colección de arte de Solana”, en palabras de Ana Botín.