Estas son las iniciativas sostenibles que pueden ganar la segunda edición de Ecólatras con Espíritu Cántabro

'La Manada Cántabra', 'Taller Madreselva', 'Rewilding', 'Tarruco huerta ecológica' y 'La Pizpireta' son las cinco iniciativas finalistas de la segunda edición de 'Ecólatras con Espíritu Cántabro', que esta vez ha contado con la inscripción de 33 proyectos y 576 nuevos ecólatras que se han registrado en la web.

La campaña está impulsada por Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, en colaboración con el Gobierno de Cantabria.

El acto de clausura, en el que se elegirá al ganador que se llevará el premio de 1.500 euros, se celebrará este jueves 16 de febrero en el Campo de golf Abra del Pas - Celia Barquín de Mogro a las 18.30 horas.

“El objetivo es crear pequeños hábitats de manera natural”

Los alumnos del IES Miguel Herrero están inmersos en la tarea de recuperar un espacio de unos 190 metros cuadrados ubicado en el interior del recinto que alberga el instituto, quitando las especies invasoras y plantando, en su lugar, acebos y otras especies.

A su vez, los jóvenes trabajan en crear una pequeña charca para anfibios, refugios de piedras para reptiles, hoteles de insectos y casas nido para las aves y los murciélagos.

El objetivo, según explica el profesor de Biología y Geología del centro, Luis Felices, es “crear pequeños hábitats de manera natural y desde el punto de vista autóctono” para “atraer a las especies” de la zona y “aumentar así la biodiversidad del centro”. “La idea es que los chavales lo hagan desde un punto de vista científico”, puntualiza.

Se trata de un proyecto de todo el centro, impulsado el pasado mes de enero por los departamentos de tecnología y de biología y geología, que actualmente está siendo ejecutado por alrededor de 40 estudiantes, principalmente de 4º de ESO. Por tanto, si el proyecto 'Rewilding' ganase la segunda edición de 'Ecólatras con Espíritu Cántabro', “ese dinero nos servirá para comprar materiales”, señala Luis.

“Hacen falta sitios donde a estos animales se les devuelva todo lo que se les ha quitado”

El refugio animal 'La Manada Cántabra' es un “santuario” que alberga casi medio centenar de animales, entre los que se encuentran caballos, cerdos, conejos, aves de corral, vacas y burros, distribuidos en varios terrenos que suman un total de dos hectáreas ubicadas en Oruña de Piélagos y una finca en Escobedo.

El objetivo de esta iniciativa es que las especies que habitan en el refugio, las cuales “han sido maltratadas” -según afirman sus responsables-, tengan un hogar. “Hacen falta sitios donde a estos animales se les devuelva todo lo que se les ha quitado, como la dignidad”, explica Patricia.

Asimismo, Patricia y Carlos pretenden concienciar y sensibilizar a la ciudadanía mediante unas jornadas de puertas abiertas para todos los públicos en las que los participantes tienen la oportunidad de ver los animales y conocer su historia. “Es la manera de educar a la sociedad y que esto pare”, insiste Patricia.

Tras rescatar de la calle varios animales, la pareja puso en marcha este proyecto en octubre de 2021, al que ya se han sumado una decena de voluntarios. En el refugio, el cual está construido aprovechando “cualquier material para crear el menor impacto posible”, todos los implicados alimentan, mantienen y gestionan los residuos de los animales.

Sin embargo, Patricia asegura que “estamos muy limitados”, puesto que “hemos invertido muchos recursos personales en la asociación”, que hasta ahora solo está formada por ellos dos. “Nos gustaría que se implicaran más personas. Tiene que haber gente que tome el relevo”, comenta apenada. Por otro lado, ambos consideran que, además de particulares, “en estos centros también tendría que invertir el Gobierno”.

La falta de financiación del proyecto es un problema para el futuro de 'La Manada Cántabra', pues Patricia y Carlos invierten “2.000 euros al mes solo en comida” para los animales. Por ello, ganar el certamen de 'Ecólatras con Espíritu Cántabro' “supondría una ayuda muy necesaria porque estamos hasta arriba de gastos. Nosotros podemos aguantar un tiempo y ya está.”. “Sería una pena que esto se pierda. Se tiene que hacer sostenible”, reitera Patricia, que a su vez destaca la necesidad de este tipo de refugios, a los que equipara con las protectoras.

“Dependemos de que nos conozcan porque tenemos venta directa al consumidor”

'Tarruco' es una huerta ecológica situada en los Valles Pasiegos en la que András y María producen, desde 2015, todo tipo de hortalizas, frutas, huevos y flores de corte.

András, natural de Budapest, y María, de Salamanca, se conocieron en Italia y trabajaron en Londres. Cansados de tanta ciudad, la pareja decidió trasladarse y cambiar su modo de vida a uno más rural. “Cuando vimos los Valles Pasiegos, nos enamoramos”, afirma András, ya que, según su punto de vista, “estás lo suficiente aislado y te aseguras una vida tranquila en la naturaleza, pero tienes buena conexión a los núcleos urbanos” y “buenas oportunidades para cultivar”.

De este modo, ambos buscan “que la huerta sea autosuficiente”, pero hasta ahora ni siquiera disponen de conexión a la red eléctrica. Para ello, necesitan unos paneles solares que generen energía en su finca para poder desarrollar sistemas claves de automatización y refrigeración.

Hasta el día de hoy, su inscripción en 'Ecólatras' ha incrementado tanto su motivación para implicarse en perseguir el objetivo final del proyecto, como su visibilidad en redes sociales, lo cual les ayuda a que “la gente nos conozca”. “Dependemos de ello porque tenemos venta directa al consumidor”, explica András.

“El sector turístico tiene alguna critica respecto al consumo y a cómo se hace turismo”

En una cabaña de la Vega de Pas, a la que “no se llega en coche”, Patricia y Luis llevan a cabo un “proyecto familiar” de agricultura ecológica que persigue “el cuidado del medio ambiente y la mejora de la salud de las personas” desde 2006.

Con el fin de preservar pequeños frutos como los arándanos, las moras o las frambuesas, entre otros, la pareja detectó que era necesario cuidar muros, adecentar caminos y limpiar los bosques. Es decir, “cuidar todo el entorno de la finca”, detalla Luis.

Por este motivo, Luis y Patricia organizaron un programa de agro voluntariado que resultó “fundamental” para su proyecto. “Fue un motor”, subraya Luis. Así, esta idea se ha convertido en la iniciativa presentada por ambos para alzarse con el premio de 'Ecólatras', pues las instalaciones de las que disponen para los voluntarios “que vienen a ayudarnos de todas las partes del mundo” precisan una mejora.

“El sector turístico está vivo y vemos que, a nivel medioambiental, tiene alguna critica respecto al consumo y a cómo se hace el turismo”, opina Luis. Con el modelo que ellos proponen, Patricia y Luis buscan que los turistas “tengan la posibilidad de viajar, pero que nos aporten algo a los cántabros y al territorio”.

Participar en 'Ecólatras' ha supuesto para ambos “la oportunidad de madurar hacia dónde queremos continuar”, por lo que ganar el certamen “no es un premio solo económico”, sino que “nos daría el subidón de saber que no estamos solos, de todo el curro acumulado”, manifiesta Luis emocionado.

“Pensamos que 'Ecólatras con Espíritu Cántabro' era la oportunidad de dar el salto de forma mas rápida”

El 'Taller Madreselva', situado en Ramales de la Victoria, es un laboratorio de cosmética ecológica y vegana que fabrica cosméticos veganos y libres de maltrato animal de forma artesanal y tiene cultivos de plantas para hacer productos de kilómetro cero.

Esta iniciativa decidió registrarse en 'Ecólatras con Espíritu Cántabros' para acelerar la transformación del packaging de sus productos sustituyendo los envases de plástico PET por embalajes elaborados mediante caña de azúcar.

“Al realizar todo de forma artesanal, nos parece más coherente que todo el proceso de fabricación y envasado sea sostenible al cien por cien”, argumenta Sandra. De esta forma, “buscamos ser mas sostenibles y tener menos impacto en el planeta”.

A pesar de que el laboratorio se fundó hace varias décadas, 'Taller Madreselva' inició este proceso de cambio, en el que participan cinco personas, hace un año y medio y tiene previsto que concluya para finales de este mismo año. “Pensamos que era la oportunidad de dar el salto de forma mas rápida”, confiesa Sandra, que reconoce que 'Ecólatras con Espíritu Cántabro' “nos ha ayudado a centrar la dirección del proyecto y a tener aún más ganas y más esperanza”. “Si ganamos, habrá gente que nos conozca y tendremos más visibilidad de marca”, comenta esperanzada.