El Gobierno de Cantabria ha elevado a nivel 2 el Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (PLATERCANT) para poder solicitar la intervención del Gobierno central en alta mar, que es la administración competente, y evitar así la llegada masiva de pellets a la costa cántabra.
La Consejería de Presidencia y Seguridad, a propuesta de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (PP), ha adoptado esta decisión como “medida de prevención” y “para garantizar una actuación más coordinada y eficaz con todos los organismos e instituciones implicadas”.
El Ejecutivo cántabro ha lamentado la falta de reacción por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, trascurrido más de un mes desde que se produjo el vertido en aguas portuguesas, y ha advertido que los esfuerzos de limpieza en tierra serán estériles si no se actúa antes en el medio acuático.
“Si los pellets llegan a la costa es porque nadie los ha interceptado en el mar, donde la intervención es competencia exclusiva de la administración central”, ha señalado el Gobierno cántabro, que este pasado lunes activó la fase de preemergencia del PLATERCANT ante el avance por Galicia y Asturias del vertido de pellets.
Se creó, además, un grupo técnico formado por las direcciones generales de Seguridad Ciudadana, de Medio Ambiente, de Biodiversidad y de Pesca del Gobierno de Cantabria, Capitanía Marítima, Salvamento Marítimo, Puerto de Santander, Guardia Civil, Cruz Roja y Demarcación de Costas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Por otro lado, personal del Servicio de Vigilancia Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente inspecciona desde ayer los arenales para comprobar sobre el terreno la evolución de la situación. En estos momentos, se confirma la llegada de microplásticos, muy diseminados, a algunos puntos de la costa cántabra y se trabaja para constatar los avisos recibidos en el 112 a lo largo de la jornada.
Del mismo modo, el Ejecutivo ha trazado un plan de acción para realizar las labores de examen y limpieza de los arenales, que se llevarán a cabo con personal de la empresa pública TRAGSA.
Tras la llegada de las primeras partículas del vertido a la costa cántabra, el Gobierno de Cantabria mantiene en alerta a los Servicios de Vigilancia Ambiental y de Control Pesquero. Además, ha dado aviso a todos los ayuntamientos costeros y ha trasladado instrucciones al Servicio de Industria de Calidad Agroalimentaria para la adopción de medidas de control en la cadena alimentaria.
Reacción del Ministerio
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico han trasladado que están a “total disposición” del Gobierno de Cantabria para aportar medios del Estado y colaborar en el dispositivo de recogida y gestión de vertidos (pellets) que coordina la Administración autonómica.
Así se lo ha comunicado la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego (PSOE), a la presidenta del Gobierno de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga.
Según ha informado la Delegación en un comunicado, Gómez de Diego, que previamente ha estado en contacto con responsables del Ministerio para la Transición Ecológica y la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, ha señalado a Buruaga que “el Gobierno de España está a disposición de Cantabria para integrarse y colaborar con recursos humanos y técnicos si así lo requiere el Gobierno autonómico, al igual que ha hecho con la Xunta de Galicia y el Principado de Asturias”.
De este modo, si el Gobierno de Cantabria lo requiere, se podrían incorporar medios del Ministerio para la Transición Ecológica al dispositivo de retirada y gestión de residuos que coordina la Comunidad Autónoma con el fin de evitar su dispersión en el medio natural.
La actuación ante vertidos que llegan a las costas está regulada por el Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación marina, aprobado en el Real Decreto 1695/2012, el cual recoge cuatro niveles de alerta. Son los gobiernos autonómicos quienes deciden, en base a sus competencias, si se pasa de una fase a otra.