Cazadores cántabros quieren que un colegio, parques y zonas deportivas formen parte de un coto de caza
Afecta a cientos de particulares propietarios de fincas y se situaría en Santa Cruz de Bezana y Piélagos, dos de los municipios con mayor expansión demográfica en el entorno de Santander
El municipio cántabro de Santa Cruz de Bezana puede acabar convertido en un coto de caza si prospera la solicitud que está tramitando en el Gobierno de Cantabria una sociedad de cazadores. La propuesta del Club Deportivo Básico La Sorda afecta a cientos de propietarios de fincas y la delimitación atañe a casas particulares, pistas deportivas, un colegio y zonas públicas de todo tipo, lo que hace en la práctica meter en un coto buena parte del territorio de un término municipal que tiene uno de los mayores crecimientos de población en el entorno de Santander.
La petición, que también afecta en parte al municipio colindante de Piélagos, hace una delimitación que afecta especialmente a pueblos como Santa Cruz, Liencres, Boo y Mortera. La propuesta, que está en fase de alegaciones, ya se ha topado con reacciones indignadas de vecinos y partidos como PSOE, PRC y Podemos.
El Club La Sorda ha solicitado formalmente constituir un coto de caza mediante un anuncio en el Boletín Oficial de Cantabria, que hace innecesaria la notificación personal a los afectados. El anuncio se publicó en el BOC del 18 de julio y se encuentra en información pública. La solicitud está en trámite de alegaciones en la Dirección General de Biodiversidad, proceso que terminará el 18 de agosto
La Junta Vecinal de Prezanes ya ha convocado una reunión en su centro social, el próximo 24 de julio, a las seis de la tarde; y las reacciones no se han hecho esperar en redes sociales.
Según la legislación cántabra, un coto de caza debe tener una superficie mínima de 750 hectáreas de terrenos “susceptibles de aprovechamiento cinegético”. La normativa también “prohíbe disparar en dirección a las zonas de seguridad, salvo que el cazador se encuentre separado de ellas por una distancia mayor de la que pudiera alcanzar el proyectil o que la configuración del terreno intermedio fuera tal que resulte imposible batir la zona de seguridad”. Esto es difícil de imaginar en la práctica en el área acotada por la propuesta, en donde hay zona habitada y linda con Santa Cruz de Bezana en la mayor parte de su perímetro.
La linde del coto debería en todo caso mantener una franja de seguridad de 200 metros en todas direcciones, según regula la Ley de Caza de Cantabria.
Aunque no es la administración competente en este caso, Bezana ha saltado estos días a los titulares por decisiones de su nuevo equipo de gobierno, el único ayuntamiento de Cantabria en que gobiernan en coalición PP y Vox. Ya ha habido una concentración de protesta por la retirada de una bandera LGTBI del Consistorio (la bandera volvió después a su lugar a iniciativa del PP, lo que abrió un enfrentamiento con su socio de gobierno) y el día 26 hay convocada una 'besada' pública por la censura de una película infantil en donde aparecen dos mujeres besándose.
Mapa de cotos
En la actualidad, Cantabria dispone de 106 cotos de caza y se encuentran en trámite ante el Gobierno de Cantabria 25 más. La asociación ecologista ARCA, junto a otros organismos como la Universidad de Cantabria, pusieron manos a la obra en su día para elaborar un mapa de cotos en la comunidad ante la presión de los cazadores por expandir los mismos. La asociación ecologista ya se pronunció entonces y justificó la iniciativa en el hecho de que “durante estos últimos meses se han venido publicando en el BOC solicitudes de clubes deportivos de caza para constituir a municipios enteros como cotos de caza”.
Ante esta situación, se configuró un grupo de trabajo entre la Universidad de Cantabria (CITIMAC) Ecologistas en Acción, EQUO y ARCA para elaborar cartografía y alegaciones estructuradas y bien fundamentadas para alegar estas propuestas de creación o modificación de los cotos de caza. ARCA teme por la seguridad de la ciudadanía dado que habrá gente armada cerca de sus casas, así como por “el riesgo para la biodiversidad y el uso excluyente del espacio libre”.
“Hay que recordar que la Ley de Caza establece que deben ser las personas propietarias las que soliciten que sus fincas sean incluidas en un coto de caza”. Sin embargo, añade ARCA, “en estos últimos casos se está actuando al revés, se solicita que todo el municipio se constituya como coto de caza, sin que exista comunicación directa a los propietarios de los terrenos rústicos salvo la publicación en el BOC, y que las personas particulares presenten alegaciones para comunicar su rechazo a dicha inclusión”. Es el mismo caso de la solicitud en curso que afecta a Bezana y Piélagos.