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“La gracia de cada uno hace que algo sea ofensivo o simplemente polémico”

La actriz, cómica y presentadora Eva María Hernández Villegas, conocida como Eva Hache, califica de “completamente absurdo” que se condene a Cassandra y a César Strawberry por sus tuits y recuerda que “cuando se hace humor estamos hablando de ficción”. “Se trata de un error más llevado por la ideología que por otra cosa”, asegura. La popular artista recala este fin de semana en el Palacio de Festivales de Santander para representar la obra 'Los vecinos de arriba', “una comedia de muchísima calidad” dirigida por Cesc Gay y basada en “un conflicto muy divertido para el público”.

¿Cómo se autodefine Eva Hache?

Como una mujer trabajadora, simpática y con alegría en general [ríe].

Ha hecho teatro, monólogos, una serie de televisión, ha presentado programas, ahora es jurado de un programa de talentos... ¿En cuál de todos esos registros se siente más cómoda?

Yo con lo que me siento más cómoda es precisamente con la variedad. Mi oficio es una bendición que me permite no hacer siempre lo mismo, que yo creo que me mataría bastante como persona. Mira, a mí personalmente no me gusta mucho trabajar, lo hago por dinero, pero es verdad que luego cuando voy, sea el trabajo que sea, me pongo con una energía buena, de generosidad y de diversión, y me lo curro con pasión.  

¿Cuando hacía monólogos tenía algún tipo de ritual o forma de conseguir la inspiración?

No, cuando al principio interpretaba mis propios textos basaba todo un poco en el ensayo y error y después, con los monólogos de los guionistas de 'El Club de la Comedia', la inspiración venía muy dada por ellos. Se trata de ponerse en una situación 'disfrutona' y contar las cosas para que todo el mundo pueda identificarse de alguna manera y, sobre todo, se pueda reír. 

¿Eva Hache tiene algún referente en el mundo del espectáculo?

Claro, muchos. Me preguntan muchas veces por qué hay menos mujeres humoristas y cómicas, y me he dado cuenta de que hay muchísimos referentes, sobre todo en España, de actrices y cómicas que a mí me vienen a la memoria. Cuando era pequeña veía a Rafaela Aparicio, a Florinda Chico, a Mary Santpere, despúes a la Sardá, a Las Veneno... Gracita Morales, los humoristas del 'Un, dos, tres', en fin. Todo eso que ha formado parte de mi vida es un referente. 

¿Se ha encontrado con alguien entre el público o que le haya dicho que le sigue por televisión y le haya sorprendido?

¿Que me haya sorprendido? Bueno, el cariño del público es inescrutable y se manifiesta de diferentes maneras. Es algo muy gustoso que la gente siga apreciando mi trabajo.

Me refiero a algún personaje público...

Hombre, a mí me ha hecho mucha ilusión que alguien a quien yo he admirado haya venido y me haya dicho: “Cómo me gusta tu trabajo, qué bien me lo paso viéndote”. Eso me pasó con la Sardá, con Almodóvar e, incluso, con Penélope Cruz, con gente muy determinante en el mundo de la cultura y de nuestra profesión. Es un estímulo maravilloso. 

Su marido es sueco y está muy familiarizada con uno de esos países nórdicos que en España solemos poner como ejemplo positivo. ¿Qué diferencias le han llamado más la atención entre uno y otro?

Sobre todo el esfuerzo que hacen los gobiernos de estos países en la conciliación familiar. En el hecho de que tener hijos se haya invertido como una riqueza patrimonial y no como aquí, que cuando eres mujer y tienes un hijo te tienes que estar debatiendo entre si sigues siendo tan buena profesional como antes y si te da tiempo a ser igual de buena madre. Tener que elegir entre esas dos vertientes de una misma vida es terrorífico. Eso es lo que más envidio yo de un país como Suecia. 

Relacionado con el humor están, precisamente, sus límites. Tenemos recientemente los casos de los tuits de Cassandra sobre Carrero Blanco y los del cantante de Def Con Dos, César Strawberry. ¿Qué opinión le merece que a una el fiscal le solicite dos años y seis meses de prisión y a otro el Tribunal Supremo le condene a un año de cárcel?tuits de Cassandracantante de Def Con Dos, César Strawberry

A mí me parece completamente absurdo, entre otras cosas porque cuando se hace humor estamos hablando de ficción. Vale que sean opiniones personales, pero creo que hay que distinguir entre qué es una opinión personal y qué es una forma de entretener. Entonces la ficción no nos la podemos tomar en serio, y la Ley Mordaza nos va a terminar dando muchísimos disgustos. Yo, que soy muy señora de Twitter y muy activa en redes sociales, se hablaba en ellas hace poco de la facilidad y la capacidad de una persona para hacer humor o no, y que los límites del humor están marcados nada más que por la calidad. Depende mucho de la gracia personal de cada uno para que algo sea ofensivo o simplemente polémico. Creo que, como siempre desde que existían los bufones de la corte, los humoristas debemos hablar de temas muy importantes bajo el prisma del humor, para que no sean tan duros y para que tengan un poco de catarsis. En este caso, me parece un error más llevado por la ideología que por otra cosa. 

Este fin de semana trae a Santander la comedia 'Los vecinos de arriba'. ¿Qué destacaría de ella?

Destaco que es una comedia de muchísima calidad en la que la pareja que formamos Xavi Mira y yo, instalada en el desgaste, se encuentra con otra pareja divertida, alegre y fogosa. Visto de cerca, da mucha rabia lo que conduce a un conflicto muy divertido para el público.

¿Qué le gustaría hacer, relacionado con el mundo del espectáculo, que no haya hecho hasta ahora?

Me gustaría seguir investigando en el terreno de la interpretación. Fue con lo que empecé a primeros de los años 90 y después me despisté haciendo presentaciones de programas y monólogos que disfruté muchísimo -y que seguramente volveré a hacer en un futuro, no sé cuándo-, pero me interesa mucho seguir siendo actriz, porque últimamente es lo que más placer me da.