“La sociedad actual sigue siendo absolutamente machista”

Julia Navarro (Madrid, 1953) sigue acumulando éxitos editoriales. Su última novela, 'Historia de un canalla' (Plaza & Janés), va camino de convertirse en otro best seller con un retrato psicológico que refleja los instintos más bajos del ser humano para conseguir el poder y ejercerlo de forma implacable. En este caso, la escritora y periodista narra la historia de un publicista y asesor de imagen que no duda en utilizar todo aquello que le resulte necesario para conseguir lo que quiere. “Este libro es un viaje a lo más oscuro del alma humana”, dice la autora, que este martes estará en el Ateneo de Santander (19.30 horas) para presentar la novela.

Desde el mismo título define el carácter del personaje de su última novela como un canalla. ¿Hay margen para la redención o es lo que parece?

No, Thomas Spencer es lo que parece. Esta novela es un retrato en blanco y negro de la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Al mismo tiempo, es un viaje a lo más oscuro del alma humana.

En este caso, y a diferencia del resto de sus novelas, ha situado la acción en la actualidad. ¿Quería contar parte de lo que está ocurriendo en el presente o ha sido un cambio involuntario, por una cuestión más literaria?

Es un cambio de registro voluntario, por ese afán de hacer un retrato de la sociedad en la que estamos. Lógicamente, al abordar una novela que ocurre hoy, aquí y ahora, lo que cambia es toda la estructura, la forma, el lenguaje, la manera de contar las cosas. Todo eso cambia, a su vez, mi forma de escribir.

Aborda de forma transversal el poder, cómo se llega y cómo se ejerce, y subraya la ambición, la codicia y el egoísmo como formas de progresar en este mundo. ¿Cuánto se ha filtrado de la realidad y de sus experiencias propias como periodista?

Ha sido vital, sin duda, la experiencia que yo he tenido como periodista para poder escribir esta novela. Creo que sin ese trabajo previo, me habría sido absolutamente imposible escribirla.

Aunque el protagonista es un hombre, las mujeres de 'Historia de una canalla' tienen un papel fundamental, donde se trasluce el machismo que impera en los círculos de poder. ¿Cómo ha afrontado esta realidad?

Es que la sociedad actual sigue siendo absolutamente machista. A las mujeres aún nos cuesta ocupar ese papel predominante en los trabajos a los que con tanta facilidad acceden los hombres. Hay una igualdad jurídica sobre el papel, pero hay muchas batallas que dar en el día a día.

Mezcla también la comunicación con la política. ¿Es una relación cada vez más indisoluble?

Absolutamente. Vivimos en la era de la comunicación. En los últimos 20 o 30 años han cambiado todos los paradigmas de nuestra sociedad a través de las nuevas técnicas de comunicación. Entonces, desde ese punto de vista, la comunicación lo impregna todo. Las grandes agencias de comunicación se han convertido en un auténtico poder fáctico.

Hemos vivido recientemente una campaña electoral que ha tenido notables diferencias respecto a lo que venía siendo la política española. ¿Ha visto esta misma evolución en nuestros líderes políticos?

Efectivamente. Ha sido una campaña muy distinta, que ha transcurrido en los platós de televisión. Esto es algo que ha hecho que el debate político, de alguna manera, se haya empobrecido. A veces, se ha estado más pendiente del continente que del contenido.

Con cinco millones de libros vendidos en más 30 países, ¿tiene una mayor seguridad al escribir o esas cifras generan una presión añadida al enfrentarse al folio en blanco?

Cuando escribo, lo hago sin pensar en los lectores, sin pensar en qué va a pasar después. Vender muchos libros me hace tener mayor sentido de la responsabilidad. Yo tengo mucho respeto por los lectores, así que cuando el libro está terminado, cuando está a punto de llegar a las librerías, es cuando empieza a entrar esa especie de ataque de vértigo, cuando te das cuenta de que llega la hora de la verdad, cuando se acerca el momento del veredicto.

¿Y qué respuesta está encontrando del público?

[Ríe] Afortunadamente, la respuesta ha sido muy positiva. La novela se ha encaramado en los primeros puestos de los libros más vendidos y la crítica me ha tratado muy bien, han sido muy generosos conmigo.