El consejero de Salud, César Pascual, se ha reunido con el Colegio Oficial de Enfermería para abordar las principales reivindicaciones del sector, entre las que se encuentran el reconocimiento del nivel A1 de función pública, la especialización de la profesión o la obligatoriedad de colegiación.
En la reunión ha estado la presidenta del Colegio, María Luz Fernández, así como la tesorera y la secretaria general del Colegio, Maite Gutiérrez y Marián Villa, respectivamente.
El consejero ha acogido las principales demandas del colectivo y ha elogiado su “profesionalidad”. Además, ha reconocido la necesidad de que el tiempo trabajado como enfermera en cualquier centro puntúe en los baremos como si se llevará a cabo en el Servicio Cántabro de Salud.
Por parte del Colegio, su presidenta ha expresado la necesidad de seguir trabajando para conseguir el nivel A1 de la Función Pública pues, en su opinión, los profesionales tienen “una formación superior”.
También han trasladado al consejero la preocupación de muchos colegiados por el concurso de traslados y por el intrusismo que la profesión enfermera está sufriendo en los últimos tiempos en residencias, mutuas o en otros centros de atención a mayores.
Por otra parte, han abordado la necesidad del desarrollo de las especialidades enfermeras y han solicitado que la plaza asignada a cada centro de salud de una enfermera especializada en Familiar y Comunitaria sea ocupada por especialistas, algo que, a su juicio, “no ocurre en la actualidad”.
Finalmente, desde el Colegio han expuesto a Pascual la posibilidad de que haya una enfermera en Valdecilla haciendo micropigmentación en pacientes con cáncer, dado que el Colegio está impartiendo cursos de formación a enfermeras de micropigmentación, así como la necesidad de la implantación en los centros de enseñanza de la enfermera escolar, cuestiones que el consejero se ha comprometido en analizar.