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PERFILES Leticia Díaz y Emilio del Valle

Dos excargos del PP, candidatos de Vox en Santander y Cantabria: un negacionista del cambio climático y la sustituta de Bárcenas en el Senado

Han trabajado toda su vida en una administración autonómica, pero repudian el sistema de las autonomías; impulsaron políticas de género cuando fueron altos cargos del Gobierno de Cantabria, pero reniegan ahora de ellas, por izquierdistas e izquierdosas; saltaron a la política con varios gobiernos del PP, pero porfían con el principal partido de derechas desde Vox. Son Leticia Díaz y Emilio del Valle, elegidos a dedo por la dirección nacional del partido cabezas de lista para el Parlamento de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander, respectivamente, en las próximas elecciones de mayo.

Quienes aspiran a ser la primera presidenta de Cantabria y el próximo alcalde de Santander son viejos conocidos del electorado de Cantabria y la prueba palpable de que la ultraderecha es una escisión de un partido como el PP, que la albergó en su seno durante décadas. De aquel caldo de cultivo salen sin parar nuevos candidatos, que no son tan nuevos, alguno de ellos incluso con cargo de responsabilidad orgánica en el pasado al formar parte del comité ejecutivo del Partido Popular.

Leticia Díaz (Infiesto, Asturias, 1969), jurista experta en protección de menores y letrada del Gobierno de Cantabria, fue senadora en sustitución de Luis Bárcenas, otro producto político de la región exportado a la arena nacional, y su carrera política en Cantabria pasó de la Secretaría General de la Consejería de Sanidad entre 1999 y 2003 a la Consejería de Presidencia entre 2011 y 2015, cargo en el que desarrolló políticas de Igualdad y Mujer.

Con la vuelta de Miguel Ángel Revilla al poder, la nomenclatura de Ignacio Diego se replegó a sus cuarteles de invierno de la administración o la actividad privada, hasta hace un año en que Leticia Díaz empezó a dejarse ver por Vox e incluso participó en actos de esta formación, algo que le ha granjeado críticas por parte de militantes de la 'vieja guardia'.

Emilio del Valle (Madrid, 1960), actual diputado nacional por Vox, tiene más trayectoria. Fue exconsejero de Presidencia también, pero con José Joaquín Martínez Sieso, entre 1995 y 1999 y ahora es la apuesta de Santiago Abascal para el Ayuntamiento de Santander. Ha pasado del Gobierno de la 'normalización' política, el que dio carpetazo a la tormentosa etapa de la Presidencia de Juan Hormaechea, al del ataque sin paños calientes al socialista Pedro Sánchez, y de paso de su forma tranquila de ejercer la política a defender desde la tribuna del Congreso de los Diputados cosas que se le escapan como el cambio climático.

La dirección nacional del partido consuma con estos nombramientos, oficializados a través de El Diario Montañés y en redes sociales, la renovación en profundidad de la cúpula en Cantabria.

Primero echó a un lado a su dirigente político, Ricardo Garrudo, quien ya tuvo una crisis interna en 2019 por incorporar en listas a candidatos elegidos a dedo para Cantabria y que después fue desplazado por el propio Emilio del Valle al frente de la formación,como antes lo había desplazado en la candidatura a las Cortes.

El abogado Cristóbal Palacio, actual portavoz parlamentario, es otro que ha quedado relegado, aunque desde su cuenta de Twitter felicita a su sustituta y agradece haber sido compensado con la dirección del área jurídica de Vox-España.

Más discreto es el único concejal que Vox ha tenido en Santander esta legislatura, Guillermo Pérez-Cosío, víctima colateral también de los vientos que soplan en la formación. Abogado como los demás, Pérez-Cosío dio una de cal y otra de arena a la alcaldesa de Santander, Gema Igual (PP), y del mismo modo que le aprobaba presupuestos, también le retiraba su apoyo. De hecho, la capital lleva camino de entrar en su segundo año con las cuentas prorrogadas.

También Pèrez-Cosío es quien ha puesto las cosas difíciles al PP al personarse en los tribunales contra la negativa de la alcaldesa a constituir la comisión de investigación de la contrata de basuras en la capital. Su sustituto, Emilio del Valle, no tendrá tantos tapujos a la hora de entrar en el equipo de gobierno con el PP, compatibilizando este posible cargo, y sus dietas, con el de diputado en Corte.

Perfil jurista y 'pepero'

Díaz y Del Valle han salido del caladero de dirigentes del PP. Son juristas, han pasado la mayor parte de su vida viviendo de las arcas públicas autonómicas y en el caso de la primera ha llevado a cabo políticas de Igualdad cuando tuvo la responsabilidad de Mujer durante su mandato. Ahora ambos reniegan del estado autonómico y de la política de género, al igual que la ideología de izquierdas como dice este miércoles la cuenta oficial de Vox-Cantabria en Twitter: “Leticia Díaz será la candidata a la presidencia de Cantabria y @edelvallerod optará a la Alcaldía de Santander. En Cantabria podremos fin al Gobierno PRC-PSOE. En Santander recuperaremos la seguridad y acabaremos con las políticas de izquierdas”.

Complementos y el 'Super 33'

A diferencia de Del Valle, más discreto en su actuar por más que en ocasiones sobreactúe, Leticia Díaz ya facilitó unos cuantos titulares durante su etapa gestora y promete no tener aburrida a la tribuna de prensa del Hemiciclo de San Rafael.

Leticia Díaz, en 2015, era abiertamente partidaria de políticas de Igualdad, que ahora Vox tilda de izquierdistas: “Desde los poderes públicos debemos apoyar la implantación de todas las medidas necesarias para que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres se convierta en una realidad en todas las esferas de la vida, especialmente en la laboral”, declaraba entonces en un acto público.

Como consejera de Presidencia, y por lo tanto responsable de la Dirección General de la Mujer, Díaz defendió presupuestos como el de 2015, en que se destinaban 500.000 euros a movimientos asociativos femeninos y el desarrollo de programas de Igualdad, algo que sería impensable ahora.

Pero sobre todo fue polémica porque reclamó, y no desistió de ello, que se le compensara económicamente la merma salarial que tuvo al ser nombrada consejera -otros dos altos cargos que reclamaron acabaron desistiendo, aunque no ella-, mientras pedía ajustes económicos a los empleados públicos. Tampoco Díaz renunció después de ejercer el cargo al complemento de 230 euros que tendrá de por vida por haber sido consejera. De lo primero, sindicatos y partidos de oposición se echaron encima del PP.

Como gestora, la exconsejera no tuvo tantas contemplaciones con sus administrados. La crisis de la empresa pública de emergencias 112 llevó que barajara un ERE que conllevaba el despido de bomberos... a no ser que accedieran a rebajarse el sueldo un 15%, como finalmente ocurrió. Otra de las propuestas en materia laboral fue suprimir la paga extraordinaria de Navidad de los empleados públicos, algo que se justificaba por los recortes propios de una crisis que en aquellos años aún campaba a sus anchas. La propuesta no prosperó.

El helicóptero y el marido

La diputada regionalista Rosa Valdés denunció en el Parlamento de Cantabria, en 2012, que el helicóptero precisamente del 112 no volaba por la noche porque “el marido piloto” de la consejera “no ha podido acreditar” su capacitación técnica para realizar vuelos nocturnos. La consejera lo negó y dijo que únicamente no se prestaba servicio nocturno cuando había competencia de Salvamento Marítimo, pero la reacción fue más allá y Díaz 'invitó' a la regionalista a salir de la calle para comprobar si seguía pensando lo mismo y querellarse contra ella.

La oferta electoral de Vox volverá a capitalizar la atención del resto de partidos, que harán un llamamiento al voto útil como mejor freno de la ultraderecha. Ya pasó en las elecciones de 2019, en que el PSOE, tanto nacional como autonómico, capitalizó el temor a que Vox llegara a tocar poder institucional. El PSOE repetirá el próximo mes de mayo esta estrategia a la que se suma el presidente de Cantabria y líder regionalista, Miguel Ángel Revilla, quien ya abiertamente reclama el voto para su partido como mejor garantía para evitar un frente PP-Vox. Ambos, de forma pretendida o no, acabarán convirtiendo a los nuevos candidatos de Vox en protagonistas.