El Gobierno de Cantabria pide 30 años de cárcel para el culpable del asesinato machista de una joven en Laredo

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El Gobierno de Cantabria, personado como acusación popular en la causa del crimen machista registrado en Laredo a principios de 2019, ha solicitado 30 años de cárcel para el acusado, 25 por asesinato y cinco años más por amenazas a las compañeras de la joven a la que apuñaló, el máximo previsto para estos delitos.

También está personada como acusación popular en este caso la Asociación Clara Campoamor, que ha pedido las mismas penas que el Gobierno de Cantabria. Por su parte, la acusación particular, que ejerce la madre de la víctima, ha solicitado 23 años y nueve meses de cárcel por asesinato, además de penas accesorias de alejamiento y prohibición de comunicación, y una indemnización de 72.000 euros.

Las tres acusaciones consideran que hubo “alevosía y ensañamiento”, dado que el acusado asestó a la joven una veintena de puñaladas, y solicitan la aplicación de las agravantes de parentesco y género, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

El Gobierno autonómico, que ha presentado esta semana su escrito de calificación, ejerce la acción popular tras recabar el consentimiento de la familia de la víctima, natural de la República Dominicana.

La Fiscalía está pendiente de formular su acusación, ya que el fiscal encargado de este asunto está baja y su sustituto tiene que empezar a estudiarlo desde el principio, lo que dilatará un poco la presentación de la calificación, tal y como han explicado a Europa Press fuentes del Ministerio Público.

Primer crimen machista de 2019

Este caso que fue el primer crimen por violencia machista de España el año pasado. Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada del 3 de enero de 2019 en el piso de la joven, ubicado en la Plaza Rosario Ochandiano de Laredo.

El asesino confeso, de 29 años, asestó a la joven una veintena de puñaladas con dos cuchillos: uno que se llevó de la cocina del bar de Laredo donde había estado con ella antes de los hechos, y otro que cogió en el piso de la chica, en el que residían otras dos compatriotas de la víctima que intentaron, en vano, frenar la agresión.

El culpable, en prisión tras entregarse a la Policía y declararse autor de la muerte, se encontraba esa noche en el pub de la Puebla Vieja que frecuentaban ambos, que habían sido pareja durante año y medio aunque estaban en proceso de separación. La joven llegó después que él al local, pero se fue aproximadamente al cabo de media hora.

Tras esto, el asesino confeso cogió un cuchillo de la cocina del bar, se dirigió al domicilio de quien había sido su compañera sentimental, y una vez dentro, le asestó primero un par de puñaladas con el cuchillo del bar que portaba consigo, y luego con otro que cogió de la cocina de la casa con el que siguió achuchillándola en el tórax, mientras las compañeras de piso permanecían refugiadas en un dormitorio desde el que alertaron al 112.

A su llegada, los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por reanimar a la joven, que deja huérfana una hija de cinco años en su país de origen. Mientras, el agresor, que alegó en su declaración que había tomado un par de copas, había abandonado ya el lugar de los hechos.

Tras hablar con su familia, se entregó a la Policía Local, donde quedó custodiado en los calabozos por agentes de la Guardia Civil hasta que pasó a disposición judicial, y el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Laredo -el que estaba de guardia cuando sucedió todo-, ordenó su ingreso en prisión.