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Santander depura su callejero franquista: otros seis viales cambian de nombre

Poco a poco, a modo de goteo, con un ritmo que critican tanto desde la oposición municipal como desde las asociaciones en defensa de la memoria histórica, pero Santander se va desprendiendo de los vestigios de la dictadura y depura su callejero franquista. En este caso han sido seis las calles que cambian de nombre, que adaptan su denominación a los cánones democráticos, que cumplen una normativa aprobada por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007.

Las calles Río Ebro, Armada Española, Archivo de Simancas, Islas Canarias, Islas Baleares y la plaza del Alzamiento (1808) cuentan desde este jueves con nuevas placas con los nombres asignados para ellas en el pleno del mes de mayo con el fin de adaptar sus antiguas denominaciones en aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Trabajadores de los talleres municipales han colocado la nueva señalización, doce placas en total, según ha informado la concejala de Barrios y Servicios Generales, Carmen Ruiz (PP), a través de un comunicado.

El cambio de nombre de estas calles fue aprobado por unanimidad en el pleno de la Corporación santanderina dentro del proceso que se está siguiendo en la ciudad para la progresiva sustitución o modificación de la denominación de distintos viales y plazas en cumplimiento de Ley de Memoria Histórica.

Se trata de seis calles en las que hubo consenso por parte del grupo de expertos para plantear su cambio de denominación solo con pequeñas variaciones sobre el nombre original, propuesta que fue asumida también por el Consejo Municipal de Cultura y, posteriormente, por la Comisión de Cultura y el pleno de la Corporación.

El cambio de placas se realiza coincidiendo con la entrada en vigor de los nuevos nombres, que serán de aplicación desde este jueves, 1 de septiembre, según ha apuntado la edil.

Próximos pasos

Por otro lado, el Ayuntamiento de Santander ha comunicado que está dando también los primeros pasos para proceder a la contratación de los trabajos de retirada del monumento a las legiones italianas (en la Plaza de Italia) y del Monumento a los Caídos en la IV División de Navarra (en el paseo de la Reina Victoria).

“Con estas medidas Santander sigue avanzando en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica de manera progresiva, desde la normalidad política, social e institucional, y guiándose por las recomendaciones de los expertos”, ha añadido la concejala de Cultura, Miriam Díaz.

En este sentido, Díaz ha destacado que la Comisión de Acción Cultural y Promoción Educativa acaba de encargar al Consejo Municipal de Cultura y a su Comisión de Historia y Patrimonio la redacción de una propuesta sobre los criterios que el Ayuntamiento debería tener en cuenta para establecer las nuevas denominaciones de calles en la ciudad.

Con sus sugerencias e ideas se abrirá un debate y se elevará una propuesta a la Comisión de Acción Cultural, que será la que aprobará los criterios que se aplicarán en adelante para la designación de nombres de calles en Santander.

Múltiples vestigios franquistas

La ciudad mantiene actualmente numerosos símbolos y monumentos que vulneran la Ley de Memoria Histórica, como han denunciado reiteradamente colectivos sociales y grupos políticos, y el equipo de Gobierno local solo ha hecho pequeños gestos desde la aprobación de esta normativa en 2007, como el cambio de denominación de la calle Carrero Blanco por Severiano Ballesteros el año pasado.

Sin embargo, una moción de Izquierda Unida aprobada en el pleno municipal instó al Ayuntamiento a que adopte las medidas necesarias para “eliminar cualquier mención, calle o monumento que exalte la sublevación militar, la Guerra Civil o la dictadura franquista”, una propuesta que el PP había rechazado en otras ocasiones, a pesar de que la ciudad cuenta todavía con cerca de treinta calles y una decena de emplazamientos cuya existencia vulnera la normativa vigente.