Cantabria Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Vacaciones en Paz: el programa con el que familias cántabras acogen en verano niños saharauis con necesidades

Alrededor de 180.000 personas saharauis viven en los campamentos de Tinduf, en Argelia y dependen de la ayuda internacional para subsistir, aquejados principalmente por la falta de agua que impide desarrollar una economía básica y repercute negativamente en los servicios sanitarios y educativos. La Dirección General de Juventud y Cooperación al Desarrollo subvenciona varios proyectos en beneficio de esta población que vive en circunstancias adversas.

Otra parte de los saharauis viven en el Sáhara Occidental y sufren múltiples vulneraciones de sus derechos humanos tras la ocupación ilegal de Marruecos en 1975 -cuando el Gobierno de España firmó un tratado de desvinculación de nula validez jurídica internacional-. Sin embargo, la parte de la población que habitaba en el desierto y los pequeños pueblos, se exilió y reagrupó en los campamentos de Tinduf, donde se estructura la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Cantabria acoge a los niños saharauis

Vacaciones en Paz es un programa de ayuda humanitaria y de sensibilización política y social organizado por las ONG Alouda y Cantabria por el Sahara, el Ministerio de Juventud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y las Delegaciones del Frente Polisario en las distintas comunidades autónomas de España, y su objeto prioritario es alejar a los menores de las duras condiciones climatológicas que se dan en el desierto en verano. 

Este programa cuenta con un importe total de 30.000 euros y consiste en el acogimiento durante julio y agosto de un menor saharaui por parte de familias voluntarias de Cantabria. Vacaciones en Paz, como señala Ángel Oria, de Alouda, “tiene una doble dirección”: por un lado, mejorar la calidad de vida de los menores y, por otro, transmitir a la ciudadanía y a los poderes públicos la urgencia de resolver de forma justa y definitiva el conflicto del Sáhara Occidental, posibilitando al pueblo saharaui el ejercicio de su legítimo derecho a la autodeterminación y con ello el regreso a su país de la población refugiada.

Oria incide sobre este tema y recalca: “Sin quitar importancia a la parte más humanitaria, reclamar una solución política del conflicto a través de los niños es muy importante porque es la única solución a esa vida en un desierto árido sin ninguna perspectiva de futuro”.

Para conseguirlo, además de actividades más lúdicas, como la práctica de surf, Oria cuenta que Alouda y Cantabria por el Sáhara también llevan a cabo visitas al Parlamento o a los ayuntamientos, así como concentraciones. “Ayudar a que se celebre el referéndum de autodeterminación, decidan su futuro y tengan la oportunidad de ser ciudadanos en un país libre es crear un futuro a los niños”, insiste.

Las ONG y las familias implicadas en el programa aportan a los menores que pasan su verano en Cantabria un reconocimiento médico completo, vacunas si fuera necesario, complementan sus carencias nutricionales y posibilitan la adquisición de conocimientos complementarios a los de la escuela, además de proporcionarles un lugar donde pueden estar alejados de “los más de 50 grados que hace durante esos meses” en su lugar de origen, señala Oria.

A través del programa, los menores conocen una cultura y una forma de vida diferentes, a la par que comparten la suya con nuestras familias. Por último, el portavoz de esta ONG insiste en el hecho de que estos niños “no sufren carencias a nivel afectivo en los campamentos, ya que su organización familiar es como la nuestra”. Lo que les aporta Vacaciones en Paz es una ayuda material que no tienen y visibilidad a su problema la problemática del pueblo saharaui.  

Otros programas por el Sáhara

Además de Vacaciones en Paz, la Dirección General de Juventud y Cooperación al Desarrollo colabora a través de otros programas encaminados a actuaciones que favorecen el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de los habitantes en los campamentos.

Por un lado, a través de la Delegación Saharaui en Cantabria se apoya económicamente la adquisición de alimento que satisfaga las necesidades nutritivas, contribuyendo a la seguridad alimentaria de los saharauis. Por otro lado, se cubren los gastos de las delegaciones médicas organizadas por los Colegios de Médicos y Enfermería de Cantabria que, a través de una cooperación técnica, envían personal sanitario que forma a personal médico local y facilitan las herramientas, conocimientos, habilidades y destrezas necesarias que mejoran el servicio sanitario que luego prestan a sus compatriotas saharauis.

Todas las intervenciones van alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, con especial protagonismo de aquellos que inciden en la lucha contra el hambre (ODS 2), la mejora de los servicios sanitarios (ODS 3), la educación tanto de los acogidos como de la población cántabra (ODS 4), la contribución a la realización efectiva de los derechos de los saharauis (ODS 16) y la creación de alianzas entre pueblos que contribuyan al logro de los demás objetivos (ODS 17).

Alrededor de 180.000 personas saharauis viven en los campamentos de Tinduf, en Argelia y dependen de la ayuda internacional para subsistir, aquejados principalmente por la falta de agua que impide desarrollar una economía básica y repercute negativamente en los servicios sanitarios y educativos. La Dirección General de Juventud y Cooperación al Desarrollo subvenciona varios proyectos en beneficio de esta población que vive en circunstancias adversas.

Otra parte de los saharauis viven en el Sáhara Occidental y sufren múltiples vulneraciones de sus derechos humanos tras la ocupación ilegal de Marruecos en 1975 -cuando el Gobierno de España firmó un tratado de desvinculación de nula validez jurídica internacional-. Sin embargo, la parte de la población que habitaba en el desierto y los pequeños pueblos, se exilió y reagrupó en los campamentos de Tinduf, donde se estructura la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).