El Ayuntamiento de Santander ha dado marcha atrás con el polémico Metro-TUS siete meses después de su implantación tras la lluvia de críticas y manifestaciones de los usuarios ante el descontento por su funcionamiento. Tal y como ha anunciado la alcaldesa, Gema Igual, este lunes, junto al concejal de Movilidad Sostenible, Ignacio Quirós, se eliminarán los transbordos de El Sardinero y Valdecilla, se recuperarán las antiguas líneas y se mantendrán la central y el carril-bus.
Igual ha negado que se trate de un fracaso en el sistema de transporte urbano que se puso en funcionamiento el pasado mes de febrero y lo ha definido como “una rectificación del proyecto inicial” tras seis meses de “evaluación” del mismo. De esta forma, tal y como han anunciado los dirigentes populares, a partir del 1 de noviembre se volverá al método anterior, después de una inversión en torno a los tres millones de euros según el PP y siete según la oposición.
A menos de un año para las elecciones municipales, la polémica del Metro-TUS era una de las amenazas para el actual equipo de Gobierno del PP de cara a estos comicios, por aglutinar detractores tanto del centro como de la periferia de Santander. En este sentido, la alcaldesa ha tomado la decisión de recular para, según ha señalado, “no perjudicar a ningún santanderino”. “Se trata de recuperar la confianza de los santanderinos en moverse por la ciudad en autobús”, ha subrayado la regidora.
Y es que ha reconocido que el sistema no ha funcionado. “Los santanderinos, los usuarios del transporte, no ven beneficioso el transbordo, no les mejora la calidad y no les hace confiar en el transporte urbano de Santander”, ha señalado, a pesar de “los cambios” que han ido introduciendo durante estos meses que no han hecho variar “el sentir de los vecinos”.
No obstante, a partir de noviembre se mantendrán los autobuses articulados, con mayor capacidad, porque, según la alcaldesa, “son beneficiosos para las líneas de mayor afluencia”, y los intercambiadores de Valdecilla y El Sardinero que servirán de parada de autobuses y de punto de cabeceras de la línea central. Igualmente, continuará funcionando la priorización semafórica y las marquesinas inteligentes y totems implantados con el Metro-TUS.
En cuanto a la inversión municipal llevada a cabo, Igual ha recalcado que “ni un euro de los 2,7 ha ido a la basura” porque se han invertido en los intercambiadores, el carril bus, las mejoras tecnológicas y los nuevos autobuses y “todo ello se seguirá utilizando”, ha asegurado.“Por eso, nada ha sido en vano”, ha añadido tratando de maquillar las consecuencias de la suspensión de uno de sus proyectos estrella y que tanto ha defendido durante su funcionamiento.
La alcaldesa también ha recordado que, para mejorar el sistema de manera interna, se están realizando las obras de la nueva sede del TUS en Camarreal, que estarán en primavera y en las que se ha invertido cuatro millones de euros, y que también se trabaja en un nuevo convenio colectivo para los trabajadores de sistema de transporte.
Polémico desde su anuncio
El Metro-TUS ha sido polémico desde su anuncio. El diseño del trayecto se adjudicó por 44.576 euros en septiembre de 2015, a la empresa AC Proyectos a través de un concurso negociado y sin publicidad. La idea surgió a partir de un trabajo de fin de grado de un estudiante de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Cantabria.
El trazado, que en realidad se trata de lo que popularmente se conoce como un 'carril bus' de uso exclusivo para autobuses y taxis, conllevó la eliminación de 38 plazas de aparcamiento, 130 de estacionamiento para motos, así como algunas paradas de taxis y zonas de carga y descarga, y no tenía espacio para bicicletas.
En 2016, el PRC denunció que este proyecto traía consigo un sobrecoste de casi dos millones de euros. Aunque el precio final del Metro-TUS ha sido de, aproximadamente, tres millones de euros según el PP, fue anunciado por menos de la mitad.
Por su parte, CCOO señalaba en enero, antes de la entrada en vigor del Metro-TUS, que era un proyecto en el que “todo se ha hecho a medias” y no era eficiente. De hecho, el sistema implantado por el Ayuntamiento de Santander recorría un trayecto total de cinco kilómetros desde el entorno del Hospital de Valdecilla hasta los Campos de Sport de El Sardinero, de los cuales el 40% -apenas dos kilómetros- contaban con un carril especial y único para autobuses y taxis.
Casares y Fuentes-Pila también se sumaron a los reproches al Ayuntamiento en febrero y señalaron que “el PP debe reconocer abiertamente que ha tirado siete millones a la basura y dejar de perjudicar a miles de usuarios”. Además, los propios conductores de los autobuses auguraban esta debacle al poco tiempo de ponerse en marcha. “Los problemas van a ir a más y no vamos a poder con la gente”, aseguraban recalcando que con la llegada del buen tiempo “la situación iba a ir a peor”.
Pero lo más destacado de esta polémica ha sido el movimiento vecinal de protesta que se ha generado con sucesivas manifestaciones que han congregado a cientos de santanderinos descontentos con este sistema. Coordinados por la Plataforma contra el Metro-Tus, la ciudadanía se ha concentrado en varias ocasiones en las calles llegando incluso a promover la reprobación de la alcaldesa por el “caos generado”.
Mención especial en estas movilizaciones para los barrios periféricos, los más críticos y afectados por el Metro-TUS, como es el caso de Cueto, cuyos vecinos pidieron a Gema Igual y a la Universidad de Cantabria que fueran a darles explicaciones y volver al sistema anterior, tal y como finalmente ha ocurrido.