Cantabria destinará 10 millones de euros en ayudas para autónomos y pymes de la comunidad mientras dure el estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus. El Gobierno ha impulsado el denominado 'cheque de resistencia' para que las empresas de hasta nueve trabajadores puedan hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia.
Así lo ha anunciado este viernes el presidente, Miguel Ángel Revilla, junto al consejero de Industria, Francisco Martín, en una comparecencia retransmitida online a través de las redes sociales oficiales de Ejecutivo autonómico, tras una videoconferencia con los agentes económicos y sociales para presentarles la iniciativa, y en la que también ha participado el director de Sodercan, Javier Carrión.
Se trata de una iniciativa, según ha explicado Revilla, que tiene como objetivo “suplir alguna carencia” de las medidas que ha tomado el Gobierno de España para este colectivo.
En este sentido, la empresa pública Sodercan “ha liberado diez millones de sus presupuestos como una partida inicial como medida de choque”, ha dicho el presidente autonómico, señalando que el objetivo es “cubrir los gastos fijos” que tienen los autónomos y pymes que se han visto obligados a cerrar por decreto, una medida impuesta a nivel nacional que Revilla celebra por ser “necesaria”.
Así pues, según ha desglosado, de las 7.600 pymes de la región que se han visto afectadas, las empresas sin asalariados percibirán 150 euros semanales mientras dure el estado de alarma. Por su parte, aquellas que cuenten con entre uno y cinco trabajadores recibirán 225 euros semanales y las que tengan entre seis y nueve en plantilla contarán con 300 euros por semana.
“De inmediato”
“Para beneficiarse de este cheque tendrán que asumir el compromiso con la Consejería de que pasados seis meses vuelvan a reponer las plantillas que tenían antes del cierre”, ha apuntado Revilla, resaltando que se puede solicitar desde la web de Sodercan, y que los pagos se comenzarán a realizar “de inmediato, la próxima semana y con carácter retroactivo”, es decir, desde el momento en el que la empresa tuvo que cerrar.
El objetivo de este cheque, como ha explicado el consejero de Industria, es que “no se altere” la cuenta de resultados del negocio durante el periodo de estado de alarma y que el día de la reapertura “sea parecido” al momento del cierre.
Tras indicar que el Estado ha “tamponado algunos gastos” de empresas, Martín ha defendido que en Cantabria “bajamos a los gastos fijos” de pequeños negocios y comercios, como alquiler, luz, electricidad. La finalidad es que “cuando se levante el estado de alarma puedan reabrir con las cuentas tan saneadas como cuando bajaron la persiana”, ha concluido.
De las 7.600 pequeñas empresas cántabras que se verán beneficiadas de esta ayuda, 2.937 son micropymes sin asalariados, 3.196 cuentan con entre y uno dos trabajadores, 1.235 tienen de tres a cinco y 313 entre seis y nueve empleados.