Salir a la calle en Cantabria y preguntar por Felisuco es garantía de éxito: habrá muy pocos que no conozcan alguna anécdota de este cómico, actor y presentador de televisión que se lanzó al estrellato hace más de dos décadas como colaborador de 'El Informal', un programa de humor en el prime time de Telecinco que cosechó durante varios años unas audiencias estratosféricas abordando temas de actualidad de manera desenfadada. Resultará más complicado que reconozcan a Félix Álvarez, el político que encabezó la candidatura autonómica de Ciudadanos en las pasadas elecciones y que ha ejercido como líder de la formación naranja en la comunidad desde 2016 hasta que dimitió esta pasada semana.
Y es que Felisuco llegó a la política por la puerta grande y con el beneplácito del todopoderoso líder de Ciudadanos: la repetición de las elecciones generales de 2016 le permitió ocupar el número 1 de la candidatura de Cs en Cantabria por designación directa de la dirección nacional, sin primarias ni consultas internas, en un momento en el que Albert Rivera fichaba caras conocidas que lo acompañaran en lo que esperaba que fuera un paseo triunfal hacia La Moncloa. Su nombramiento provocó ya en aquellos momentos los primeros roces serios entre la militancia, con un grupo muy numeroso de altos cargos y afiliados que abandonaron el partido dando un portazo.
Si el desembarco en la política fue relativamente sencillo para él, acostumbrado como estaba a los focos, a los medios y a las críticas a veces despiadadas, no lo ha sido tanto su trayectoria, jalonada por la polémica. Los 'francotiradores' han estado casi siempre en su propia casa y han utilizado todas las armas a su alcance para disparar al que, formalmente, era su líder. Porque, como él mismo cuenta, en este tiempo ha tenido tantos partidarios como detractores, y muy pocos que permanecieran neutrales o a los que resultara indiferente.
Un ejemplo: el vídeo viral que persiguió a Felisuco en plena campaña y que difundieron sus enemigos internos con fragmentos de una entrevista del actor antes de dar el salto a la política, en la que decía cosas como “Revilla es tan penoso como si yo acabo presentándome a presidente: un payaso político es tan penoso como un político payaso” o “Voy a hacer todo lo posible, todo lo que esté en mi mano, para no volver a trabajar nunca en Cantabria”. Tras su reciente dimisión, sus críticos le recuerdan una vez más esa promesa y le invitan a cumplirla, ya que ha abandonado la portavocía de Ciudadanos pero no ha entregado su acta y tiene intención de continuar la legislatura como diputado en el Parlamento de Cantabria.
Su pasado ha vuelto varias veces sobre él. Ya tras su fichaje por Ciudadanos y su salto a la primera línea como diputado en el Congreso, un hito que consiguió a los pocos meses de involucrarse en el partido, Felisuco tuvo que afrontar una polémica similar cuando se vio obligado a responder por varios tuits considerados polémicos y en los que valoraba la actividad política: “Estoy pensando en meterme en política, y una vez dentro, inmolarme. Y convertirme en un mártir” o “Mi capacidad de morder ha mermado, tendré que chupar más. Me haré político” fueron dos de los mensajes que lo convirtieron entrending topicdurante sus primeros días.
Su estreno en las urnas se produjo en las elecciones generales de 2016, las que permitieron a Mariano Rajoy ser elegido presidente por última vez. En aquella primera cita como cabeza de cartel, Félix Álvarez sumó en Cantabria poco más de 48.000 papeletas, casi 5.000 votos menos de los que había obtenido su antecesor solo seis meses antes. Fueron suficientes para que recogiera su acta de diputado y ocupara su escaño en la Cámara Baja durante la convulsa legislatura que concluyó con Pedro Sánchez en La Moncloa tras la primera moción de censura exitosa de la democracia. Ejerció como portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Cultura y participó en la redacción de una norma de la que se siente especialmente orgulloso: el Estatuto del Artista.
Sin embargo, aunque Felisuco hubiera preferido continuar su carrera en el Congreso, de nuevo una decisión tomada en Madrid por la dirección de Ciudadanos lo convirtió en candidato a la Presidencia del Gobierno de Cantabria el pasado mes de mayo, con unas polémicas primarias de por medio en las que se llegó a hablar de “pucherazo” y en un intercambio de cromos que llevó a la Carrera de San Jerónimo a su amigo y compañero de filas Rubén Gómez, hasta aquel momento portavoz parlamentario y su hombre de confianza. Ha sido precisamente la contratación de Gómez como asesor tan solo una semana después de que perdiera su escaño tras el 10N lo que ha provocado la dimisión a medias de Álvarez, que ha reconocido que “ocultó” este contrato después de negar reiteradamente su existencia, en un episodio rocambolesco que él se limita a calificar de “cuestión menor y doméstica”.
Previamente se habían celebrado las elecciones autonómicas en las que tampoco consiguió que el partido naranja despegara en Cantabria. Fueron solo un mes después de que Rivera cosechara sus mejores resultados en las urnas, a punto del sorpasso al PP, pero no pudo rentabilizar esa buena dinámica y la candidatura que encabezó Felisuco se quedó con tan solo tres diputados en el Parlamento autonómico, unas cifras muy similares a las de la legislatura anterior, cuando tenían dos parlamentarios, y lejos de los seis o siete que se manejaban en las encuestas internas. Una decepción que dejó muy tocado al partido, a pesar de que por unos días saborearon la posibilidad de formar un Gobierno bipartito con el PRC, desplazando a los socialistas y aprovechando las malas relaciones entre el PSOE y los regionalistas, una posibilidad que hubiera convertido a Álvarez en vicepresidente pero que se esfumó por una cuestión aritmética.
Félix Álvarez Palleiro (Santander, 1966) comenzó su carrera audiovisual presentando en Telecabarga La estela de la cultura. Su oportunidad definitiva le llegó en 1998, cuando comenzó a trabajar en El Informal de Telecinco, junto a Florentino Fernández, Javier Capitán, Inma del Moral y Miki Nadal. Posteriormente, se incorporó al magacín vespertino A tu lado, que conducía Emma García. Y en 2009 dio su salto al teatro con la obra Una pareja de miedo, junto al cómico Josema Yuste, con el que interpretó durante una larga temporada una versión de La cena de los idiotas. A la espera de que se dilucide el futuro de Ciudadanos y la nueva dirección que encabezará previsiblemente Inés Arrimadas se consolide, Felisuco permanecerá como portavoz parlamentario en el Parlamento cántabro, con la duda siempre presente de si su transformación de cómico a político ha naufragado definitivamente.