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Mónica Rodero (Podemos): “Tenemos que ponernos mucho las pilas para recuperar a toda esa gente valiosa que se ha ido”

Mónica Rodero (Madrid, 1973) espera sentada en la puerta de La Moraduca a que alguien del partido venga con las llaves a levantar la verja de la sede de Podemos en Santander antes de la entrevista. Es una recién llegada a la primera línea de la política, aunque le ha tocado asumir el reto de liderar la candidatura al Parlamento de Cantabria tras la suspensión judicial de las polémicas primarias que terminaron por romper internamente un partido instalado en la crisis permanente desde su nacimiento hace cinco años.

Esta técnico de laboratorio, que desempeña su trabajo desde hace años en el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) de Torrelavega, quiere poner fin a esa etapa de enfrentamientos y se empeña en enterrar los episodios de guerra fratricida que han sacudido a Podemos durante toda la legislatura. “Movilizar a la gente cuesta mucho y es una responsabilidad dar el paso”, recuerda. Por eso, insiste en que tienen que “ponerse mucho las pilas para recuperar a toda esa gente valiosa que, por un motivo u otro, por las razones que fueran, se ha ido”. Está convencida de que están en el camino correcto y, de momento, las encuestas señalan que Podemos podría repetir en el antiguo Hospital de San Rafael y consolidar su presencia institucional en la Cámara autonómica.

No hace ni dos meses que fue elegida candidata autonómica de Podemos en Cantabria. ¿Cómo está siendo este aterrizaje en la primera línea de la política?

Sorprendentemente, lo llevo bastante bien. Para mí es una experiencia de la que espero aprender mucho. Creo que estoy afrontando esta nueva asignatura que se me ha encomendado con ganas, con ilusión y con el deseo de sacar muy buenos resultados.

¿Es tiempo suficiente para darse a conocer como candidata entre los ciudadanos y poder presentar su proyecto para Cantabria?

El proyecto de Podemos ya está ahí. Es fácil cuando tenemos la marca que tenemos, con la potencia que tenemos. ¿Es tiempo suficiente? El movimiento se demuestra andando. Las primeras impresiones pueden ser muy determinantes, pero creo que es cuestión de trabajo. Yo llevo en Podemos desde hace tiempo, aunque sí es cierto que en otra línea. Y sí, hay tiempo suficiente.

¿No cree que haber sido designada 'a dedo' por la gestora que dirige el partido y no mediante primarias es un hándicap y le resta legitimidad ante la militancia?

Es que yo no he sido elegida por una gestora. El motivo por el que yo soy candidata y encabezo esta lista es porque participé en un proceso de primarias, con un aval superior al 74% de los inscritos que votaron. Esa es la razón. La situación en el partido, como bien es conocida, era delicada en ese momento y no se podían elegir a las candidaturas por primarias ordinarias. A mí no me han cogido 'a dedo'. La razón por la que soy candidata es porque pasé ese proceso de primarias con el respaldo de los inscritos…

Pero no en unas primarias para ser elegida candidata autonómica, porque ese proceso no se ha celebrado e incluso ha acabado en los tribunales...

No, por supuesto. Pero sí por el respaldo que tuve en unas primarias pasadas. Esa es la razón. Si esas primarias las hubiera ganado otra persona, por ejemplo, de la otra candidatura, posiblemente hubiera sido esa persona quien encabezaría ahora la lista, supongo.

¿Cómo es la situación interna en Podemos Cantabria ahora mismo?

¡La situación interna es buena! [Ríe]. Estamos sacando un proyecto adelante con muchísimas ganas e ilusión. Es una nueva etapa. No voy a entrar para nada en lo anterior porque no soy persona de remover ni nada. Lo que hay ahora es lo que hay: un nuevo proyecto impulsado con muchas ganas y muchas ilusiones, con gente muy trabajadora, con la que estoy muy a gusto, y solo miro para adelante.

Decía que lleva tiempo en Podemos, aunque con otras responsabilidades menos visibles. ¿Cómo ha vivido todo ese proceso interno de descomposición, que además ha sido muy mediático y con una guerra interna que llevó incluso a la suspensión de las primarias?

A nadie le gustan las guerras internas, pero yo con lo que me quedo es con todo el trabajo que se ha estado haciendo en el Parlamento. Yo siempre he sido muy positiva y creo que, aunque dentro de la organización había problemas, como hay problemas en todas las organizaciones y en todos los grupos de trabajo humanos, porque somos así, yo me quedo con el trabajo que se ha hecho en el Parlamento. De verdad, es lo que a mí me satisfacía y lo que me parece que se ha hecho bien.

¿El objetivo para el 26 de mayo es ese? ¿Recuperar el grupo parlamentario que se disolvió a final de legislatura y tener presencia de nuevo en las instituciones?

Por supuesto, por supuesto. Queremos continuar con el trabajo que se ha hecho estos cuatro años, que ha sido muy bueno, insisto. Casi 300 iniciativas parlamentarias y 9 iniciativas legislativas es poner en evidencia que se ha trabajado y que se han sacado adelante gracias a nuestra presencia en las instituciones.

¿Cree que pueden llegar a ser decisivos como ocurrió en la última investidura en 2015?

Vamos a ver qué pasa, porque con tanta fragmentación política y pluralidad como hay en estas elecciones, habrá que esperar a ver cómo son los resultados…

¿Qué le parece que la exsecretaria general de Podemos Cantabria, Rosana Alonso, que fue apartada de las primarias, haya pedido el voto para la candidatura de IU-Equo en lugar de para su partido?

Yo no voy a entrar ahí. Rosana Alonso está en su derecho de hacer las cosas de esa manera y no quiero opinar en lo que ella diga o no.

No es un hecho aislado. Otro exsecretario general de Podemos Cantabria, Julio Revuelta, se ha integrado y está colaborando incluso con la Marea Cántabra de cara a las elecciones del 26M. ¿Podemos ha perdido mucho capital humano por las guerras que han roto el partido en los últimos cuatro años?

Son decisiones personales que ellos sabrán por qué las toman. Yo, de verdad, no voy a entrar a valorar en lo que ellos dicen y piden. ¿Que puede influir o no? Izquierda Unida habrá contado con ellos por eso. Bien. No voy a opinar sobre eso.

¿Y por qué ha sido imposible llegar a un acuerdo de confluencia con otras fuerzas de izquierdas, como sí ha ocurrido a nivel nacional o europeo, o incluso a nivel municipal, con una candidatura conjunta en Santander?

Bueno, las negociaciones no salieron adelante. ¿Por qué? No lo sé. Yo no estuve en esas negociaciones. Quizás hubo planteamientos que han sido infranqueables o peticiones y cesiones que no se podían aceptar… Sobre todo porque se viene de una negociación anterior, en otra situación y con otro grupo de gente. Han podido surgir dificultades, no lo sé.

Dada la fragmentación que usted misma mencionaba, ¿no es un riesgo hacer elegir a los votantes entre dos candidaturas de izquierdas que están peleando ambas por superar el umbral para entrar al Parlamento?

Yo, desde que se anunció mi candidatura, abrí las puertas y pedí que fuéramos de la mano, que alcanzáramos acuerdos. ¿Qué puede perjudicar o no? Vamos a ver qué pasa, no tiene por qué ser así. Existe la posibilidad de que todos sumemos muchos votos y que la situación en el Parlamento fuera de una cantidad de fuerzas de izquierdas que diera la vuelta a esto. Yo quiero pensar en positivo y quiero pensar que esto va a ayudar a que sumemos muchos votos y que obtengamos representación todos en el Parlamento.

¿No tiene la sensación de que tras el 28 de abril se ha desactivado el miedo a la irrupción de la extrema derecha, con esa gran movilización que se produjo en las elecciones generales, y que eso puede pasar factura ahora, cuando están en juego las políticas más cercanas a los ciudadanos, como la sanidad, la educación o la dependencia?

Yo apelo al sentido común. Estas últimas elecciones han servido para concienciar a la gente, no solo de que llegue la ultraderecha, que efectivamente hay que tenerles miedo, sino de que para conseguir las cosas tienes que involucrarte, y si es cada cuatro años con tu voto, que sea así, votando lo que quieres que se haga en las instituciones. Confío en que la gente va a seguir movilizada. Todavía sigue esa alegría de la fiesta democracia y confío en que haya una alta participación también en estas elecciones.

Esta semana presentaba las líneas principales de su programa electoral para los próximos cuatro años. ¿Cuáles van a ser las prioridades de los diputados de Podemos si hay presencia de su formación en el Parlamento?

Vamos a centrar las políticas en las personas. Tenemos una Cantabria que está bastante tocada por estos años de crisis y mala gestión de los sucesivos gobiernos que hemos tenido. No ha habido planes de empleo, estamos en una comunidad con un trabajo muy precario, además con el hándicap de la temporalidad; tenemos un mercado laboral muy feminizado, con una brecha salarial muy importante; tenemos un mundo rural que ha sufrido una despoblación brutal; tenemos esa deficiencia en sanidad en cuanto a la aportación económica; la comunidad educativa se ha enfrentado como consecuencia del calendario escolar… Creo que hay que centrar a las personas en la política. Yo soy alguien muy normal, que te puedes encontrar por la calle, y que percibe de manera muy cercana todos los problemas que estamos sufriendo los cántabros.

Defendía antes el buen trabajo del grupo parlamentario de Podemos durante los últimos cuatro años. ¿Cuál cree que es su mejor legado, donde más se nota la influencia y el trabajo de su partido en las instituciones?

Creo que en todo lo que tiene que ver con los Servicios Sociales. Se han puesto sobre la mesa muchas alternativas. En el tema de la dependencia, por ejemplo, se ha defendido y se ha dado voz a las trabajadoras. También en el tema del realojo. Se han centrado en los problemas más acuciantes de la gente.

¿Volverían a apoyar una investidura de Miguel Ángel Revilla si fuera necesario?

Habría que verse en esa situación. Ahora mismo no te puedo contestar.

¿Cuáles serían las líneas rojas para facilitar una investidura?

Ahora mismo no me veo capacitada para dar una respuesta que fuera fiel…

¿Le tranquilizan las encuestas que le están dando presencia de forma casi segura en el Parlamento o cree que todavía está en riesgo?

No lo sé. Las encuestas a veces puedes ser justas y sinceras y otras veces no. Creo que tenemos que seguir trabajando, digan lo que digan las encuestas. Nos dan mucho: bien. Nos dan poco: con más motivo. Hay que seguir poniéndole ganas.

Pablo Iglesias tampoco visitará Cantabria en esta campaña, como ocurrió también en las elecciones generales. ¿Cómo puede afectar esta ausencia continuada en la comunidad?

Entendemos que Pablo tiene la agenda como la tiene y nosotros ahí no podemos entrar. Lógicamente se ha pedido su presencia, pero como en prácticamente todos los sitios, está claro. Pablo es Pablo, pero si no puede venir, no pasa nada. Van a venir representantes también con mucho renombre, sobre todo mujeres, que es muy importante. No se puede fiar todo a una cara, al secretario general. Las compañeras que van a venir son una muy buena representación del trabajo de Podemos.

No ha habido un desarrollo territorial fuerte de Podemos durante los últimos cuatro años. Solo hay una decena de candidaturas en los 102 municipios de Cantabria. ¿La poca presencia de listas municipales puede lastrar el tirón de la lista autonómica?

Bueno, yo creo que está bien. Es la primera vez que nos presentamos. Movilizar a la gente cuesta mucho y es una responsabilidad dar el paso e integrarte en una candidatura, sea en el ámbito municipal o en el que sea. Yo creo que nos cuesta dar ese paso. Muchas veces no sabes lo que te vas a encontrar. Poco a poco. Yo creo que con las candidaturas que llevamos es un buen paso e indica que hay gente que está dispuesta a asumir esa responsabilidad. Tampoco tenemos que ir con prisas.

Hace cuatro años había círculos de Podemos en prácticamente todos los municipios más importantes y ahora no es así. ¿No detecta esa desmovilización?

Ahora lo que tenemos que hacer es ponernos mucho las pilas para recuperar a toda esa gente valiosa que, por un motivo u otro, por las razones que fueran, se ha ido, y en eso estamos. Hemos pasado por dos procesos electorales seguidos, pero nuestra intención, saquemos el resultado que sea, es movilizar a la gente, ilusionar a esa gente e implicarla, porque todos somos necesarios y se pueden hacer cosas muy buenas.

¿Un deseo para la noche electoral del 26 de mayo cuando se acabe el recuento?

[Ríe] Ser la presidenta de Cantabria. Así de simple. [Ríe]. Para bajar el nivel siempre hay tiempo…