El diputado cántabro de Podemos, José Ramón Blanco, ha dimitido este lunes, a través de un comunicado, de su escaño en el Parlamento tras las denuncias presentadas por tres mujeres integrantes del partido morado en la comunidad por acoso laboral, y después de que la Cadena Ser haya desvelado el contenido de unas grabaciones en las que emite “insultos, vejaciones y amenazas” a estas compañeras.
Como consecuencia de las acusaciones, el partido a nivel estatal le había abierto un expediente, y el Comité de Seguridad y Salud Laboral se personará en Cantabria este martes para tomar declaración a implicados y testigos. Las denunciantes son la diputada Verónica Ordóñez, la secretaria general del partido morado en Santander, Lydia Alegría, y la responsable de prensa, esta última, de baja por un trastorno ansioso depresivo como consecuencia de esta situación.
“Te voy a escupir en la cara”, “no te quiero ver más con ella”, “hija de puta”, “ojalá te mueras” o “voy a hacer todo lo posible para que acabes fuera de este partido” son algunos de los comentarios que, según los audios de la Ser, Blanco desprende contra sus compañeras denunciantes, una de ellas, la líder del partido en Santander, miembro hasta hace poco del núcleo más cercano al propio diputado.
Las tres denunciantes no han querido hacer declaraciones a este medio porque el caso se enmarca en una investigación “interna y confidencial” del partido, y esperan que se resuelva “cuanto antes”.
Disculpas públicas y en privado
Blanco se ha referido a lo ocurrido en el comunicado como “unas discusiones producidas en un constante clima de crispación en el entorno del Grupo Parlamentario, debido a una campaña de acoso y derribo por parte de la diputada Verónica Ordóñez en contra de mí y de cualquiera que no compartiera sus aspiraciones políticas”, ha subrayado. “Las maniobras de Ordóñez son públicas y conocidas ya que los medios de comunicación se han hecho eco de ellas en los en los últimos tres años”, ha argumentado.
Se ha excusado afirmando que “todo el mundo habrá tenido una discusión con alguien donde se ha subido el tono; se han empleado palabras gruesas y se han dicho cosas de las que después se ha arrepentido”. “No me siento orgulloso de las palabras y las formas que utilicé. Me he disculpado ante las compañeras en privado y ahora lo hago públicamente”, ha manifestado.
“Pese al mal clima en el que el Grupo Parlamentario se ha visto inmiscuido y los muchos ataques -políticos y personales- que he vivido, el nivel de exigencia que marca Podemos es más alto”, ha reconocido el hasta ahora diputado morado, esperando que el trabajo que ha realizado en el Parlamento y del que se siente “muy orgulloso”, “haya contribuido a mejorar nuestra tierra”, ha concluido.
El escándalo sale a la luz días después de que Blanco haya presentado su candidatura a las primarias del partido al Parlamento de Cantabria con el objetivo, según apuntó, de “acabar con las luchas cainitas” que se vienen dando dentro de la formación desde que se instaurara en la comunidad hace tres años. Pero lejos de ser así, y a pesar de que en los últimos meses las aguas parecían haberse calmado, el partido morado vuelve a ser protagonista de la actualidad mediática por sus disputas internas.
Y es que los roces entre los tres diputados con los que cuenta el partido en la Cámara cántabra vienen desde muy atrás y concretamente, Ordóñez y Blanco, pugnaron el pasado mes de abril por la dirección del partido en unas primarias en las que la primera fue como candidata y el segundo apoyó la candidatura de la que finalmente se erigió como vencedora, la actual secretaria general y diputada nacional, Rosana Alonso.
Precisamente la líder del partido morado en Cantabria ha convocado a los medios tras el anuncio de dimisión de Blanco. Ha anunciado que el Grupo Parlamentario se reunirá para tratar sobre la “nueva etapa” en la que, según ha subrayado, seguirán “trabajando para mejorar la calidad de vida de los cántabros y cántabras”.
Alonso ha remitido a las explicaciones ofrecidas por el exdiputado y ha confirmado que Blanco no se presentará a las primarias al Parlamento. Asimismo, ha señalado que conoció el caso cuando una de las denunciantes se lo comunicó al Consejo Ciudadano Autonómico, pero ha explicado que desde el Comité de Seguridad y Salud Laboral le trasladaron que se trataba de un proceso “confidencial”. “Del resto me he enterado a través de los medios”, ha asegurado. Finalmente, ha recordado que la siguiente en la lista para sustituir a Blanco es Irene Fernández.