Ante la ausencia de explicaciones públicas por parte de los responsables del proyecto de construcción del Centro de Arte Botín en la Bahía de Santander y los continuos retrasos en las obras de un edificio que tenía que haber sido inaugurado hace más de un año, ha sido el propio presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), el que ha confirmado la existencia de “discrepancias importantes” entre las empresas contructoras, Ascan y OHL, y la Fundación ligada a la familia de banqueros que encargó la infraestructura.
Una disputa que tiene precio: más de 20 millones de euros. Y es que este es el sobrecoste que, en estos momentos, acumula la construcción de este edificio cultural impulsado por la Fundación Botín en suelo público, con el apoyo del Ayuntamiento de Santander y el Gobierno de Cantabria, que había sido presupuestado en cerca de 80 millones de euros cuando se presentó oficialmente.
“Es un proyecto llave en mano pero muy etéreo”, ha respondido Revilla a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en la que ha hecho una valoración de sus primeros 100 días al frente del Ejecutivo autonómico. A su juicio, las modificaciones planteadas por el arquitecto Renzo Piano a lo largo de la construcción del edificio han supuesto “más costes” que las empresas constructoras “no estaban dispuesta a asumir” porque suponían “perder dinero”.
La construcción del Centro de Arte Botín, un espacio de 7.000 metros cuadrados que estarán dedicados a la cultura y a la educación, arrancó el 21 de junio del año 2012 cuando el entonces presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y el arquitecto del proyecto, el italiano Renzo Piano, colocaron en un acto simbólico la primera piedra.
Según anunciaron entonces las autoridades, la inauguración se celebraría el 1 de junio de 2014, coincidiendo con la conmemoración del cincuenta aniversario de la Fundación y con la celebración en Santander del Mundial de Vela. Sin embargo, ese plazo no se ha cumplido y las obras acumulan ya más de un año de demora sin que esté prevista una nueva fecha para la finalización de las mismas.
“La obra se va a acabar”, ha sentenciado el presidente de Cantabria. Así se lo ha confirmado al propio Revilla el presidente de la Fundación Botín, con el que ha estado en “contacto directo” durante los últimos días ante las reiteradas informaciones que han puesto en entredicho el proyecto. “Se trata de problemas de mucho dinero entre que paga y quien desarrolla el proyecto”, ha insistido el jefe del Ejecutivo autonómico.
Revilla no ha querido posicionarse ni dar la razón a ninguna de las partes implicadas, pero ha recordado que, ante el sobrecoste que acumula el Centro Botín, las empresas se han visto abocadas a renegociar el contrato o a parar los trabajos de construcción. “Ya han llegado a un acuerdo y espero que pronto se aceleren las obras”, ha subrayado el presidente.
Críticas socialistas
Hace unos días fue el portavoz del PSOE en Santander, Pedro Casares, el que lamentó que las obras del Centro Botín “se sigan ralentizando” sin que el Ayuntamiento de la capital mantenga informada a la ciudadanía ni a los grupos políticos de la oposición de “los motivos de tanto retraso”.
“No entendemos qué justifica este nuevo parón, tras los problemas técnicos que impidieron continuar con las obras durante buena parte de 2014”, señaló Casares, que quiso saber si Íñigo de la Serna (PP) “está al corriente de estos retrasos”. El líder del PSOE recordó que “la falta total de explicaciones es parte ya de la forma de hacer de este alcalde” y acusó al equipo de Gobierno local de “escasez de transparencia” en torno a este proyecto sobre el que el Ayuntamiento “ni informa, ni explica ni publica”.