Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Elegir no es fácil
Mi hija de diez años se pidió para Reyes ropa de mayor, porque ya no soy una niña, mamá, y el maletín de sheriff de Playmobil para jugar; cosa lógica porque la chiquilla sale a su madre. Porque querer ser niña y mayor a la vez no es achacable a su incipiente preadolescencia, no, es la genética, que es muy cabrona: en la naturaleza de su madre está no saber nunca lo que quiere, gustarle de todo un poco y casi siempre de nada. ¡Pues menudas navidades he tenido! No he conseguido decantarme por nada, cada nuevo asunto súper importante para el devenir de España me sumía en un debate interno, profundo e intenso. Y tía, no te rayes, tenía que decirme constantemente.
Pero este no saber qué pedirse y no saber qué hacer no ha sido sólo cosa mía estas navidades, no. Muchos han sido los que, como mi hija, se enfrentaban a las dudas que genera el no saber en que lado de la vida ponerse. Y también en cosas súper importantes para España.
Mira a Pedro Sánchez y su PSOE, por ejemplo. Pobres. Que si hay que bajar la cabeza un poquito y aceptar al PP por razones de Estado, porque el bien superior domina al bien inferior de toda la vida de Dios. Que si hay que bajar la cabeza un poquito más y juntarse con Podemos, que algunos dicen que la izquierda es la izquierda, por mucho que no tengan casi nada en común. Que si no hago nada, me escondo y que la cosa salga por donde quiera. Ay, déjame, 90 diputados de mierda y resulta que ahora España depende de mí.
O mira a Felipe VI, que no acababa de decidir donde dar el mensaje de Navidad que vieron más de seis millones de personas, madrecita mía. Que si en el despacho donde lo hacía su padre no le convencía, que si en el otro saloncito con las fotos que mandaban mensajes subliminales, tampoco. Pues mira, el rey es tan prudente y tan preparado que se la sopla todo. Que el hombre debió de pensar: montadme el tinglao en el Salón del Trono Real del Palacio Real, todo con mayúsculas, y a tomar por culo. Si jugando a ser sencillo y natural tampoco nos gusta. Si es que es normal que se canse ya del teatrito.
O mira lo de las CUP. Ser fiel a un programa en los penalties, qué hermosa es la política. Que si un rato doy lecciones de integridad y al rato las doy de chulería, si así estamos todos, qué os voy a contar. Que si Antonio Baños dimite porque sí pero no, que si el enquistamiento de Cataluña se hace crónico o lo operamos. Qué difícil todo. Menos mal que no soy de Cataluña y así tengo excusa para no entender nada.
A cambio de no ser catalana, soy cántabra, que ya ves tú qué cruz porque aquí tampoco sabemos por donde tirar. A Francisco Martín, consejero de Turismo, le hacen una entrevista como consejero y dice que va a proponer al Patronato de Altamira la subasta de entradas a la cueva al mejor postor. La gente se enfada (bueno, unos pocos nada más, otros callan) y acaba diciendo que era una idea personal, que sólo dijo subastar dos entradas al año, que le hemos liado. Hablar como consejero estrella o hablar como persona humana de la humanidad más humana, si es que es todo muy complicado.
Y lo de la cabalgatas, cómo ha sido lo de las cabalgatas. Las reinas magas, los trajes de Ágatha Ruiz de la Prada y las coronas del Burguer King que llevaban los reyes en Madrid, los católicos que se indignan, los agnósticos y los ateos que también. ¿Cómo elegir sin equivocarse? La tradición y la modernidad ahí, todas locas. ¡Y los niños, los niños! ¿Es que nadie va a pensar en los niños? como colofón de fiesta. Y luego está lo de la carroza de Tecniobras en la cabalgata de Santander, otro añito más. Se publica que debes más de un millón de euros a Hacienda, que dicen que somos todos, y lo mismo te dan obra pública que te dejan salir en la cabalgata porque elegir es duro para todos, también para el Ayuntamiento de Santander. Recapacite, don Ayuntamiento, recapacite, aunque sólo sea porque la carroza siempre es horrorosa. Y lo feo a usted no le va nada.
O cuando te apuntas a un partido político de la New Regeneration para cambiar este país y poder darle luz, esperanza, alegría y mucho sentido común, a Ciudadanos por ejemplo, y a la vez pides un avión para venir a los plenos desde Chicago, o sales desnudica en el Interviú o te apuntas al Gran Hermano Vip como Carmen López. O eres Gómez de la Serna y sales diputado de un partido que lo mismo te quiere que te repudia.
O la tragicomedia que para España ha supuesto el acercamiento entre Ana Oregón y Antonia Dell'Atte. Tú tienes una enemiga durante 25 años, enemiga de esas que vienen del amor, de las que son para toda la vida, y va el Hola y te ofrece dinerín por haceros amigas otra vez. No las envidio el rato, de verdad.
Pues, al final, igual haces una cosa pero como sin ganas, como Antonia.
Han sido unas navidades duras para muchos por no saber qué elegir. El caso es que mi hija está jugando a los Playmobil vestida con su ropa de mayor. Suerte que tienen algunas. La de cosas que nos quedan por elegir a otros.
Mi hija de diez años se pidió para Reyes ropa de mayor, porque ya no soy una niña, mamá, y el maletín de sheriff de Playmobil para jugar; cosa lógica porque la chiquilla sale a su madre. Porque querer ser niña y mayor a la vez no es achacable a su incipiente preadolescencia, no, es la genética, que es muy cabrona: en la naturaleza de su madre está no saber nunca lo que quiere, gustarle de todo un poco y casi siempre de nada. ¡Pues menudas navidades he tenido! No he conseguido decantarme por nada, cada nuevo asunto súper importante para el devenir de España me sumía en un debate interno, profundo e intenso. Y tía, no te rayes, tenía que decirme constantemente.
Pero este no saber qué pedirse y no saber qué hacer no ha sido sólo cosa mía estas navidades, no. Muchos han sido los que, como mi hija, se enfrentaban a las dudas que genera el no saber en que lado de la vida ponerse. Y también en cosas súper importantes para España.