La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Las asociaciones de perros peligrosos denuncian que los ayuntamientos están legislando “sin tener potestad para ello”

La Asociación Unidos en Apoyo a las Razas de Perros Potencialmente Peligrosas (PPP) de Cantabria denuncia que existen ayuntamientos que incluyen razas “a su antojo, sin tener potestad para ello”. “Ningún Consistorio debería tener, acorde a lo que dice la ley, su propia lista de perros peligrosos, siempre y cuando esta contradiga a la autonomía”, asegura el portavoz de este colectivo, Rabel Muñoz.

Según esta asociación, en Cantabria solo son considerados PPP los canes que el propio Parlamento autonómico ha marcado, así que si algún municipio incluye en su lista a más perros que no estén dentro de la legislación cántabra, “se podrá recurrir esa denuncia y tumbarla”. Esta versión es negada por las administraciones locales, que defienden su autonomía para adaptar la ley nacional y autonómica a las particularidades de cada municipio, según exponen desde el Ayuntamiento de Castro Urdiales.

“La razón de que los ayuntamientos hagan sus propias listas de PPP se basa en que se creen que tienen el poder y que están ganando puntos con la gente, porque claro, están salvaguardando la seguridad ciudadana”, apunta Muñoz. Sin embargo, “desde los municipios se sigue multando a los dueños de los perros y la mayoría de las personas no recurren y pagan por desconocimiento una multa que no tendrían que pagar”, añade el miembro de la agrupación.

Rabel es vecino de Torrelavega, un lugar donde su perra 'Princesa' era considerada como potencialmente peligrosa “para algunos policías locales”. Muñoz descubrió este “descontrol legislativo” por su propia experiencia, ya que su perra es una bull terrier. “Esta raza siempre se ha querido ligar a los perros peligrosos, probablemente por su aspecto, aunque a la hora de la verdad solo aparece como tal en la normativa autonómica de Valencia y desde hace unos meses, en la de Galicia”, apunta.

El “desconocimiento” de los propios agentes de la ciudad propició que uno de ellos denunciase a Muñoz y que arrancase un proceso legal que tres años después no ha concluido. Según explica, el proceso no ha terminado porque él mismo no admite el 'no pago' de la multa como fin del caso.

Muñoz requiere a la justicia que se le dé la razón para que esto no vuelva a ocurrir. “El policía que me denunció llegó a cambiar la raza de mi perra en el informe porque siendo bull terrier no podía procesar la multa”, asegura. Este supuesto “abuso de autoridad” por parte del agente es lo que ha frenado el proceso de Muñoz, aunque tal y como indica el dueño de Princesa, en un caso 'normal' queda desestimado más rápidamente.

Perros censados como PPP

“Yo censé a mi perro como PPP en mi ayuntamiento porque me dijeron, tanto policías como personas de la administración, que debía hacerlo así. Se aprovecharon de mi desconocimiento”, señala. Además, plantea una cuestión: “Ellos tienen un problema, han aceptado como potencialmente peligrosa a una perra de una raza que no lo es -y como ella hay varios en mi ayuntamiento-. ¿O sea que si yo llevo un caniche allí y digo que le quiero inscribir como PPP también me dejan inscribirle?”, se pregunta Muñoz.

Según afirma, Voto y Castro Urdiales son dos de los ayuntamientos cántabros que incluyen a los bull terrier en sus listas municipales de perros potencialmente peligrosos “a pesar de que no se puede”. En su opinión, la culpa no puede recaer únicamente en los que aplican la ley: “Los policías solo se encargan de cumplir el listado que aparece en su ayuntamiento, pero en cuanto tú lo recurres, lo ganas”, asegura. Y añade: “El problema es que mucha gente no se defiende y ellos se aprovechan; los ayuntamientos no pueden legislar en esta materia y no lo saben ni ellos”, reitera.

El portavoz de la organización admite que antes de conocer cómo funcionaba la ley, él mismo temía cuando se le acercaba un agente. “Te asustas mucho cuando viene un policía y te dice que tienes que llevar a tu perro con bozal porque es PPP y que si no lo haces te multa, pero lo normal es que si se lo explicas, no te diga más”, comenta.

Por último, Muñoz insiste en que la única razón de su 'empecinamiento' con su denuncia responde al deseo de que su historia no se repita. “Yo ya sé que no voy a pagar la multa, pero quiero que me den la razón, y ellos no me la quieren dar porque eso igual les frena para seguir haciéndolo”, concluye.

Respuesta de Castro Urdiales

El técnico de Sanidad del Ayuntamiento de Castro Urdiales y veterinario, Alberto Domingo, considera que sí que está en las competencias municipales la ampliación de esta lista y que de hecho existe la “obligación” de desarrollarla “para adaptarse a la casuística de cada sitio”. De esta forma, este municipio tiene en su listado de PPP -además de los ya incluidos en España y Cantabria-, al bull terrier y al villano de las encartaciones.

Respecto al bull terrier, el técnico de Sanidad considera que “nadie duda” de que sea necesaria su incursión en la lista por la supuesta peligrosidad que presenta, y respecto al villano de las encartaciones, apunta más a un criterio cuantitativo. “Aquí hay muchos villanos de las encartaciones, por lo que vimos necesario incluirle. Por ejemplo en Burgos casi no hay esta raza, así que allí no les hace falta introducirle”, argumenta.

Para Domingo, el desarrollo y control de la tenencia y protección de animales es una labor de los municipios que así viene aprobada en la ordenanza y en los informes jurídicos. “Esta competencia está en todos los municipios grandes y sí que es verdad que lo que no se puede es quitar los que ya están en España o Cantabria, pero ampliar sí”, señala el funcionario.

El veterinario asegura que en “muchos otros” ayuntamientos de Cantabria se ha ampliado la lista debido a que la ley es del año 99. “Estas razas peligrosas van evolucionando, tienen un montón de cruces y van apareciendo nuevas, por lo que es necesario ir determinando nuevas razas potencialmente peligrosas”, finaliza Domingo.

Listados de razas potencialmente peligrosas

España: pit bull terrier, staffordshire bull terrier, american staffordshire terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileño, tosa inu y akita inu.

Cantabria: boxer, bullmastiff, dobermann, dogo de Burdeos, dogo del Tíbet, mastín napolitano, presa canario y presa mallorquín.