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Casi 4.300 cántabros estuvieron de baja por COVID en diciembre, un 610% más que el mes anterior

Casi 4.300 personas estuvieron de baja laboral por COVID en diciembre en Cantabria, un 610% más que en el mes de noviembre, en el que se produjeron 600 bajas por este mismo motivo, según la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).

A nivel nacional esta cifra se sitúa en 566.175 bajas laborales en el mes de diciembre, lo que supone un incremento del 632% respecto al mes anterior, ha informado AMAT en nota de prensa.

Asimismo, a cierre de diciembre quedaban más de 340.000 procesos de baja laboral en vigor, alcanzando máximos de la pandemia, con unos 40.000 procesos más que en los peores momentos de la crisis sanitaria de marzo de 2020.

Según ha señalado, la explosión de contagios por COVID de los trabajadores, entre los que también se encuentra el personal sanitario, está suponiendo un “colapso” de los Centros de Atención Primaria, donde los médicos están “desbordados” por la prestación de asistencia sanitaria y el aumento de dedicación a la gestión de los trámites de bajas y altas laborales que se han producido desde la aparición de la variante ómicron.

En este sentido, las mutuas han mostrado su “preocupación” por “el alargamiento innecesario de la duración de estos procesos de incapacidad temporal, lo que además de afectar a los costes de las empresas y a la actividad económica, también repercute muy negativamente sobre las cuentas de la Seguridad Social y del Estado”.

En concreto, ha detallado que las prestaciones económicas a favor de los trabajadores ha supuesto para las cuentas de la Seguridad Social y del Estado hasta el 30 de noviembre de 2021 un coste de 3.055 millones de euros, a los que habría que sumar otros 2.500 millones con cargo directo a las empresas, por cotizaciones, complementos y mejoras, sin perjuicio del coste de los bienes y servicios que se han dejado de prestar y producir.

Para AMAT, esta situación “podría y debería aliviarse ”estableciendo un mecanismo nacional en el que los facultativos tramitaran simultáneamente los partes de baja y de alta en un solo acto médico, con una duración de siete días, de modo que solo tuvieran que contactar de nuevo con el centro de salud aquellos trabajadores que no se hubieran recuperado en ese plazo establecido.

Según sostiene, este mecanismo reduciría casi a la mitad el tiempo que los médicos tienen que dedicar a estas gestiones administrativas, con el beneficio que ello tendría en la descongestión de la Atención Primaria, que podría así dedicar “muchos más recursos” a la asistencia sanitaria.

Finalmente, ha recordado que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud estableció el 30 de diciembre un periodo de siete días para el aislamiento de los casos confirmados asintomáticos o con síntomas leves si en el momento de finalización de este periodo la persona está asintomática y han transcurrido al menos tres días tras la resolución de los síntomas.

Por su parte, los contactos estrechos vacunados con pauta completa estarán exentos de cuarentena, pudiendo realizar una vida normal y acudir a su puesto de trabajo.